Soy "Jessica Sinclair" , ese es mi nombre a diferencia de lo que todos creen, no soy la hija mimada , ni la princesa de papá , es todo lo contrario, a pesar de ser la hija biológica parezco más la adoptada y en esta trama no sólo soy yo, también está él, Edward Jones y no menos importante ,Sara Sinclair _mi pequeña hermana adoptada.
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Buenos días, Señor Ethan
En la suite del hotel, la reunión entre la mujer mayor y Mary Ann había llegado a su final.
La mujer mayor con voz de acero dijo,
—Bueno, dile a tu hija que nuestra reunión ya se acabó. Llévatela de una vez, no queremos que se encapriche con mi nieto ¿verdad?—ordenó Barbara con desprecio.
—Pero... —intentó objetar Mary Ann.
—¡Pero nada! No voy a permitir que ni ella, ni nadie arruine mis planes. Sarah solo era la fachada para que te vieran llegar y así poder justificar tu presencia aqui, acaso crees que la gente no sabe quien eres.
Pero si la dejas comportarse como una zorra todo el tiempo no está bien.
Aunque ella no es nada mío, no voy a permitir que arruine todo lo que hemos conseguido hasta el momento.
La crueldad de Barbara era punzante, pero Mary Ann la conocía bien.
— Dime algo, dijo Barbara con cierta burla ¿si fuera Jessica la dejarías actuar igual?, Mary Ann solo maldijo en su interior , aunque esta mujer era su tía, siempre fue despreciable.
—No me digas que a ella sí la quieres, cuando sabes que prácticamente la estás cambiando por dinero.
Barbara se encogió de hombros, sonriendo como si lo que acabara de decir fuera lo más simple. —
Ya te lo dije, ellas son solo un medio. Esa niña [Jessica] lleva mi sangre, sí es mi hija , pero detesto al estúpido de su padre. De no ser por él, no habría perdido mi dinero en aquel viejo trato.
La voz de Mary Ann se llenó de un odio frío, centrado en el pasado.
—¡Quién te mandó a ser una zorra como la bastarda aquella que adoptaste! —espetó Barbara, refiriéndose a Sarah, confirmando el hecho de que Sarah no era hija biológica de Mary Ann.
Al oír eso, Mary Ann odió a su tía, pero tenía razón. Aunque Jessica fuera su hija, lo que ella realmente amaba era la posición y el dinero. De no ser por su embarazo con Jessica, quizás su vida hubiera sido distinta, un camino menos dependiente del estatus.
En cuanto a Sarah, no era que la quisiera, sino que a ella la podía dejar morir en cualquier momento. Al fin y al cabo, era la bastarda de su querido esposo, la hija de una aventura. Solo tenía que seguir fingiendo un cariño que no existía ,cuando le ofreció adoptarla para ser compañera de Jessica ella no quiso, pero cuando le hablo del divorcio, supo que jamás volvería a ver su dinero y encima cargaría con una niña así que a regañadientes acepto para enterarse después de que era una bastarda.
La mala sangre era algo normal en esta familia sin escrúpulos.
Luego de oír las quejas de esa mujer, Mary Ann se puso en pie y llamó a Sarah.
—Cariño, debemos volver juntas. No queremos que tu papá y Jess sospechen, ¿verdad? —La falsedad en su voz era perfecta.
—Sí, mamá. Nos reuniremos en el mismo lugar. Salgo enseguida.
Edward salió del baño, recién bañado, usando solo una toalla anudada a la cintura.
—¿QUIÉN ES? —preguntó, con una indiferencia egoísta.
—Era mamá, cariño. Tengo que volver, aunque si tú quieres... —Sarah dejó la frase en el aire, invitándolo a quedarse.
—Tengo mucho que hacer, hermosa. Es mejor que vuelvas con tu madre a casa, así no me preocuparé —dijo Edward, regresando a la indiferencia.
—ESTÁ BIEN —dijo Sarah, algo disgustada por la repentina falta de interés de Edward.
Y así, Sarah se reunió con su madre, y ambas volvieron a casa juntas sin levantar sospechas o eso creian ellas.
A la mañana siguiente, Ethan aguardaba en su oficina ejecutiva. Miraba la hora, y faltaba poco para ver a su niña. Sabía que... esta reunión traería consigo varios puntos importantes.
