LOS HEREDEROS

CAPÍTULO 8.

Giovanni y Massimo tomaron el jet y partieron rumbo a Rusia. Una vez allí, se encontraron con sus amigos Illya y Luka Rostov.

-Vaya, vaya. Mira quiénes decidieron mover sus traseros hasta aquí. -hablo Luka levantando una ceja.

-Sabes que la distancia de Italia a Rusia es la misma que de Rusia a Italia, ¿verdad? -hablo Massimo mirándolo igual de desafiante.

Los amigos rieron y se saludaron con un fuerte abrazo. Luego de que Massimo y Giovanni se alojaran en un hotel, se juntaron con sus amigos para ponerse al día y para planear su jugada.

-Entonces… Los próximos días seguiremos sus movimientos y el día de la fiesta de compromiso atacaremos. -Exclamo Luka.

-Debemos estar listos para ese entonces. -Dijo Illya.

-¿Cómo estamos de provisiones? -pregunto Massimo, emocionado.

-Ni te imaginas mi hermano. -respondió Luka. -Tengo un par de bebes que te encantaran.

-Veo que Dessault está haciendo bien su trabajo. ¿El cargamento llegó en buenas condiciones? -pregunto Giovanni

-Excelentes. Las mejores armas están aquí, en Rusia. En nuestro poder. -Exclamo Luka con brillo en sus ojos. -Y eso, es gracias a ustedes.

Los amigos rieron y luego de terminar sus planes de ataque, se pusieron al día con sus vidas.

-¿Y qué es de la vida de la pequeña Camila? -preguntó Luka, curioso.

Massimo frunció su ceño y observó a su amigo, en alerta.

-Pues… Bien, ya sabes como es ella. Se acaba de graduar y la convencimos de que se quedara a cuidar a nuestros padres.  -hablo Giovanni.

-Oh, así que regreso de Londres.

-Sí, hace un tiempo

- ¿Y sigue soltera? -pregunto\, esta vez elevando una ceja hacia Massimo.

-¿Acaso estás interesado en ella?, pregunta Massimo enojado.

-No, solo tenía curiosidad. -Dijo él. -Camila siempre fue una chica bella, no me sorprendería que esté comprometida. -exclamo sabiendo que eso provocaría a su mejor amigo. Illya y Giovanni, por su lado, observaban la escena ocultando sus risas. Obviamente, lo que Luca decía, tenía efecto inmediato en Max.

Massimo rio.

-Eso si no lo asesino antes. -Dijo murmurando, aunque los chicos alcanzaron a entender claramente sus palabras.

Giovanni miró a su amigo confundido.

-¿Estás bien amigo? -pregunto él, ya sabiendo la respuesta.

Massimo suspiro.

-Creo que mejor vuelvo al hotel. Estoy cansado. -Dijo. Se despidió de sus amigos y volvió al hotel.

¿Qué diablos me está pasando? ¿Por qué me siento de esta manera? -pensaba… -¿Es posible que ella y yo aún tengamos una oportunidad? -pensó, pero luego borro sus pensamientos. ¿Que diablos pienso?, eso no pasara.

Massimo sacudió su cabeza y se dirigió a la cama, pues no quería pensar más en ella. Solo quería acabar esta misión y regresar a Sicilia.

Pasaron algunos días hasta que, finalmente, llego la tan esperada fecha del compromiso y, por lo tanto, el momento de llevar a cabo su plan.

Massimo estaba limpiando su “UZI”, cuando Giovanni interrumpió.

-Vaya, te veo emocionado. -Dijo.

-Solo quiero terminar la misión y regresar a casa. -Dijo. -Además, hace mucho no ocupaba esta bebé.

Giovanni sonrió.

-Massimo. Sabes que eres mi hermano de otro padre y te adoro como tal.

-Lo sé.

-Entonces también sabes que noto cuando hay algo que te altera.

Massimo suspira y aprieta el puente de su nariz, apoyándose sobre sus rodillas, frustrado y cansado.

-¿Qué quieres de mi Gio?

-Solo quiero saber… ¿Qué te sucede con mi hermana?

-¿Qué? ¿Qué dices?, no ocurre nada con ella. Solo que no la soporto.

-No puedes engañarme Massimo. Puedes mentirle a cualquiera. Pero no a mí. He notado tus actitudes, tus reacciones cuando la ves cerca de otro hombre. ¿Por qué te negaste a que viniera con nosotros?

-Porque solo estorbaría y necesito la cabeza fría en esto. Necesito concentrarme en la misión.

Giovanni lo observa confundido.

-No puedo concentrarme en mi trabajo si ella está en peligro.

Giovanni lo observa divertido.

-Estas perdido hermano.

Luka Rostov

Illya Rostov