Después Del Final ¿Feliz?

Por más que Oscar quiso alcanzar a Charlize, él y Liam no lograron alcanzarla, pues el camino que habían tomado, era diferente. Arthur conocía un desvío que los ayudó a llegar un día antes de lo estipulado, al entrar a la ciudad, Arthur en esta ocasión les dijo que los guardias, que Charlize Allen había llegado, pues supo que el emperador la buscaba, así que de inmediato se le informó al emperador y este ordeno les dejaran pasar, incluso envió a su secretario, un hombre mayor de nombre Albert, éste les guía hasta el palacio.

- ¿el príncipe Oscar no viene con usted?

Pregunto Albert a Arthur, ya que Charlize se encontraba dentro del carruaje.

- la señorita Allen, prefirió venir sin él, usted sabe que entre ellos ya no hay nada de comunicación.

- ¿entonces como supo que el emperador la buscaba?

- el príncipe la vio una sola vez, pero dijo que no vendría, aunque lo pensó mejor y creyó que era mejor venir a hablar con el emperador y no con el príncipe.

- a final de cuentas, vino, eso es lo importante, esta es su oportunidad de recuperar su estatus.

La cortina de la ventanilla de corrió un poco y se escucho una risilla.

- no se confundir señor Albert, yo no vengo a recuperar nada, solo vengó a hacerle saber a su majestad, que nunca debió buscarme de nuevo.

Albert se mantuvo callado ante sus palabras. Al entrar al palacio, Charlize finalmente bajo del carruaje, llamando de inmediato la atención de quienes ahí pasaban, la mayoría de los sirvientes y nobles que acudían al palacio, aun recordaban a la hermosa rubia; Arthur le ofrece su mano para bajar y se dirigen al salón del trono guiados por el secretario, cuando abre las puertas la deja pasar y tras ella van Arthur y Susi, Charlize simplemente se para frente al emperador sin hacer ninguna reverencia, llamando de inmediato la atención de la corte ahí presente.

- ha pasado un tiempo señorita Allen, veo que el campo le ha hecho olvidar sus modales.

- majestad los modales nunca los olvido.

Charlize sonríe mirando con ferocidad al emperador, éste enseguida sabe de inmediato que simplemente la chica no piensa hacerle ninguna reverencia, sin duda, una mujer orgullosa como su padre.

- señorita Allen, creí que vendría acompañada del príncipe Oscar.

- su compañía no es necesaria, vine solo para preguntarle el porque me mando buscar.

- directa como siempre y veo que, el príncipe Arthur ha venido con usted, aunque, él no es necesario, ya puede volver a su país.

Arthur da un paso hacía adelante quedando a la misma distancia que Charlize.

- me temo, que no puedo hacer eso.

- le dire a Albert que te guíe a la salida de la ciudad.

- entonces veo que no me necesita. Me despido también, majestad.

Charlize se da la media vuelta, lo que causa confusión en el emperador, ya que nisiquiera le ha dado el permiso de retirarse.

- usted se queda señorita Allen.

- me temo que no será así, usted ya despidió al príncipe Arthur, entonces yo también me veo en la necesidad de retirarme.

- es él quien no es bienvenido.

- entonces yo tampoco lo soy. Si mi esposo no puede quedarse, entonces yo tampoco me quedo.

El emperador abrió bien los ojos por la sorpresa en las palabras de Charlize, incluso todos los presentes no podían creer en esas palabras, aunque todo tendría sentido, Charlize de ve tan deslumbrante y una vida en el campo, sin dinero, no la dejaría lucir así, el emperador se quedo en silencio mientras Charlize toma del brazo a Arthur para caminar hacía la salida, el emperador reacciona pidiendo que se detenga, no puede dejarla marchar así, aunque no le agrada la idea de que Arthur este presente y más aún que Charlize haya dicho que el chico es su esposo, habiendo sido exiliada, el emperador no puede refutar ese matrimonio, porque Charlize ya no es ciudadana del país.