Esta es la historia de seis personas, cuyas vidas se pondrían de cabeza por los azares del destino y el propio propósito de sus existencias. Amores, engaños, traiciones, pérdidas y rivalidades. Irán dando lugar al desenlace tal vez fatídico de algunos de ellos. ¿Quién será el último en quedar en pie? ¿quién se alzará con la victoria sobre aquello que los amenaza y sobre ellos mismos?
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Pesadilla
Nahtaniel: últimamente me he sentido mejor, siento alivio. La inquietud no se ha ido del todo. Pero algo cambió no se que es, pero cambió.
Elena: se te ve más tranquilo.
Alistar: pero ¿por cuánto?
Nahtaniel: no lo sé, pero por ahora tengo más control de mi mismo.
Alistar: tenemos que hacer algo, no podemos solo sentarnos a esperar.
Alina: puede que tenga una forma de encontrar a sus mates, sin que Nahtaniel tenga que salir.
Elena: ¿puedes hacerlo?
Alina: si, todo lo que necesito es a él
Nahtaniel: ¿a mí?
Alina: sí, para ser precisos tu sangre.
Alistar: eso es una buena noticia, prepáralo si el puede sentirlas no deben estar lejos. Yo iré por ellas, será más fácil moverme solo.
Elena: encuentra a esas chicas y traelas aquí.
Alina: me pondré en marcha, todo estará listo en la mañana.
Nahtaniel: ¿funcionará?
Alina: lo hará.
Alistar: *al día siguiente estoy listo para partir. Alina me entrega un amuleto*, ¿que haré con esto?
Alina: se tornará rojo cuando vayas en la dirección correcta y brillará cuando la tengas cerca.
Alistar: eso es perfecto.
Elena: cuídate, no hemos salido de este lugar en muchos años.
Alistar: no te preocupes, todo saldrá bien.
Nahtaniel: quiero acompañarte.
Alistar: lo sé, pero dejo a tu cuidado a tu madre y Alina, hasta que yo regrese protegelas. Hemos vivido mucho tiempo en paz pero eso no significa que el peligro haya desaparecido.
Nahtaniel: esta bien, *veo a mi padre partir, nunca pensé que la tranquilidad que siempre tuvimos fuera a desaparecer de esta manera*.
Alina: aún es pronto para preocuparnos. Pero debemos estar preparados por si las cosas no salen como planeamos.
Elena: tienes razón, lamentablemente la paz no dura para siempre y últimamente tengo la sensación de que todo este tiempo hemos estado en el ojo de la tormenta y que pronto descenderá el caos en nuestras vidas.
Nahtaniel: *me despierto en medio de la noche. Algo pasa, mi lobo está inquieto*.
Draven: [levántate, vamos al bosque.]
Nahtaniel: [¿ahora?, ¿qué sucede contigo?. Pensé que estabas más tranquilo.]
Draven: [algo está pasando, vamos.]
Nahtaniel: [no podemos irnos, debemos cuidar a mi madre y Alina. Se lo prometí a mi padre.]
Draven: [lo sé, pero no pasará nada. Nadie se atreverá a enterar en este bosque, además no saldremos del velo que ha puesto Alina sobre este lugar. Pero siento que tenemos que hacerlo.]
Nahtaniel: *sé a lo que se refiere, yo siento esa misma inquietud en el pecho. Me levanto y salgo sin que nadie se de cuenta que me fui, me transformo en mi forma de lobo y corro por el bosque.*
Tatiana: Plic, plic, ¿qué es ese sonido?, ¿agua? ¿Dónde estoy?. No, no, otra vez no, no debo, por mucho que lo intenté, volví a quedarme dormida. ¿Qué es este lugar?, miro a mi alrededor, todo es oscuro no puedo ver ni siquiera mis manos, busco a tientas alguna superficie, algo tiene que haber algo, ¡lo encontré!. Es como una pared o eso quiero creer, se siente blando, húmedo y viscoso, continuo hacia adelante creo que puedo ver algo de luz. Sigo ignorando la sensación debajo de mis pies, es como caminar en el lodo o algo más espeso que eso, y el olor, por dios es tan desagradable como algo en descomposición, grrr ¡¿qué fue eso?!, debajo de mis pies se mueve algo. Debo darme prisa, debo salir de aquí. Ahhh ¡se movió!, la pared se movió, con las manos temblorosas vuelvo a tocarla es lo único que puede orientarme. Mis ojos están llorosos, el pequeño foco de luz que persigo se ve empañado por mis lágrimas. Debajo de mis manos esa extraña pared se contrae y se expande causando un roce terrorífico, como si fuera una criatura viva. Pero aun así continuo mi marcha, me siento de gelatina, todo mi cuerpo tiembla. Eso es malo, debo apestar a miedo si no despierto