¿Eres de aquellos (as) que está en contra o a favor de la amante?
¿Puede tener un hombre justificación?
¿Puede una mujer ser inocente mientras destruye un hogar?
Valentina Alvarez deseaba ser un pulpo y tener manos en cada tentáculo para tapar sus pechos, su rostro y lo que el ruso estaba a punto de asaltar. Gavril Volkova deseaba jugar un poco con la mujer, pero no pudo contenerse, entonces quitó la única prenda que faltaba, sé posicionó entre las piernas de la chica diciendo "Te dolerá, pero te acostumbrarás"
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¿Estoy Qué?
Gavril llegó a la mansión Volkova, esperaba que a su esposa se le hubiese pasado el enojo, al entrar se llevó un gran sorpresa.
"Hijo mío, te esperabamos" Dijo Kira madre de Gavril.
Kira Volkova
La mirada de enojo del hombre cayó sobre su esposa, ella sabía perfectamente que la relación madre e hijo era fatal, esperaba que la mujer no hubiese cometido un error.
"Hola madre" Dijo de manera seca el hombre, si hubiera sabido que su madre se encontraba en su casa hubiese ido con Valentina.
Elena ignoró a su esposo aún estaba enojada y mucho más cuando el hombre no había ido a dormir el día anterior.
"La mesa está lista" Dijo la empleada.
"No cenaré" Dijo el hombre subiendo las escaleras.
"De todas maneras tenemos que hablar de la Colombiana que espera un bastardo" Dijo Kira enojada.
Gavril volteó a ver a su madre con furia y luego miró a su esposa que al notar el enojo bajó su mirada.
"No tengo nada de que hablar, pero te advierto una cosa, Aléjate de la mujer y de mi hijo" Respondió Gavril.
"Primero habría que verificar que de verdad sea tu hijo, si es así, esa mujer debe abortar, o en últimas decir que pagamos por un vientre alquilado. Cuando nazca quitas al niño y lo traes para que está buena para nada lo crie como suyo" Propuso Kira.
"¡No quiero un hijo de esa puta!" Exclamó Elena.
Gavril sonrió de manera endemoniada, no entendió porque esas fuertes palabras lo habían ofendido "Mi hijo tiene quien vele por él, no lo arrebataré de su madre y no te preocupes, la niña o niño no será bastardo, llevará mi apellido y todo aquel que se atreva a llamarlo de alguna manera ofensiva, no vivirá para contarlo y sabes que no amenazo en vano"
"¿Te estás escuchando Gavril? Esa mujerzuela te atrapó, lo mejor será que ese niño muera como todos tus hijos" Gritó Elena.
Las palabras de su esposa llegaron a su corazón, si el bebé de Valentina moría no cabría duda que sus genes estaban malditos o Dios se había ensañado con él. Pensar en una muerte más lo asustó, Elena sabía cuánto le habia afectado las muertes de los bebés, el hombre suspiró y salió de su casa.
Elena fue tras él y dijo "¿A dónde vas?"
"¡No te importa!"
"Eres mi esposo" Defendió Elena.
"¿Recuerdas lo que hablamos hace 5 años?" Preguntó Gavril.
5 años atrás
"Gav, tu madre, me dijo que debía darte un hijo a como de lugar, sus palabras me asustaron"
"Aléjate de mi madre Lena, ella no es una buena persona y aunque es mi Sangre no la considero como tal, seamos tú y yo, si tenemos que resolver cosas hagámoslo como una pareja" Aconsejó Gavril.
"Está bien cariño, entiendo, si ella no es de tu agrado tampoco lo será del mío" Respondió Elena.
Presente
"Lo siento, no sabía que hacer, solo se me ocurrió ir a ella" Dijo Elena.
"Está bien, cometí un error, pero nunca busqué un embarazo fuera de nuestro matrimonio, pregúntale a mi madre lo que hizo, por su culpa estoy en esta situación" Dijo Gavril.
"Te creo mi amor, si es culpa de tu madre te creo, deja a esa mujer y a su bastardo y ven conmigo intentemos formar una familia, un hijo nuestro, de los dos"
"¿No entiendes Elena? El embarazo va a seguir su curso y voy a apoyar a la madre del bebé"
"No lo permitiré antes la mato"
Gavril no aguanto más y tomó del brazo a su esposa con mucha fuerza zarandeandola "Ella no se meterá contigo, espero hagas lo mismo y te mantengas alejada" Advirtió y soltó su extremidad, luego se marchó.
Elena se tiró al piso, lloró y Gritó "¡Ese bebé no nacerá! Morirá como mis hijos"
"¡Eres una inútil! Cuando una mujer no puede parir y retener a un hombre ¿Para qué existe? Me alegro mucho que tenga una amante y que esa le haya dado lo que tú no. Me alegro de haber detenido la vasectomía" Dijo Kira.
"¿Vasectomía? ¿Gavril se iba a operar?"
