Reina Luna

La respiración de Aitana comenzó a acelerarse, sentía una oleada de calor recorrer todo su cuerpo, sobre todo en su zona más sensible, sus jadeos se hicieron cada vez más frecuentes, entre abrió sus ojos, su mirada se dirigió al suelo donde vio su vestido blanco hecho pedazos, suspiro, miro hacia su cuerpo, estaba totalmente desnuda y Byron jugando en su zona intima, sentía como deslizaba su lengua en cada parte de ella, fu subiendo dejando mordiscos en su piel, su recorrido se detuvo en sus senos, mordió y succiono aquellos capullos, Aitana sintió dolor ante aquella acción, sentía algo diferente en él, después de devorar sus pechos, continuo hasta llegar a su cuello, deslizando su lengua.

-Byron… - Susurro Aitana, sus dedos seguían disfrutando su núcleo con brusquedad- Byron…- Volvió a decir, pero él seguía deslizando su lengua por su cuello, sus dientes se aferraron a su piel, Aitana grito de dolor, había sido diferente a antes.

-Eres deliciosa, cachorrita- Dijo con una ronca voz aquel hombre, Aitana trato de asimilar aquel dolor en su cuello, miro a los ojos a Byron sus azules se habían desvanecido, eran reemplazados por unos rojos intensos.

- ¿Byron? - Susurro nerviosa, sabía que no era él, miro como él se levantó se deshizo de su camisa y comenzó a desabotonarse los pantalones.

-Ese imbécil se ha ido – Dijo divertido, se inclinó a ella de nuevo y beso sus labios, aunque ella no respondió por el asombro de aquella actitud, Byron mordió su labio inferior y la miro a los ojos. - ¿Me tienes miedo, cachorrita? – Preguntó mirándola con intensidad, llevo una de sus manos a uno de sus pechos y empezó a jugar con su pezón, Aitana jadeo, no podía evitar que su cuerpo reaccionara a sus caricias.

- Por favor, detente, Byron- Dijo nerviosa, él se acomodaba en medio de sus piernas, sintió su dureza rosar su sensibilidad, el miedo recorrió su cuerpo, aunque hace unas horas se lo había pedido, ahora no sentía que fuera lo correcto.

- Gray, mi nombre es Gray, deja de usar ese ridículo nombre conmigo, cachorrita- Dijo, Gray beso sus mejillas y después enterró sus dientes en su piel, Aitana jadeo de dolor, lo miró a los ojos aquella mirada mostraba desesperación y temor- ¿Me tienes miedo, cachorrita? - Gruño, Aitana suspiró.

- No – Dijo ella mirándolo fijamente- Gray, no te tengo miedo, pero pedí que confiaras en mi – Continuo, mientras acariciaba el rostro de ese hombre.

- Tengo que marcarte, sino lo hago te apartaran de mi lado – ronroneo, Gray deslizo su lengua sobre aquella mejilla mordida, sus dientes se habían marcado en su suave piel.

- No lo harán, nadie me apartara de ustedes…por favor, aun no estoy lista – Susurro, Gray seguía en aquella posición, incluso había presionado su dureza con la sensibilidad de ella.

- Cachorrita… - Dijo en susurro, Aitana busco sus labios y los beso con dulzura, sentía como aquel hombre dejaba de presionar abajo.

- Por favor, deja que Byron tome el control de nuevo…debe estar preocupado- Le dijo con ternura, aquel lobo salvaje se estaba doblegando a ella y tenía razón, en el fondo de su ser Byron estaba desesperado por recuperar el control de su cuerpo.

- Es un imbécil – Soltó molesto, Aitana sonrió y lo beso de nuevo.

- Gray, por favor… ¿No me vas a complacer? - Preguntó de nuevo con aquella ternura, mientras daba varios besos sobre los labios de aquel hombre.

- Si mi cachorrita… - Respondió, cerró sus ojos y beso de nuevo con pasión a aquella chica, cuando se apartó y nuevamente abrió sus ojos, de nuevo eran azules, miraban a Aitana con preocupación y sorpresa.

- Lo siento, baje mis bloqueos con él- Dijo mirando a la chica, notó su mejilla roja y con sus dientes marcados- Debió asustarte – Susurró acariciando su mejilla.

- Solo me sorprendió al principio, pero no me asustó, él es parte de ti- Dijo con una tierna sonrisa, Byron asintió a sus palabras. - Byron, te digo la verdad, no le tengo miedo a Gray- Continuo, él la miro con sorpresa por mencionar aquel nombre.

- Te dijo su nombre- Susurró sin creerlo aún.

