– ¡ESE NO ES MI HIJO!.
Eso fue lo último que Jake le dijo a Natasha, su esposa. Así la hecho de la mansión y de su vida, estando embarazada de su bebé, haciéndole caso a las malas lenguas que decían que lo había engañado.
Pero la vida le jugaría una doble jugada y literalmente doble.
Natasha decidió irse al campo a iniciar una vida nueva, criando sola a sus dos hijos Adler y Nicole, mellizos. Muchos años más tarde, a la mansión vecina a su granja se muda Jake con su nueva mujer e hijo de la misma edad que los suyos.
Intentará luchar por su perdón pero... ¿Que pasará cuando el corazón de Natasha se vea invadido por otro hombre?.
Oliver, un hijo ilegítimo del padre de Jake, un guapo hombre que creo su propio y exitoso negocio con el cual se hizo conocido además de ser llamado "El Vassil ilegítimo".
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Capítulo 19: *Mónaco*
NATASHA
Miro a mis hijos y Oliver jugar juntos, sonrío... Soy feliz, soy muy feliz. Siento una emoción tan grande al tenerlos a todos.
– Tienes una gran familia... –me dice Teressa.
– ¡Oh!. Suegra, bienvenida –me seco una lágrima–. No me había dado cuenta que está aquí.
–No te preocupes –me sonríe–. No me canso de ver feliz a mí hijo, gracias a ti.
– Al contrario, suegra. Yo debo agradecerle a su hijo –vuelvo a mirarlo–. Jamás conocí que era tener una familia...Ahora si, gracias a él.
Teressa me abrazo con fuerza, es una mujer amable y noble, también una abuela muy consentidora en especial de Daniella.
Cenamos todos en familia.
– ¿Por qué no vamos todos a Mónaco? –pregunta Adler.
– ¡SI! –exclama Benicio–. ¿Podemos mamá, papá?.
– Aamm... Bueno. ¿Que dices, amor? –pregunta Oliver mirándome–. ¿Quieres?
– Sería una gran idea. Unas pequeñas vacaciones antes de las clases –digo.
– ¡GENIAL! –grita Nicole–. Nos vamos en unos días, antes de las carreras.
– Si, varias semanas, tenemos que hacer pruebas con el corredor –Adler nos mira–. Y las carrera para saber si entran a la carrera o no.
...****************...
• DOS DÍAS DESPUÉS • (Mónaco)
OLIVER
Vamos hacia el hotel donde vamos a hospedarnos, Benicio y Cata se durmieron mientras Daniella mira por la ventana del auto encantada con la ciudad.
– ¿Te gusta mí amor? –le pregunto.
– Si, papi –me responde con su hermosa sonrisa–. Es muy hermoso, es mí lugar favorito desde ahora.
–Vendremos las veces que quieras, hija mía –le digo sonriendo.
Miro a Natasha, está pérdida en sus pensamientos tiene su mano en su pecho, la conozco y algo le molesta.
– Mí vida –la llamo–. ¿Estás bien, amor?.
– Aaamm... Si, mí amor –me responde–. Es solo que... siento que algo va a pasar.
– ¿Algo? ¿Que es ese algo? –le pregunto.
– No tengo la menor idea –suspira–. Pero desde que aterrizamos tengo esa sensación.
– Si algo te molesta podemos regresar a Italia –le digo.
– No, no. Seguro no es nada, mí vida –me sonríe–. No te preocupes.
Llegamos al hotel, donde reserve una suite estamos todos muy cansados así que nos fuimos a acostar luego de una comida rápida.
Natasha y yo nos acostamos agotados, ella apoya su cabeza en mí pecho soltando un suspiro.
– Mmhh... Que cansancio –dice exhausta.
– Fue un viaje agotador –suspiro–. Recuerdo cuando Adler me dijo "Papá" por primera vez, fue un accidente pero me dijo papá.
• DOS AÑOS ATRÁS •
Era el cumpleaños número cuatro de los trillizos. Hicimos una fiesta solo para las personas más cercanas a la familia.
Los pequeños juegan y corren por todas partes. Miraba a todos con Adler a mí lado.
– Parece que todo está yendo bien –dice él sonriendo.
– Si, todo quedo bien –lo mire–. Gracias por ayudarme sino no lo hubiera hecho.
– De nada –me responde–. Y gracia por hacer feliz a mí mamá.
– Tu mamá me hace muy feliz –le sonrío–. Y ustedes también, Adler.
– ¡OLIVER! –me grito Natasha–. ¡Ven, mí amor, ayudame con esto! –dijo y se metió en la cocina.
– Bueno, iré a ayudar a tu madre –le dije para ir caminando.
– De acuerdo, pa... –se calla.
Detuve mí caminar quedándome helado. ¿Iba a decirme "papá"? ¿De verdad?. Me gire hacia él lentamente.
