Anastasia alegre, espontánea y feliz... En su segunda vida conocerá al Gran General, un hombre recto, estricto y de pocas palabras.
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El lago
Anastasia y Alexander llegaron a un pequeño lago rodeado de grandes árboles y hermosas flores.
- Este lugar es muy lindo...
- ¿Qué haces?
- Me saco los zapatos para mojarme los pies
- pero...
- ya, no te hagas el Santo, soldadito pervertido, si te molesta verme como me baño, date la vuelta
Anastasia se quito los zapatos, las medias y una de las capas del vestido y se sentó en una pequeña roca metiendo sus pies al agua...
- eres bastante aburrido soldadito
- ¿aburrido?
- sí, aburrido... espera qué crees que haces...
Alexander se quitó los zapatos los tiró cerca del árbol y entro caminando al lago...
- espera!... qué crees que haces, estiró la mano e hizo que ella quedara también de pie dentro del agua
- idiota, ahora estoy demasiada mojada
El General tomó agua con sus manos y se la lanzó al rostro.
- soldadito pervertido estas acabado...
Ella intentó correr dentro del agua, pero con lo pesado que se habían puesto las telas de su vestido, no pudo avanzar mucho, por lo que cayó sentada al agua... las risas de Aragón cubrían todo lugar, mientras ella daba golpes al agua de frustración
- debo reconocer que para ser alguien aburrido, me he reído bastante...
- espera que te agarre idiota...
Ambos se dieron cuenta que las pulseras estaban parpadeando y cambiaron sus apariencias.
- bien, siento que me queda mejor el rubio
- y me dices a mí presumido
- yo soy linda, inteligente, amorosa, simpática, empresaria, fenomenal...No te compares conmigo soldadito.
- humilde, te falto decir
(susurrando) -estúpido
- deja de rabiar conmigo Anastasia...
- así o sino que...
Anastasia ya estaba de pie le había costado bastante pararse y volvió a caer por un pequeño empujón del General
- me vengaré soldadito, me vengaré
Anastasia con todas sus fuerzas se puso de pie y saltó hacia la espalda de Alexander haciendo que este se desestabilizara y ambos cayesen al agua... ahora ella era la que reía, mientras Alexander estaba completamente mojado, estaba tan entretenida que no se dio cuenta, cuando él desapareció de su vista...
- soldadito qué te pasó... soldadito pervertido... dónde estás... No creo que se haya pegado la cabeza... Alexander, Alexander me escuchas....
Ya comenzó a preocuparse, cuando sintió que le tiraban el pie, no alcanzó a voltear cuando nuevamente entró al agua.
- idiota y yo preocupándome por ti
Él la cargó en sus brazos, quitó un mechón del cabello de su rostro y le dio un dulce beso.
- tenemos que volver al carruaje, no te puedes enfermar
- bájame ahora
- te das cuenta que eres tú quien tiene tus manos en mi cuello.
Ella al darse cuenta inmediatamente sacó sus manos
- Además si te suelto ahora volverás a caer el agua
- bien tendrás que llevarme cargando hasta el carruaje
- está bien, acepto el desafío
Alexander puso Anastasia sobre su hombro para ponerse los zapatos y la cargó con ambos brazos por el bosque
- tengo frío
- Aún es temprano, pasaremos por un pequeño pueblo muy especial, que está cerca, para comprar ropa
- ¡que bien!, me encanta conocer nuevos lugares...
Anastasia de lo contenta que estaba, no se dio cuenta que volvió a apoyar sus brazos en el cuello de Alexander y ahora por primera vez, fue ella quien lo beso, él se sorprendió, pero al darse cuenta que ella siguió como si nada, siguió caminando con una sonrisa embobada hasta llegar al carruaje.
