Verdad Oculta

Mi hermano Tarid, por otro lado, se dedicó a los negocios y es bastante exitoso en ese ámbito. A pesar de nuestras diferencias, nos llevamos bien y nos apoyamos mutuamente en todo lo que hacemos. Sin embargo, nos mantenemos alejados de las intrigas y disputas familiares que siempre han rodeado a nuestro linaje.

Aceptar ese trabajo en aquel pueblo fue como un nuevo reto para mí, y de paso me relajaria un poco lejos de la ciudad. Mi padrino Donato, un hombre excéntrico y divertido, me acompañaría en esta escapada. Nos pareció una buena idea, sobre todo para mí, que necesito desconectar de mi novia controladora que parece querer dirigir cada aspecto de mi vida.

Máximo, mi fiel asistente nos llevó de camino hacia el pueblo. A medida que nos acercábamos, sentía nostalgia, no sabía porque , pero este lugar me hacía recordar los momentos felices que viví con mi familia de niño, pero también los conflictos y problemas que siempre estuvieron presentes. La madre de mi padrastro siempre fue un obstáculo en nuestras vidas. Sacudí mi cabeza apartando todos esos malos recuerdos y pensamientos.

Al llegar al lugar, nos sorprendió ver los cambios que se estaban llevando a cabo en el pueblo. La construcción de la nueva vía era un síntoma de progreso, algo que nunca había sido prioridad en ese lugar olvidado por el tiempo. Nos instalamos en la modesta posada y nos dispusimos a explorar el pueblo.

La gente nos miraba con curiosidad, seguramente era raro para ellos mirar tanta gente extraña de repente en su comunidad. Nos detuvimos en una pequeña plaza y observamos a los niños jugando y a los adultos realizando sus quehaceres cotidianos.

Fue entonces cuando lo vi. Un joven muy extraño que se me hizo muy parecido a Tarzán, era una locura, pero de verdad era como ver al mítico rey de la selva en persona. Me acerqué para observarlo mejor y me dí cuenta de que era un jovencito, no tendría más de quince o 18 años. Pero parecía un chico de la calle, su aspecto y su vestimenta lo decían. Pero al hablarle me dí cuenta que era un hombre lleno de determinación y fuerza.

Nos saludamos y yo muy curioso le pregunté por su vida, él me contó su historia. No tenía familia y tampoco identidad, mi padrino y yo nos quedamos sorprendidos, pero al mismo tiempo contentos de tener la oportunidad de marcar la diferencia en la vida de nuestro curioso amigo.

Decidimos ayudar a el Chuli, ese chico desde que lo ví llamo mi atención y la verdad me cayó super bien, decidí que sería nuestro guía y que le pagaría muy bien por eso, tal vez así se compraría las cosas que necesitaba. Juntos, formamos un equipo que estaba decidido a cambiar el rumbo de aquel lugar olvidado.

Y así es como el pueblo de Santo Tomás nos dio la bienvenida, y estábamos listos para enfrentar los desafíos que el destino tenía allí preparados para nosotros.

Chuli.

— ¿A que no adivinas lo que me pasó?

Estaba muy contento y quise contárselo a Rut.

— Si fuera adivina no estaría aquí, pero aun así déjame intentar ¿Te ganaste la lotería?

— Ya quisiera, pero ni siquiera la compro, es muy difícil ganarla así. Pero si me pasó algo muy bueno. El ingeniero, el que está a cargo de la obra de la construcción de la vía, me contrato para que sea su guía y su ayudante.

— ¿De verdad? ¿Y eso como pasó?

Le conté a Rut todo, y ella estaba como escéptica.

— No sé, me alegro por ti, de verte así tan feliz, pero si te aconsejo que te vayas con cuidado, esa gente de afuera no es muy confiable, así que vé con calma por favor.

— Me cuidaré, lo prometo, pero estoy muy contento, nunca pensé que una empresa me contrataría y más que lo hiciera directamente el jefe.