- Si, no le gusto que lo llamará por tu nombre- Respondió, Byron asintió aun sorprendido, que su lobo se haya doblegado ante Aitana e incluso que le haya dicho su nombre sin que ella se lo pidiera. – ¿Byron? - Le llamo. Él sonrió, aquella mujer era su pareja era obvio que su lobo se doblegara ante ella, se acomodó sus pantalones y se puso de pie, camino hasta el rasgado vestido y lo tomo en sus manos.

- Me había gustado ese vestido – Soltó después de un suspiro, se cubrió con las delgadas sabanas, se levantó y acercó a él, notaba que aún seguía preocupado por lo sucedido con su lobo. – Tranquilo, él solo está asustado de que me aparten de su lado, por eso actúo así- Acarició su mejilla, Byron no podía dejar de mirar la marca de su mejilla, su mirada se deslizo a su cuello incluso había rastros de sangre alrededor de aquella mordida.

- Te lastimó- Soltó molesto, se sentía culpable de que Gray se haya liberado, no entendía como paso, pero de alguna manera él había bajado la guardia.

- No es nada, por favor, no te pongas así, no me gusta…- lo abrazó, Byron respondió al abrazo, no le gustaba que incluso su lobo fuera capaz de herirla de aquella manera, no podía permitir que eso volviera a suceder, incluso estuvo a punto de consumar el apareamiento y marcarla.

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Byron contó a sus amigos lo sucedido con su lobo e incluso ellos se sorprendieron que Aitana haya logrado controlarlo a pesar de que había tomado el control total, después de aquello no hubo ningún otro incidente y los días comenzaron a transcurrir rápidamente, la cercanía entre Byron y Aitana era cada vez más, pero él seguía preocupado de que Gray tomará control de nuevo, aunque eso no le preocupaba a Aitana quien parecía ser cada vez más abierta a él, sobretodo en la intimidad, sus sonrojos ya eran casi nulos, sus nervios a estar juntos ya no estaban.

- Todo está listo, los invitados llegaran justo el día de la fiesta- Dijo Emilio mirando desde su tableta- Alfa Elías solicitó un permiso para la familia de su Beta, quieren llegar un día antes, me imagino que es para acompañar a reina Luna- Dijo mientras le entregaba la tableta para que leyera la solicitud.

- Adelante, incluso pide que Alfa Elías y su familia estén aquí antes, creo que eso le gustara a ella – Dijo con cierta molestia pues sus celos hacia Damián no se habían desvanecido por completo.

- Ok, Fabián tiene todo listo con lo que se refiere a la seguridad, decidió que solo Alfa Elías y Beta Marcus, serán los refuerzos para la protección de Aitana, no quiere que se filtre información sobre que aún no está marcada – Continuo con su informe, Byron asintió y agradecía que Fabián siguiera llevando un buen control con aquel deber.

- Bien, ahora, ¿Cómo va la manada luna negra? ¿Se acató a mis indicaciones? - Preguntó cambiando el tema.

- No, sigue igual, incluso según el informe el hijo del Alfa es peor que él- Respondió, Byron suspiró, no quería llegar al grado de tener que destituir a aquel Alfa, pero odiaba cuando rompían sus reglas y órdenes.

- Bien, entonces hablare con él personalmente el día de la presentación… ¿Cómo vamos con el encargo del rey de reyes? – preguntó, tenía tantos deberes que ver y se sentía ya cansado.

- Nada aún, es difícil encontrar a alguien con las características que nos dieron en el informe, además que la mayoría solo se presentan cuando se transforman – Explico Emilio, notaba el cansancio en Byron y lo entendía, era mucho el trabajo que estaba abarcando. – Deberías dejar que Aitana empiece a cumplir con algunas funciones, tal vez administrativas- Sugirió, Byron suspiró.

- Tal vez, lo tendré en cuenta- Respondió. – Bien, quiero que también prepares una reunión con los Alfas y Betas antes de la presentación, quiero que me informen sobre los ataques que han tenido, sobre todo las manadas que al parecer ya son un punto blanco- Dijo mientras continuaba con su trabajo y observaba su computadora.

- Claro, incluso algunos reyes quieren hablar contigo, al parecer están teniendo la misma situación que nosotros, incluso la capital del reino de Rouss fue atacado hace unos días…penetraron su seguridad- Hablo Emilio, Byron lo miró, aquel reino era fuerte y reconocido por la seguridad que poseían era poco creíble que su capital haya sufrido un ataque.

- Bien, quiero una cita privada con el rey de Rouss- Dijo, pero Emilio negó.

-Será la Reina Luna solo la que asistirá, al parecer el rey sufrió una gran herida y se encuentra en recuperación, por lo que la Reina Luna de Rouss es quien está a cargo de momento, incluso ella también solicito una cita privada contigo- Explico.

Byron y Emilio continuaron su trabajo, faltaban menos de dos semanas para el día de la presentación y tenían mucho trabajo que hacer.