Williams, un joven adolescente, descubrió su orientación sexual con su amigo más cercano. Al revelarlo a su familia, se encontró con una oposición feroz y fue expulsado de su hogar sin ayuda. Desesperado, buscó a su amado solo para descubrir que también lo había abandonado. Destrozado, vagó por las calles en busca de un lugar donde vivir. En su camino, se cruzó con Luke, un hombre bondadoso que, junto a su esposa, le ofreció refugio y apoyo. Años después, Williams conoció a Steven, un lobo delta que lo reclamó como su pareja, trayendo consigo una nueva esperanza y un futuro lleno de amor y aceptación.
tercer libro de Génesis la gran luna
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capítulo 3
Al otro día, los chicos despiertan con el grito de la madre de Williams. Cuando abre los ojos Williams se encuentra con la mirada de Gastón, sus ojos son color café.
— buenos días, — dice Gastón con besos pequeños por el rostro de Williams, de un movimiento se coloca encima, besándolo intensamente.
Al cortar con el beso Gastón deja caer su cuerpo sobre el de Williams, — sera mejor levantarnos tu madre es capaz de enviar a tu hermana, —
Williams sonríe por las palabras de Gastón, su corazón no deja de latir con cada demostración de afecto por parte del chico que despierta muchas sensaciones en él.
Se visten los dos y bajan a desayunar, la familia los espera.
— ¿que harán hoy chicos?,--- pregunta Diego el padre de Gastón
— iremos a pescar y a nadar al lago,---- respondió Gastón
— quiero ir,---- dice Susana la hermana de Williams
— no, es nuestro último día, iremos al pueblo, deja a tu hermano tranquilo, — dice Verónica madre de Williams
—¿ porque es nuestro último día?,--- pregunta Williams a sus padres
— llamaron de la empresa, hay algunos problemas, — responde Santiago padre de Williams
Williams suspira, porque no se quiere ir, pensaba pasar más tiempo con Gastón.
— ¿ pueden dejar a Williams, con nosotros?, cuando empice las clases estará muy ocupado,--- dice Diego
— ¿ tu quieres quedarte Will?,--- preguntó Santiago
— si, papá, — respondió Williams
— yo no tengo problema que se quede, siempre y cuando no sea una carga para ustedes,--- dice Santiago
— no es ningún problema, Williams es un buen chico, — respondió la mamá de Gastón
— entonces te quedas Williams, — dice Santiago
— gracias, papá, — feliz Williams
Los adultos se fueron al pueblo, mientras que Gastón y Williams, estaban en el lago disfrutando de su momento a solas.
Cada momento es aprovechado por Gastón, rogándole a Williams un beso una caracia, la pesca había sido poca, los chicos aprovechando para nadar un rato, antes de regresar.
Gastón aprovecha para estar cerca de Williams, besando sus labios intensamente, Williams disfruta de cada momento, ya que son pocos.
Solo que Gastón cada vez que puede sus manos se aventuran a lugares prohibidos del cuerpo de Williams, él solo se deja llevar por esas nuevas sensaciones.
— me encantas, — dice Gastón abrazando a Williams por la espalda, están dentro del agua y sus cuerpos cercas.
— también te amo, — responde Williams
Los chicos salen del agua y regresan a la cabaña donde ya los esperan para almorzar.
— ¿han pescado algo?,--- pregunta Verónica
— si, mamá es poco,--- respondió Williams
— tienen buen tamaño, se pueden hacer a la parrilla, — dice Diego
— Ustedes los limpian,--- dice Verónica
Después de almorzar, los chicos limpian el pescado, como siempre la hermana de Williams esta junto a él.
— ¿hermano te vas a quedar sin mi?,--- pregunta Susana
— peque son unos días, — responde Gastón
— tú no me caes bien, te robas a mi hermano, — dice Susana haciendo puchero
— eso no es así, solo somos amigos, — respondió Gastón
— si, claro, — dice Susana
Después de limpiar los peces, todos regresan a la cabaña, Williams le da a su padre el pescado limpio.
Susana la pequeña hermana de Williams, tiene unos seis años, es muy curiosa y observadora, adora a su hermano mayor, siempre lo sigue, Williams la quiere mucho por eso la cuida todo el tiempo.
A la hora de preparar la cena Diego y Santiago encienden el fuego y empiezan a asar el pescado, tomando una cerveza y hablando de negocios.
