Esto más que ser una simple novela es una historia real, que nos enseña un poco de hasta dónde podemos llegar basándonos en las heridas de nuestro pasado y en tomar malas decisiones que no sólo nos afectan a nosotros si no también a nuestra descendencia.
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carnada
Cuándo Ana llegó a su destino estaba muy asustada, ya que no sabía a lo que se enfrentaría y a medida que se adentraba al pueblo la actitud de aquella mujer era mas extraña.
Ana era una jovencita que apenas estaba por cumplir sus quince años, rostro de corazón, de 1:58 de altura, cabellos negros y ondulados que caían sobre sus hombros, una figura muy bonita, una piel canela que brillaba, cejas espesas, largas pestañas, y unos ojos tan oscuros como la noche...
Así que sería una novedad en aquel lejano pueblo y de eso se aprovecharía muy bien la desalmada mujer. Llegaron a un lugar dónde aparentemente vendían licor la mujer hablaba en secreto con una señora de muy baja estatura y de voluptuoso cuerpo, con ojos grandes que escaneaban minuciosamente a Ana, la mujer esbozó una leve sonrisa de satisfacción, Ana no tenía idea de lo que aquellas mujeres hablaban, al terminar la charla la mujer que la llevó hasta ahí recibió un sobre del cuál no era necesario ser adivino para saber lo que contenía y así dándole un último vistazo a Ana desapareció casi que por arte de magia, Ana aún no asimilaba que la habían abandonado cuándo aquella mujer de baja estatura se le acercó y al momento supo que su nombre era Dorothy, cuándo Ana estaba por responder ella le dijo que su nombre sería Elisa y que debía olvidar el nombre con el que había llegado, además no podía decir por nada del mundo su verdadera edad, que desde ese momento tendría 18 años, Ana aún confundida y sin poder hablar fué guiada a una mesa dónde comió y sació su sed, y luego fué guiada por un camino estrecho y oscuro a un cuarto de un lugar que parecía una posada, Ana no alcanzó a visualizar mucho ya que iba sumamente cansada y sólo se bañó y se durmió, pensando que a la mañana siguiente vería a la mujer que la había llevado hasta allí y tendría las instrucciones de su nuevo empleo.
Al día siguiente Ana se despertó con el sonido de la puerta, y cuándo abrió era un señora de unos sesenta y tantos años, de contextura delgada y rostro de corazón, le dijo con brusquedad que se apurara a desayunar que no esperarían por ella todo el día, Ana se apresuró a lavar su rostro y fué guiada a una sala dónde había una larga mesa y habían varias mujeres, una más linda que la otra, todas jóvenes y apenas vestidas, todas voltearon a ver a Ana y le hacían muecas de desagrado, Ana se sintió muy incómoda, estaba a punto de llorar cuándo fué empujada por la señora que la había despertado hacia la mesa para que desayunara. Pronto la señora comenzó a dar instrucciones de limpieza a todas, a Ana le tocaron los baños y ella sintió alivio porque pensó que ese sería su trabajo, Dorothy entró a la sala y comenzó a decir: Ésta noche habrá un evento especial, presentaremos a Elisa, su nueva compañera, así que terminen sus tareas rápido porque deben prepararse para estar lindas y listas, abriremos el bar más temprano de lo normal.
Mujer 1: Y de dónde sacaste a ésta, ni que fuera muy especial.
Mujer 2: Además ni bonita es, tiene cara de mosca muerta.
Dorothy: limitense a cumplir órdenes que para eso están aquí.
Ana sentía que su corazón se iba a salir de su pecho, en su mente hacían eco las palabras de Dorothy, ella sería presentada en ese bar como carnada. No sabía que hacer ni a quién pedir ayuda, tal vez si llamaba a su abuela la ayudaría a salir de ahí, pero recordaba que su abuela en el pasado no hizo nada por ella estando cerca, mucho menos haría ahora estando tan lejos, ni ella misma sabía dónde estaba.