— Por supuesto que te contratarían, eres muy inteligente y trabajador, así que te lo mereces. Pero, si vas a trabajar en una empresa tan importante deberías de ocuparte de tu presentación personal. No es que estés mal, pero supongo que manejaran ciertos protocolos y eso.

La verdad es que no había pensado en eso, mi cabello era sagrado para mí, me gustaba tenerlo así, y pensar en cortármelo me daba no sé que cosa.

— Intentaré recogerme el cabello, bañarme muy bien, ponerme la mejor ropa que tengo, pero no pienso cortar mi cabello, eso jamás.

El tema se canceló allí y luego la acompañe a la plaza por algunas cosas para el almuerzo, y justo caminando por ahí nos vio el ingeniero, quien se acercó a nosotros y le presenté a Rut.

— Ustedes dos han logrado captar mi atención, y me han llevado a recordar una película que me gusta mucho, crepúsculo se llama, tú me recuerdas a Bela y tú a Jacob antes de convertirse al clan de los lobos. Tu cabellera es especial.

— ¡Oh, gracias! Creo que es un buen cumplido, aunque nunca he visto esa película. Mi nombre es Rut, un gusto conocerlo.

El ingeniero la saludó amablemente y luego nos miró con curiosidad, dándome un empujoncito lanzó aquella pregunta.

— ¿Es tu novia?

— No, por supuesto que no, ella es mi amiga. ¿Cierto? — Le pregunté a Rut para que confirmara, la verdad es que esa pregunta me hizo sentir muy incómodo. Creo que él se dio cuenta y cambio de una el tema.

— Chuli creo que tu habilidad al conocer el lugar y tu determinación serán de gran ayuda para nosotros. Empiezas mañana mismo, ¿Que dices?

Yo estaba sorprendido y emocionado, no podía creer que esto me estuviera pasando a mí, Rut me sonreía, animándome a aceptar.

— Claro que sí, estaré listo mañana mismo. ¡Gracias por la oportunidad!

Mi vida estaba por cambiar completamente. Me convertí en un miembro activo en la construcción de la vía, aprendiendo mucho y demostrando mi valía en cada tarea que se me asignaba. El ingeniero y sus colegas comenzaron a confiar en mí y en mi capacidad para realizar un buen trabajo.

Rut y yo nos manteníamos en contacto, compartiéndonos nuestras experiencias diarias y apoyándonos mutuamente en todo momento. Sus consejos me eran de gran ayuda para desarrollar mejor mi trabajo, y su apoyo incondicional me inspiraba a seguir adelante.

Poco a poco, el pueblo de Santo Tomás comenzó a transformarse. La vía avanzaba con éxito, trayendo consigo nuevas oportunidades de desarrollo para la comunidad. La gente local se beneficiaba de los empleos creados por la obra y la economía del lugar comenzaba a mejorar.

Para mí, todo esto era un sueño hecho realidad. Había encontrado un propósito en mi vida, una razón para seguir adelante y dejar atrás mi pasado difícil y sin identidad. Gracias al ingeniero y a Rut, ahora tenía un futuro prometedor por delante.

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En algún lugar...

— Señora, hay un gran problema con él que no contábamos.

— ¿Que sucede?

— Se trata de los mellizos Rashid, especialmente Celin junior, resulta que éste se encuentra en Santo tomas, es el ingeniero a cargo de la pavimentación de la carretera.

— ¿De qué estás hablando? ¿Cómo que él está en Santo tomas? ¿Cómo fue a parar allá? De tantos lugares que hay en este mundo, precisamente tenía que ir allí. Dime qué no...

— Si señora, ya pasó.

— Maldita sea, vé y haz algo.

— Señora, lo bueno es que aún no ha conocido al profesor Duquesne, este hombre está viajando, recuerde que está el asunto del chico Leal.

Por lo menos, entonces asegúrate de que el profesor no regrese por allá, y ya veré de qué manera saco a Celin junior de Santo Tomas.