Mientras Verónica y Lujan preparan una ensalada, los chicos juegan con el monopolio, siempre gana Susana.
— eres buena para este juego, — dice Williams
— soy buena con los negocios, — respondio Susana
— debes aprender hermano,--- dice Susana orgullosa
— tendras que ayudarme,---- ríe Williams
— no, tu serás un gran arquitecto y, yo me encargaré de la empresa,---- dice Susana
Williams acarició la cabeza de su hermana, su sueños es ser un gran arquitecto, solo que su padre no se lo permitirá, tendrá que estudiar negocios y seguír sus pazos dirigiendo la empresa familiar.
Gastón notó el rostro de Williams, algo triste sabe perfectamente el motivo, se acerca a su oído, — trabajaremos juntos, nuestros padres son socios, —
Diego desde la distancia notó a su hijo cerca de Williams, pero no dijo nada, sigue con su conversación con Santiago, la cena fue amena, luego todos fueron a dormir y como paso la noche anterior, Gastón espero el silencio y se pasó a la cama de Williams.
Los besos y mimos no faltaron, solo que esta vez Gastón introduce un dedo en la entrada de Williams, quien se sorprende un poco, pero como siempre Gastón lo convence.
Al otro día después del desayuno, los padres y hermana de Williams parten a la ciudad.
— chicos iremos al pueblo, ¿ustedes pueden quedarse solos?,--- pregunta Lujan
— si, mamá, — respondió Gastón.
Diego y Lujan parten al pueblo irán por unas provisiones, pero una lluvia intensa hace que se queden ese día en un hotel, era difícil conducir.
Diego llamó por teléfono a su hijo para avisarle que se quedarán por la gran lluvia.
La lluvia golpeaba con fuerza el techo de la cabaña, creando un sonido constante y rítmico que parecía envolver todo el ambiente. El aroma de las hamburguesas recién preparadas aún flotaba en el aire.
Gastón, con una sonrisa tranquila pero cargada de intención, miró a Williams mientras el programa en la televisión pasaba desapercibido. Sin pensarlo mucho más, Gastón inclinó la cabeza hacia él y comenzó a besarlo suavemente. Los labios de ambos se encontraron con familiaridad, pero también con la emoción renovada que siempre sentían al estar juntos.
Williams respondió al beso, envolviendo los brazos alrededor de Gastón, mientras sus dedos jugaban con el borde del suéter que llevaba puesto. Era un momento de conexión pura, solo ellos dos, aislados del mundo por la tormenta que caía afuera.
—¿Sabes?— murmuró Williams, separándose apenas unos milímetros de los labios de Gastón. —Me gusta cuando estamos así, sin distracciones, sin nadie más.---
Gastón lo miró a los ojos, perdiéndose en el azul profundo que siempre lo cautivaba.
—A mí también, amor. Pero no creas que esto es casualidad— dijo con una sonrisa traviesa. —Llamé a mi papá para asegurarme de que estaríamos solos todo el día. Quería este momento contigo.
Williams dejó escapar una pequeña risa, divertida por la confesión. —¿Planeaste todo esto? ¿Incluso la tormenta?---
—Bueno, no puedo controlar el clima… aún— bromeó Gastón, haciendo que ambos rieran suavemente. —Pero admito que aproveché la oportunidad.
Los dos se recostaron en el sillón, con Gastón envolviendo a Williams en un abrazo protector. El sonido de la lluvia, la calidez de sus cuerpos les daban la sensación de estar en su propio mundo, lejos de cualquier preocupación.
—¿Sabes qué?— dijo Williams después de un rato, su voz un poco más seria. —A veces pienso que, incluso con tormentas como esta afuera, contigo todo parece más claro. Como si tú fueras mi refugio.
Gastón lo miró, claramente conmovido. No dijo nada, pero sus labios buscaron de nuevo a Williams, esta vez con un beso más profundo, lleno de promesas silenciosas.
La noche aún era joven, y aunque afuera la tormenta arreciaba, dentro de la cabaña, el amor de Gastón y Williams era suficiente para mantenerlos cálidos y seguros.
Gastón no pudo evitar recordar la conversación que tuvo con su padre," hijo no juegues con Williams, es un buen joven" , "papá yo me enamoré de Will", con un suspiro el padre de Gastón, "hijo ¿qué harás cuando aparezca tu destinada?"
Esas palabras retumban en su cabeza.
viene la calma en tu camino de cruzaron personas con un gran corazón