pronto el me encontrará. Ya casi llego, pero ¿qué es esto? la luz viene de un espacio muy pequeño y hay algo filoso en medio, tendré que arrastrarme para salir. No pierdo tiempo me agacho, primero pasan mis manos a medida que avanzo voy esquivando los obstáculos ya casi salí por competo. No puedo dejar de temblar la superficie que me sirve de apoyo es blanda, cuando pongo peso en algún punto puedo notar un movimiento nervioso. Solo ignóralo, no pienses en ello, no es lo que crees, me digo a mi misma para espantar el miedo. Casi estoy afuera he sacado la parte superior de mi cuerpo, pero la visibilidad es muy poca. No sé de dónde provenía la luz que seguí y estoy atrapada en medio de algo, es suave. Por dios que no sea lo que pienso, no, no lo es, es solo mi imaginación. Debo salir, debo darme prisa, debo irme de este lugar y como si esta vida quisiese romper todas mis esperanzas puedo sentir una corriente de aire sobre mi cabeza, casi parece el aliento de algo. No, no, no pienses, ni siquiera te atrevas a imaginarlo este lugar hace realidad tus peores temores, termino de salir, avanzo unos pocos pasos hasta sentir esa corriente que me impulsa y me arrastra a la vez. Sin dudas es la respiración de algo, no me detengo ni siquiera me doy vuelta puedo escuchar ese sonido que se aleja mientras camino. No quiero saber dónde estaba, ni que esta detrás, solo quiero irme, despertar, pero ¿cómo?. Cada vez que llego aquí es más difícil irme. Poco apoco dejé ese misterioso lugar, ahora transito por unos pasillos escabrosos hasta llegar a una puerta. Al abrirla el chirrido que produce te pone la piel de gallina, como si no se usara en siglos. Sigo caminando no me detengo. Estoy echa un desastre, pero desde que puedo recordar dormir es una pesadilla. Cada noche sin poder evitarlo soy arrastrada a este lugar y cuando logro despertar el tiempo transcurrido apenas es de tres o cuatro horas, las cuáles tienen el peso de décadas en este sitio. Se escucha una risa chirriante resonar por los pasillos, como si quién la emitiera no fuera humano. ¡Me encontró!, no me muevo, aprieto fuerte los ojos, no quiero ver. No quiero enterarme de la realidad de la que estado huyendo desde que tengo memoria. Puedo sentirlo detrás de mí, su aliento rozar mi nuca, su saliva gotear por encima de mi hombro. Como algo húmedo me acaricia el rostro. Es como si recibiera una lamida de la misma muerte, con ese aliento nauseabundo. Lo siento secar mis lágrimas con esa lengua rugosa que raya mi piel, sé que intenta que lo mire. Pero tengo la sensación de que si lo hago será lo último que vea. Es persistente, pero yo también. Mi vida es un infierno, pero no quiero morir.
¿?: Mírame
Tatiana: *Es la primera vez que escucho su voz, es aterradora. Por nada del mundo haré lo que me dice. Mi cuerpo no me responde, no puedo evitar temblar de miedo, es una emoción que conozco bien, es tan natural, tan cotidiano que no me sorprende llenarme de ella*.
¿?: ¡Mírame!
Tatiana:*Se ha enojado con mi negativa, su grito ha estremecido todo el lugar*. Por… favor… déjame ir, déjame ir a casa.
¿?: ¡No!, eres mía, ¡así que mírame!
Tatiana: no, no lo haré.
¿?: no te dejaré otra opción.
Tatiana: *unas manos anormalmente grandes, hoscas, toman con rudeza mi rostro. Son frías, muy frías. Nunca he tocado un cadáver, pero creo que se sentiría justo así al tacto*. No me... importa lo que hagas, no te ....obedeceré.
¿?: ¿Estás segura?
Tatiana:*creo que no debí provocarlo, me da miedo imaginar lo que pueda hacerme. Pero ya es tarde para retractarme, cuando siento que será mi fin se oye un aullido tan fuerte, tan poderoso, que pareciera reclamarme. Puedo sentir que soy arrancada de los brazos de esa criatura. Despierto agitada, bañada en mi propio sudor y miro por la ventana hacia ese bosque siniestro, del que todos en esta cuidad hemos oído hablar. Pero por alguna razón lo siento cálido, no aterrador. No sé que me despertó pero tengo la certeza que gracias a eso estoy viva. Pero no sé ¿que haré esta noche?, inevitablemente siempre termino durmiendo. Al no descansar el cansancio solo se acumula, crece como una bola de nieve. Hasta que termina aplastandome.