Selena buscaba libertad. Huir de su pasado, de los lazos que la asfixiaban, de una vida que ya no sentía suya. Londres era su promesa de renacimiento.
Pero jamás imaginó que su nuevo comienzo la pondría cara a cara con él. Ben. El hombre que en su adolescencia la hizo temblar de rabia... y de algo más oscuro y peligroso que nunca se atrevió a nombrar.
Ahora, como su jefe, Ben la observa con la misma intensidad de entonces, pero ya no hay espacio para juegos inocentes. Cada roce, cada mirada, cada palabra no dicha entre ellos es una chispa a punto de incendiarlo todo.
Él nunca la olvidó. Nunca dejó de desearla.
Selena deberá decidir si sigue luchando contra el deseo que la consume o si se rinde ante una pasión que puede destruirlos... o salvarlos.
¿Puede el amor nacer del odio? ¿Puede el deseo vencer al miedo?
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Capitulo 9: Ben es mi jefe
Selena:
Termino de vestirme, me coloque una pollera al cuerpo color negro, camisa blanca y llevo mi cabello suelto, también guarde una colita en mi cartera por si llego a cansarme de llevarlo así, mi maquillaje es muy sencillo un poco de rimel, corrector, iluminador y un balsamo de labios.
Salgo tratando de soportar estos tacos aunque no son altos, no estoy acostumbrada, hace mucho que no los usaba pero tendré que hacerme la idea. Camino rápido para llegar al metro, hoy no puedo llegar tarde pero tampoco puedo darme el lujo de gastar en un taxi, así que ni modo tengo que salir antes y tomar el metro.
Estoy enfrente de la oficina de recursos humanos esperando para poder firmar el contrato y así comenzar en mi nuevo trabajo, esto me genera mucha emoción, veo salir a la chica que ayer me entrevistó, está me dice que ya puedo entrar y me explican sobre el puesto, el salario, los horarios y mucho más, me dan tiempo para leerlo pero después de repasar una y otra vez, decido firmar, rogando estar haciendo lo correcto.
-Muy bien, señorita Selena bienvenida a la compañía, ahora puede ir a su nuevo puesto-
-Muchas gracias, si, ahora mismo- antes de que pueda irme está vuelve a hablar.
-Le doy un consejo, parece necesitarlo, no cometa ningún error y tenga mucho cuidado, él señor William, no es una persona de segundas oportunidades, téngalo presente-
-Muchas gracias señorita, ahora con su permiso me retiro-
Está asiente, mientras me retiro no muy convencida con que me haya dado un consejo, pareció más una advertencia, y que quiso decir con “parece necesitarlo”, directamente esa chica no me genera para nada confianza, trato de acomodar mi falda y camisa, antes de llegar al piso donde trabajaré, al llegar es muy hermoso, como toda la compañía se nota que tienen bastante poder y un buen gusto, veo a una chica sentada detrás de un escritorio y decido ir hacia ella, ya que no se cual es la oficina de mi jefe.
-Buenos días, soy Selena la nueva secretaria del señor William- antes de llegar hoy no tenía ni idea de para quien trabajaria, sin embargo la de recursos humanos nombro su apellido.
-Un placer, me llamo Ingrid y soy la secretaria del señor Tristán, debes estar perdida, será un placer llevarte hasta la oficina del señor William- yo sonrió ante su amabilidad, está camina unos pasos y para al frente de una gran puerta.
-Esta es la oficina del señor William-
-Muchas gracias por tu ayuda-
-De nada querida, cuando quieras algo no dudes en decirme, nos vemos en el almuerzo-
-Claro, nos vemos y muchas gracias nuevamente- Está se retira a su puesto mientras yo tocó la puerta.
-Adelante-
-Permiso señor, soy su nuev…..a- levantó la mirada quedando conectada con la suya y vaya que me llevo una gran sorpresa..
-¿Selena?¿Eres mi nueva secretaria?- escuchó nuevamente la voz de Ben o debo decir del señor William, no sabía que le iba tan bien, hasta tiene su propia compañía, aunque sus padres lo habrán ayudado, el nació en cuna de oro.
-Ben, lo siento, señor Ben, esto debe ser una confusión- suelto muy confundida por toda esta situación.
-Tranquilízate, aunque sea un poco raro, ya somos adultos y debemos actuar como tal-
-¿Cómo me pides que me tranquilice? Es una situación muy rara y creo que lo mejor será que renuncie y nos olvidemos de esto-
-Selena, por favor, se que es raro pero como dije antes somos adultos, no somos los mismos adolescentes que no se soportaban, podemos intentar llevarnos bien, además yo necesito una secretaria y tú necesitas el empleo, sino no estuvieras aquí, así que lo mejor es aceptarlo y sobrellevarlo de la mejor manera- este se acerca a mí -¿Qué dices?-
-Esta bien, no perdemos nada con intentar, además necesito el dinero-
-Perfecto, ahora necesito que me ayudes a revisar unos papeles, que debemos entregar mañana¿Estás de acuerdo?-
-Claro, voy a mi escritorio y los reviso-
-No, los veremos juntos en mi oficina- suelta y yo intento no sobre pensar las cosas, verlo a Ben enfundado en ese traje que le queda divino, hace que mi cabeza no deje de imaginar escenas nada apropiadas.
Este me dice que tome asiento, me pasa unas carpetas y comenzamos a revisarlas, me explica que debo buscar, pasamos una hora así, sentía que algunas veces se me quedaba viendo, aunque yo también lo miraba y ¿quién podría culparme? si se ve estupendo y sobre todo muy atractivo.
-Señor, ¿Quiere que le preparé algún café o infusión?- suelto acordándome que mi trabajó también es ofrecerle de tomar o comer.
-Quiero un café con leche con una cucharada y media de azúcar, por favor-
-Ahora mismo se lo traigo- Me levanto, saliendo de la oficina en busca de Ingrid, por suerte está sigue en su escritorio.
-Disculpa Ingrid, nuevamente necesito tu ayuda, ¿En dónde están las cafeteras o donde está la cocina? El señor quiere un café con leche-
…
Estamos almorzando con Ingrid, en la cafetería de la compañía, es muy grande y si quieres puedes comer afuera ya que está, está bien equipado, buscamos una mesa afuera que esté disponible, mientras llevamos nuestras bandejas yo me serví dos porciones de lasaña, una manzana de postre y agua, mientras que mi acompañante se pidió unas hamburguesas de pescado con una coca de dieta, yo miro su almuerzo horrorizada pero trato de que no se de cuenta.
-Aqui ¿Te parece?- me pregunta Ingrid
-Claro, tomemos asiento-
-¿Cómo está yendo tu primer día de trabajo?-
-Fue raro pero estoy muy contenta-
-¿Raro?-
-Si lo que pasa es que yo conozco al señor William, crecimos en el mismo pueblo e íbamos al mismo instituto-
-No me lo puedo creer, es como suelen decir que el mundo es un pañuelo-
-Digo lo mismo, de todas las compañías para las que aplique y justo vine a quedar seleccionada a esta-
-Si, es todo una coincidencia- está lo dice sonríendo y yo no entiendo su risa pero lo dejo pasar.