"Creyó operarse, lo más probable es que por eso embarazó a la misteriosa mujer" Dijo Kira.
"¡Maldita bruja!"
"¡Cuida tus palabras perra! Si estás viva es por mi hijo, pero al parecer ya no le importas, entonces te daré un escarmiento ¡Llévensela!"
"¡Suéltenme! ¡Suéltenme!" Gritó Elena.
Los empleados se alertaron, pero ninguno se atrevió a detener a la madre de su jefe permitiendo que la mujer se llevara a Elena.
Cuando Kira estuvo en el auto ordenó "Si quiere un hijo, démosle una ayuda, pueden hacer uso de ella, pero deberán traerla nuevamente aquí, ahi veremos que le dirá a su esposo"
Gavril fue a parar a la mansión de Valentina, sus manos sudaban un poco, pensar en perder otro hijo y ver sufrir a la pelinegra estrujó su corazón, tomó caladas de aire y abrió la puerta de la habitación, al parecer todos dormían únicamente estaban de vigilia los hombres a cargo de la seguridad de la Colombiana.
La escena que vio lo hizo reír, deseaba poder soltar una carcajada, Valentina había hecho un muñeco con almohadas le había puesto su camisa, su saco y estaba prendida a él como un koala. Una vez más observó la ventana abierta aunque no había viento, la habitación se tornaba más fría de lo normal, la luz natural que entraba por la ventana y la artificial que estaba encendida en la habitación dejaba ver el cuerpo descubierto de la mujer.
Después de cerrar Gavril rodó cerca a la cama un sillón y se sentó a observar a la niña, su piel se veía brillante, sus piernas largas, parejas al descubierto le hacían una invitación a tocarla, no deseaba perturbar su sueño, luego recordó que Daria le había dicho que cuando estaba profunda nada la despertaba y fue a darse una ducha fría, su amigo había despertado.
Se sentía impotente, bajo el agua recordó como había conocido a Valentina y como había cambiado su mundo, ahora su madre lo sabía, temía no poder proteger a la pelinegra y a su hijo como debería.
"¿Y si muere?" Se preguntó a sí mismo mientras se bañaba. Él no conocía mucho a la mujer, pero de algo si estaba seguro, Valentina no soportaría una muerte más.
El hombre tomó una toalla se envolvió en ella y salió del baño, sería una noche larga, lo sabía, su preocupación lo llevaba al insomnio, sus pensamientos fueron interrumpidos al sentir un fuerte golpe en su cabeza.
Valentina al ver al hombre caer al piso y tocar su cabeza soltó el florero y fue a ayudarlo "Lo siento, lo siento, lo siento Gav, pensé que era un extraño, tuve miedo"
Gavril frunció el ceño, tenía fuerza la pequeña, lo tomó por sorpresa "Estoy bien"
"No, mientes, tienes sangre" Lloró Valentina.
"Valentina no puedes llorar por todo, si muestras debilidad se aprovecharán de ti y recuerda el bebé, ahora ve por el botiquín, esperaré aquí" Dijo Gavril sentándose en la cama, si ella iba a ser parte de su vida debía ser fuerte.
El botiquín estaba en el baño, aunque él le había dicho que no llorara la mujer no aguanto y soltó el llanto, no quería lastimar a la única persona que parecía quererla en ese mundo en el que vivía. Cuando se calmó respiró profundo y fue con el hombre.
Valentina se acercó al castaño que permanecía con los ojos cerrados recostado en la cabecera de la cama, la mujer sacó algodón, antiséptico y limpio la herida haciendo que el hombre frunciera en ceño, la herida estaba un poco arriba de la ceja derecha, entonces mientras curaba su frente, la Colombiana se sonrojó viendo el pecho del hombre expuesto, la toalla que cubría su cintura hacia abajo se había zafado dejando ver un poco más.
"¿También está herido mi ojo?" Preguntó Gavril al sentir el algodón en su parpado.
Valentina se sobresaltó, mientras observaba la entrepierna del hombre no se percató de su torpeza "No, lo siento calculé mal"
Gavril abrió los ojos y notó que la mujer había llorado más de la cuenta, tal vez había sido duro anteriormente con sus palabras, él averiguó que la niña era de clase media, pero muy consentida por ser hija única, era la princesa de su padre y la adoración de su madre, no estaba acostumbrada a ser tratada de manera fuerte.
"Dame un abrazo Val" Pidió el castaño.
Valentina dejó todo a un lado y sin pensarlo dos veces lo abrazó como si su vida dependiera de ello "Lo siento" Repitió.
"Es mi culpa por no avisar" Dijo Gavril jalándola y sentándola en su regazo casi desnudo.
"Estás..."
"¿Estoy que?" Preguntó Gavril con una siniestra sonrisa.
Valentina se avergonzó, el enorme amigo del hombre amenazaba con asaltar su trasero "Muy helado"