– Perdón, Oliver –se disculpo–. Es que mis hermanos siempre te dicen "papá" y me... Confundí –baja la mirada–. Lo siento si te moleste.
Lo mire emocionado, estaba esperando a que él y Nicole me consideraran su padre o algo cercano en lugar de "Oliver" o "el esposo de su madre".
Seguía con su mirada gacha, apenada. Le sonríe y extendí mis brazos.
– Ven aquí, hijo –le dije–. Abrázame.
Él me miró sorprendido y se congelo unos segundos, luego me sonrío y me abrazo y yo a él. Unas lágrimas caen por mis ojos y él llora también mientras nos abrazamos.
– No me molesta para nada... –le digo–. Que tu y Nicole me digan papá porque para mí ustedes son mis hijos.
– Jamás tuve un padre –me dice–. Y el mío es un idiota.
– Ahora tienes uno aquí –le sonrío–. Si tu quieres.
– Si, quiero que seas mí padre –me dice.
• ACTUALIDAD •
Ahí empezamos una relación padre e hijo, poco tiempo después Nicole también me llamaba papá. Ellos aceptaron cambiarse el apellido a Ferrari y así se volvieron mis hijos legalmente.
– Ellos te adoran, mí amor –me dice–. Jamás dudes eso.
– Lo se y yo los adoro a ellos –le sonrío–. Tampoco quiero que duden eso.
Le doy un beso y nos dormimos.
...****************...
ADLER
Nos despertamos temprano para ir circuito donde se correrán las carreras clasificatorias. Desayunamos y nos vamos en los autos. Al llegar nos reciben muy bien.
Subimos al palco dónde se encuentran todos y el corredor que quiso mí auto.
– ¿Estás emocionado, hijo? –me pregunta mí padre.
– Algo, papá, y nervioso... Muy nervioso –le sonrío–. Espero que todo salga bien.
– Todo saldrá excelente, hermano –me dice Daniella–. Tu auto es muy bueno.
– Muchas gracias, Princesa –le acaricio el cabello.
Las puertas del ascensor se abren ante nosotros, salimos unos pasos pero nos quedamos helados automáticamente ante nosotros... Los Vassil.
Jake y el resto de la familia se giran hacia nosotros, mí madre sujeta el brazo de mí padre quien fusila a los Vassil con la mirada. La mirada de Jake cae en mí madre luego en mí padre y finalmente en mis hermanos.
Se acerca lentamente, mí padre se adelanta cubriendo a mí madre y hermanos, yo lo sigo enfrentadome a él.
– Vaya vaya... Los Ferrari –dice el con una sonrisa–. Bienvenidos.
– Dame una sola razón para no hacerte pedazos –le dice mí padre.
– Oliver, amor –lo llama mí madre–. Los niños están aquí.
– Con que... ¿Sus hijos? ¿Eh? –dice pasando su mirada por mis hermanos–. Felicidades veo que no te engaño a ti.
Mí padre se tensa, está apunto de explotar. Veo a todas las personas presentes nos estan mirando esperando a ver qué pasa. Tomo el brazo de mí padre.
– La gente nos está mirando, no es el lugar –le digo–. Papá... Por favor.
Jake tiembla detrás mío al escucharme llamar papá a mí papá porque es mí padre.
– Tienes razón, hijo –me dice–. Perdón, vamos a calmarnos.
Se aleja lentamente de Jake y yo suelto su brazos, me giro hacia ellos están todos aquí... Alina, la zorra vieja de la madre de Jake, Erick y su pequeña hermana imagino, atrás está Ethan quien mira a mí hermana pero a su lado hay una chica rubia que lo toma del brazo.
– Imagino que tu... –Jake me mira–. Adler Ferrari... Dejaras que mí hijo corra con tu auto.
– ¿Corre? –miro a Erick–. ¿Corres, Erick? ¡Que sorpresa!.
– Lo hago, Adler –me dice con una sonrisa–. Ethan y yo correremos.
– ¡Ah claro! –dice Jake–. Ethan es un gran corredor y a su lado, la bella señorita, su novia Danna.
Me giro hacia mí hermana, en estos seis años no ha tenido novio, imagino que Ethan era la razón. Su cara intenta permanecer sería pero se nota un gran dolor, traga saliva con dificultad.
– Quizás tu hermana y Danna puedan llevarse bien –dice Jake.
Bastardo hijo de puta.
– Permiso, me tengo que ir –dice Nicole–. Buena suerte, hermano.
– ¿Puedo ir contigo? –pregunta Danna.
– Yo iré con mí hermana –dice Daniella–. Vamos, Nicole.
Gracias a Daniella quien se lleva maravillosamente con Nicole pueden salir del palco. Mientras aquí siento que en cualquier momento el infierno se desatará.