Cosecha De Pasiones

Sofía llegó a la Villa ya pasada la hora del almuerzo. Después del encuentro para desayunar con Alonso se fue a trabajar en los viñedos, luego que llegó se encerró en el despacho a seguir trabajando.

Cuando estaba concentrada tocaron a la puerta.

- Adelante - dijo Sofía.

Se abrió la puerta, y entro Beatriz.

- Sofi, espero no interrumpir tu trabajo. - Beatriz entro y cerró la puerta detrás de ella.

- No, Bet. Pasa, siéntate. Dime, ¿Necesitas algo?

- La verdad, Sofi. Tengo algo que hablar contigo que me tiene preocupada.

- Claro, dime. Es sobre Emma.

- ¿Emma?, ¿Qué le paso? - pregunta preocupada, dejando de revisar los documentos sobre su escritorio.

- Sofi, está mañana estuve hablando con ella. Y la verdad es que me decía cosas que no tienen coherencia.

- ¿Qué cosas? - pregunto Sofía con curiosidad.

Beatriz empezó a contarle lo que había hablado con Emma en la mañana, y Sofía empezó a preocuparse por todo lo que le contaba Beatriz.

- Tranquila Bet, yo voy a hablar con ella. Tal vez la haga entrar en razón.

- Sofi, no creo que sea tan fácil, ella está muy convencida de lo que me dijo.

- Me estás preocupando Bet.

- Bueno Sofi, creo que es algo para preocuparse.

Sofía se levanta del escritorio, sale del estudio y camina hacia la dirección de la habitación de Emma.

Sofía llega y toca la puerta, con determinación en su corazón, de adentro se escucha la voz de Emma, dando permiso para que entren.

Sofía entro lista para abordar la delicada situación que se había desarrollado entre su hermana y Alonso. Encontró a Emma sentada en su cama, perdida en sus pensamientos, y se acercó con cuidado, preparada para tener una conversación honesta y sincera.

- Hola Emma. Necesitamos hablar- pregunto Sofía.

Emma levantó la mirada, y asintió, invitándola a continuar.

- Emma, sé que has estado sintiendo cosas por Alonso, pero hermanita - le dijo Sofía mientras se sentaba cerca de Emma y le tomaba más manos - necesitas entender que él no comparte esos sentimientos contigo.

Emma frunció el ceño, sus emociones en conflicto intentaban procesar las palabras de su hermana.

- Pero... ¿qué quieres decir? ¿No viste como él me miraba? Claro que Alonso me ama.

Sofia suspiro, sintiendo compasión de su hermana, pero decidida ayudarla a ver la verdad.

- Emma, entiendo que esto es difícil de aceptar, pero necesitas enfrentar la realidad. Alonso no está interesado en ti de esa manera. No quiero que te hagas ilusiones que solo te harán daño en el futuro.

- ¡MENTIRA! - grito Emma - lo que pasa es que tú me quieres quitar a Alonso, crees que no vi como le coqueteaste toda la noche, pero él solo me miraba a mí.

- Emma, por favor, nada de lo que dices es verdad. Por favor reacciona - le dijo con voz suplicante Sofía.

- ¡Lárgate de mi habitación! - gritaba Emma - tú me tienes envidia y celos porque Alonso me ama a mí. ¡A Mí! Y me voy a casar con él.

- Está bien, me voy para que te calmes. Pero por favor, piensa en lo que te dije.

Sofía con mucha preocupación sale de la habitación de Emma. Le escribe un mensaje a Alonso, para ver si podía ir a verlo a su casa en la noche. Necesitaba hablar de lo que estaba ocurriendo.

📱Hola amor, ¿Estás ocupado?

📱Para ti nunca amor.

📱 Necesito hablar un tema delicado contigo. ¿Será que puedo ir a verte hoy en la noche?

📱Claro que sí mi amor. Te espero a las 7 pm

Fue el mensaje que le llegó a Sofía de parte de Alonso.

Sofía volvió al estudio dónde estaba Beatriz esperándola.

- Y bien, ¿Cómo te fue? - le pregunto Beatriz.

- Nada bien - dijo y luego suspiro Sofía - en la noche voy a hablar con Alonso sobre el tema.

Cenaron todos en el comedor, como todas las noches. Emma miraba a Sofía con ojos llenos de odio. Y Sofía se había dado cuenta. De verdad estaba muy preocupada por Emma, nunca se había comportado así.

Al terminar se levantan de la mesa y Emma, sube a su habitación.

Sofía le pide a Beatriz que la acompañe para decir que van a salir a dar una vuelta. Y no le hagan preguntas de adónde va.

- Claro Sofi, yo te acompaño.

Ambas salieron rumbo a casa de Alonso.

Llegaron y Alonso ya las esperaba sentado afuera tomando un café con Leonardo que al ver a Beatriz no pudo evitar su cara de asombro.

