Maximiliano Smith, el último soltero de los Insoportables descendientes, nos contará su historia de amor. Después de una relación fallida y una hija, encontrará a la mujer que haga latir su corazón.
Solo que ella, será un alma indomable y él deberá luchar para penetrar esa dura coraza, si quiere el premio mayor. "el corazón de su amada".
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CAPÍTULO 15
Fabián sintió un nudo en el estómago y comenzó a caminar hacia Malena.
Pero su esposa lo interceptó.
—Ni se te ocurra, avergonzarme al irte con ella.
—¡¡Vete al diablo!!.—le respondió Fabián alterado y la apartó.
El ambiente se puso tenso y los Bizarros, disfrutaban del espectáculo.
Malena se paró frente a ellos y les sonrió.
—¡Felicidades a los novios! Me siento muy avergonzada, por no haber traído un presente. Pero al parecer, he estado un tanto distraída, el último año. No lo sé, tal vez, el pan con café afectó mis neuronas.
—¡¡Malena por favor!! ¡¡Hablemos en privado, hija!! —le suplicó Denisse, acercándose hacia ella.
Malena levantó sus manos y retrocedió, evitando que Denisse la tocara.
Ella no quería calmarse esta vez. No quería ser una señorita refinada. Tenía toda la intención de devolverle un golpe a la vida, aunque fuese uno.
Por primera vez. Quería saber, cómo se sentía, ser la culpable de algo más, que de haber nacido y haber pensado que merecía un poco de amor en este mundo.
Fabián llegó hasta ella y con susurros de amor, trató de calmarla.
Pero eso, no era necesario. Malena estaba peligrosamente calmada. Ella llevó su dedo índice a sus labios y le hizo señas a Fabián de que no pronunciara ninguna palabra.
Pero no todos estaban calmados, ni dispuestos a ser amables con ella.
—¡¡Fuera de aquí!! No tienes ningún derecho a interrumpir mi boda. —le gritó la novia y Depp corrió hacia su prima para calmarla. No quería que Malena la lastimara.
Fabián apartó a su esposa y miró a Malena directamente a los ojos.
—Malena tenemos que hablar, por favor.—le suplicaba Fabián, pero ella retrocedía, mientras negaba con la cabeza.
—¿Ahora quieres hablar? Después de haber bloqueado mi número, durante dos meses. Pues no me interesa. ¡Ya nada me interesa!, ni tu estúpida esposa, ni tu estúpida boda, ni tu estúpido pastel —le dijo Malena empujando el pastel hacia el piso —Ni tú —le dijo Malena señalándolo con el dedo índice.
Los hombres de Fabián estaban conteniendo a los de escoltas de los Bizarros y los de Maximiliano los estaban apoyando.
Nuestro sexy CEO estaba muy entretenido con el divertido espectáculo y no quería que nadie lo interrumpiera. Quería seguir escuchando a la despechada mujer.
Maximiliano se acercó a su madre, para burlarse de la situación.
—Madre, no sabía que las bodas, fueran tan divertidas —le susurró a su Julieth y recibió un codazo en respuesta.
Mientras que Fabián, dejaba salir su llanto y seguía rogándole desesperado.
—Malena, hablemos en privado. Por favor escúchame. Todo tiene una explicación.
—Si, claro que la tiene. Aunque creo que más bien, es una lección. Una que jamás debo olvidar. No - debo - esperar - nada - bueno - de - la - vida. Ya lo entendí Fabián, ni siquiera mi madre me amó. Mi padre me abandonó. Supongo que en ese momento, debí entenderlo.
—Malena te equivocas...—trató de decirle Fabián, acercándose nuevamente hacia ella.
Pero Malena, retrocedió dos pasos más.
— No, pero no te preocupes. Después de esto, lo entendí y te prometo no olvidarlo jamás. De verdad, te deseo que seas muy, pero muy feliz. Porque tú, si te lo mereces. Gracias por la ayuda, hiciste una buena obra de caridad conmigo. Pero ya no la necesito y no la quiero.
—No estás sola Malena, ¡yo te amo y tu verdadero padre, también te amó! —le gritó Fabián tratando de despertar el interés de ella y poder tener la oportunidad de explicarle todo.
Pero Malena, estaba cegada por el dolor. Le comenzaba a faltar el aire. Necesitaba salir de ahí, sentía que en cualquier momento se rompería delante de ellos y juró que no volverá a llorar por nada, ni por nadie.
—Malena, no saldrás de aquí sin escucharme. —le advirtió Fabián.
—Ja, ja, ja. No seas descarado. Ya no tengo nada que hacer aquí. Déjame ir en paz. Te juro que no volverás a saber de mí —le dijo Malena, girando sobre sus talones y comenzando a caminar hacia la salida.
Fabián no pudo contenerse más y corrió hacia ella y la abrazó por la espalda y ella se quedó paralizada. Él le susurró al oído que lo escuchará, pero Malena se zafó de sus brazos y se volteó.
Ella lo miró a los ojos y lo abofeteó.
Aun así Fabián intentó detenerla, pero ella lo golpeó en sus partes con la rodilla y lo derribó.
Fabián se agachó para tratar de recuperarse y le gritó:
—¡¡Malena!! Por favor. Regresa
—¡¡Déjenla ir!! —gritó el viejo Bizarro a sus hombres, presionado por su hija y Malena salió corriendo del lugar.
Pero Fabián no estaba dispuesto a darse por vencido.
—Debo ir tras ella —le dijo Fabián a su madre, que se acercó para ayudarlo a mantenerse de pie, mientras trataba de recuperarse del golpe.
—Déjala ir. La conocemos muy bien Fabián. Sabemos que no te escuchará, hasta que se calme.
—Mamá, Malena solo nos tiene a nosotros y lo sabes. No tiene a dónde ir.
—Ya no es tu problema. Ve con tu hija, que aún está asustada. Mi comadre se encargará de ella. Ofendió a los Bizarros y nosotros no podemos protegerla.
—¿Se te olvida, que es mi hermana?
—Por supuesto. Que no se me olvida. Pero ahora el bienestar de mi nieta, está por encima de todo. Esa niña es mi sangre y la defenderé con uñas y dientes.
—Eres una hipócrita. Por eso, la abandonaste. Por eso no volviste a visitarla. Estoy decepcionado de ti. —le dijo Fabián a Denisse, alejándose de ella.
Mientras tanto, Maximiliano le daba órdenes a los hombres que la estaban siguiendo. Ellos debían cuidarla y evitar que hiciera alguna tontería.
Felicitaciones y éxitos en todo tu andar por la vida.