Se levantó de su asiento y miró la vista panorámica de Nueva York, pensando en el plan.
El recuerdo de la flor amarilla y su pregunta en la biblioteca no había sido respondido por Jessica verbalmente, pero el impacto que tuvo en sus ojos fue suficiente. Ella no recuerda, pero su alma sí.
Justo a las nueve en punto, la puerta se abrió. Jessica entró, vestida con un conjunto de negocios elegante que la hacia lucir realmente hermosa.
—Buenos días, Señor Ethan —dijo ella, con una calma que traicionaba su nerviosismo.
—Buenos días, Jessica. Por favor, toma asiento y no me llames Señor por favor, solo te llevo un par de años, haces que me sienta como mi padre.
Ante estas palabras Jessica sonrió, dejando así de lado su nerviosismo.
__Tenemos mucho que discutir, y poco tiempo. Dijo Ethan._
Una vez que se sentaron, Ethan desechó de inmediato el pretexto de los abogados.
—La deuda de Aethelred Tech está confirmada y es una trampa. Pero vamos a discutir algo más urgente.Algo que creo que necesitas saber.
Ethan deslizó su tableta hacia Jessica. En la pantalla, no había gráficos financieros, sino fotos de Sarah y Jessica entrando juntas a un hotel y después de una tercera mujer junto a ellas, junto con un reporte de transferencias.
—Tu hermana y tu madre no estaban de simples compras. Estaban conspirando con el asistente de Mathew Jones hace unos días, y ayer tu madre se reunio con la mente maestra detrás de todo esto la madre de Matthew, Barbara,mientras Sarah entretenia a Edward, pero supongo que eso último ya lo sabes.
Jessica se quedó sin aliento. La confirmación de que su madre esté involucrada, aliada con la mujer que había destruido a Liam y había dado origen a Matthew, fue devastadora,pero sobretodo el dolor que penso no sentir al saber que ella habia estado detras de todo lo que le ocurrio.
—¿Por qué me dices esto? —preguntó Jessica, con la voz apenas audible.
—Porque eres mi socia. Y porque sé quién eres tú, Jessica. No la chica que Edward y Matthew creen que eres. Eres la única persona honesta en esta ciudad, la única en la que puedo confiar.
Ethan se inclinó y dijo;
Te prometo que te ayudaré y cuidaré de de ti si me permites hacerlo.
La intensidad en sus ojos, la seriedad de su promesa, golpeó a Jessica con una fuerza que no podía ignorar. Ella no lo recordaba de su vida pasada, pero sentía claramente que había olvidado algo muy importante, había cambiado su perspectiva. Ella sabía que había más de lo que veía.
—Mi madre... —Jessica luchó por procesarlo—. Sabía que su madre jamás la ayudo en el pasado, pero que ella también estuviese involucrada eso no lo imagino
¿Qué hacemos ahora?
—Ahora, jugamos el juego de Barbara. Ella quiere usar la deuda para desacreditar a Liam y a mi padre, por eso nos querian tener en la oscuridad.
Vamos a dejar que piensen que están ganando, mientras les quitamos el control de la empresa.
Pero para eso, necesito que te comprometas ayudarme.
Ethan le dio una mirada de plena confianza. —
Tienes que hacerle creer a Edward que la única manera de mantenerte es con su ayuda. Así todo será responsabilidad suya una vez que todo salga a la luz y nosotros iremos resolviendo todo por detras ,sin que lo note y así sacaremos a Matthew y Edward del juego. Todo el engaño lo haremos público, los dejaremos expuestos.Sera momento de que ellos también se den cuenta de que son peones de esa despreciable mujer y así ella ya no se mantendrá en las sombras, la haremos salir de su escondite.
__¿Puedes hacer eso,Jessica?
Jessica lo miró a los ojos. Había dolor por la traición de su madre, pero una feroz determinación en su interior creciendo.
—Sí, Ethan. Puedo hacerlo. Dime como iniciamos.
La alianza estaba sellada, no solo por negocios, sino por una verdad compartida que solo ellos dos conocían, una verdad que tenía sus raíces en una vida pasada ,presente y un amor que se había negado a morir .Uno que Ethan aún guardaba en su interior y del cual Jessica tendría conocimiento pronto.