- Bet, ¿viniste a qué hablemos? - pregunto Leonardo con expresión de felicidad

- No te ilusiones, yo vine a acompañar a Sofía. - le respondió con frialdad Beatriz. - Y ya te dije que no me llames Bet, así solo me llaman las personas cercanas.

Leonardo bajo la cabeza con tristeza. Mientras Alonso se acercó a Sofía y le dió un tierno beso.

- Te extrañe amor.

- Pero nos vimos está mañana. - le dijo Sofía con una sonrisa.

- Si, pero para mí no es suficiente - le dijo y la volvió a besar.

Se escuchó a Leonardo aclarándose la garganta. Para luego decir.

- No coman frente a los pobres por favor.

Sofía se ruborizó, y se apartó de Alonso.

- Bien, bien. Sentemos y hablemos Sofi.

- Bueno creo que yo iré a caminar por los alrededores para darle privacidad. - dijo Bet.

- Bet... - dijo Leonardo Pero al ver la cara de Beatriz corrigió - Beatriz, aprovechemos y hablemos de nuestro asunto por favor.

Beatriz volteó a mirar a Sofía, y está asintió, dándole la señal de que era hora de resolver ese asunto de una vez.

- Está bien, vamos a hablar. - le dijo Beatriz a Leonardo y se alejaron hacia los lados de la piscina.

Alonso y Sofía se sentaron, y él la miraba curioso, quería saber que era eso tan importante que hizo que Sofía fuera hasta su casa.

- Bueno Alonso, tengo que hablarte sobre Emma.

- ¿Emma? ¿Le ocurrió algo?

- Es que Emma le contó a Beatriz varias cosas que debes saber.

Sofía empieza a contarle todo lo que le dijo Beatriz y lo que ocurrió cuando ella fue a hablar con Emma.

- Sofía, yo te juro que nada de eso es verdad, yo le dejé las cosas claras a tu hermana aquella vez.

- Lo sé Alonso, yo te creo, pero estoy preocupada por ella. Lo de ella ya parece una obsesión, y Emma jamás se había comportado así.

Alonso la pega a su pecho, y la besa dulcemente en la frente.

- Tranquila, amor. Yo iré a hablar con ella. Sé que si yo le aclaro las cosas, ella entenderá.

Sofía levanta la mirada para ver a Alonso a los ojos y él la besa en los labios. A lo lejos los ve Emma, que se había escapado para ir a ver a Alonso. Y al ver esa escena, un sentimiento de ira recorre su cuerpo. Y sale corriendo de regreso a su casa.

Mientras en la piscina, Leonardo y Beatriz hablan sobre sus asuntos pendientes.

- Está bien, Leonardo. Aquí estoy, dime lo que me tengas que decir.

- Bet, por favor baja la guardia.

- Leonardo ya habla o me voy.

- Bet, he estado pensando mucho en todo lo que ha sucedido entre nosotros. Me he dado cuenta de lo egoísta que fui al no entender tus deseos de tener una familia. Bet, te he extrañado tanto desde que te fuiste, y lamento profundamente haberme cerrado a lo que realmente querías.

Beatriz lo miro con atención, sintiendo una mezcla de dolor y alivio al escuchar sus palabras. Había esperado tanto tiempo por este momento, por poder hablar finalmente sobre lo que había salido mal entre ellos.

- Leonardo - empezó Beatriz con voz suave - ha Sido tan difícil para mí también. Yo te he extrañado más de lo que puedo expresar, pero nuestras diferencias son más grandes que no creo que se puedan superar. Yo no voy a renunciar a mi deseo de tener una familia y tampoco voy a obligarte a hacer algo para lo que no estás listo, y no deseas.

Leonardo asintió, el sabía que las palabras de Beatriz estaban cargadas de verdad.

- Yo sé que tienes toda la razón Bet, Y que seguir fingiendo que nuestras diferencias no existían nos lastimaba más, pero me duele mucho perder lo que teníamos, jamás quise lastimarte al no poder darte lo que deseas.

Beatriz le ofreció una sonrisa comprensiva.

- Lo entiendo, Leonardo. Creo que nuestro camino juntos ha llegado a su fin, siempre apreciaré los buenos momentos que compartimos. Espero que ambos podamos encontrar la felicidad que merecemos, incluso si eso significa seguir caminos separados.

Beatriz se levanta, con el corazón roto y va en busca de Sofía, para regresar a la Villa.

Mientras Leonardo la observa alejarse, sintió un nudo en la garganta y una sensación de tristeza abrumadora lo invadió. Dudaba si la decisión que había tomado era realmente la correcta. Por un momento, se preguntó si debería haber luchado más por su relación, si debería haber cedido ante los deseos de Beatriz.

El recuerdo de los momentos felices que compartieron inundó su mente, haciendolo dudar de su estaba haciendo lo correcto al dejarla ir. Se preguntaba si soportaría saber que es feliz con otro, que otro le dió lo que él no.