ALERGICO A LAS MUJERES

AMIGO: La autenticidad es liberadora, se tú mismo y expresa tus pensamientos y sentimientos de manera auténtica, eso puede ser muy liberador, te hará sentir bien. No te dejes anedrentar por el que dirán, la diversidad de pensamientos, creencias y estilos de vida es lo que hace que la sociedad sea rica e interesante. El miedo a lo que otros piensen no es razón para no ser tú mismo, recuerda que no puedes controlar lo que otros piensen o digan, pero sí puedes controlar cómo te sientes y cómo te expresas, la presión social y el miedo a lo que otros piensen pueden ser obstáculos significativos para nuestra autenticidad y felicidad.

REYNALDO: Tienes razón, no puedo dejar que nada me afecte.

AMIGO: A mi no me importa lo que digan de nosotros, tú y yo sabemos que no pasa nada más allá de una bonita amistad, nosotros conocemos nuestros valores y creencias, sabemos lo qué es importante para nosotros y qué creemos en eso. Todo eso nos ayudará a tomar decisiones que se alineen con nuestros valores y a ser más auténtico. Recuerda que no puedes controlar lo que otros piensen o digan, lo único que puedes controlar es cómo te sientes y cómo te expresas. Reynaldo, tienes que rodearte de personas que te apoyen y te acepten tal como eres. Recuerda que todos cometemos errores y que es normal no ser perfecto.

REYNALDO: La única persona que me apoya aparte de ti es mi madre, la única que nunca me ha cuestionado.

AMIGO: Bueno aprende a ver los desafíos y los errores como oportunidades para crecer y aprender. tu no vives del que diran, lucha por ti, por tu felicidad sin importar los murmullos de la sociedad.

A las dos de la tarde todos regresaron a sus puestos de trabajo, Kenia fue a la oficina de Reynaldo a llevar documentos pero no fue capaz de mirar a su jefe a la cara, le resultaba demasiado difícil hacerlo porque estaba completamente abrumada; el si la miraba pero no le decía nada, Kenia se daba cuenta de sus miradas pero se mantuvo firme sin mirarlo.

A las cinco de la tarde todos los empleados salieron para sus casa, Kenia llegó a su casa cansada mentalmente, le contó a su madre lo sucedido y ella puso en duda que a Reynaldo le gustaran los hombres, le dijo a su hija que el depronto se sentía bien con su amigo porque era el incondicional, el que lo entendía, y a su vida no había llegado la mujer que le moviera el piso; a Kenia le dio risa lo dicho por su madre y pensó que podía tener razón, pero iba a esperar que él tiempo diera la razón.

Reynaldo en su casa también le contó a su madre lo sucedido, ella se emocionó porque por fin su hijo le estaba encontrando sentido a su vida, ella lo ánimo a conquistar a Kenia, le dijo que estaba segura que era la mujer de su vida, el sonrió porque su mamá tenía razón, Kenia lo había cambiado desde el primer momento en que la vio.

Kenia después de cenar con su madre se acostó pensando en Reynaldo, lo que ella no sabía era que el también hacia lo mismo, estaba pensando en ella, en cómo hacer para hablar con ella, como tomaria la propuesta que el le iba hacer; eran muchos los interrogantes que el tenia.

Al día siguiente Kenia llegó a su puesto de trabajo, Reynaldo siempre llegaba primero que sus empleados, ella no sabía como comportarse frente a él; pero se dijo así misma que era mejor enfocarse en su trabajo, de todas formas tenía que verlo y dirigirse a él, era su jefe.

Ella pidió autorizacion para ingresar a la oficina, el la dejó pasar y ella le dijo que tenía reunión a las diez de la mañana, ella lo miró encontrándose con la mirada de él, sintió que la estaba mirando de forma extraña, ella tuvo la sensación de que algo le quería decir y no se atrevía.

Ella tampoco preguntó, se limitó a hacer su trabajo y si el le iba a decir algo estaba dispuesta a esperar a que se decidiera,, sin embargo,bargo iba a mantener la distancia con él aunque sé sentía inexplicablemente atraída por él, pero tenía que resistir sus deseos por él.

A las tres de la tarde Reynaldo la llamó a su oficina, ella entró nerviosa porque sabia que el le quería decir algo, pero respiro profundo para llenarse de valor, el la miró a los ojos y le dijo.

REYNALDO: ¿podrías quedarte hoy después del trabajo? Hay algo que me gustaría hablar contigo.

Los dos se estaban mirando fijamente a los ojos, ella nerviosa asintio con la cabeza, pero el no dejaba de mirarla y fue cuando ella dijo.

KENIA: Claro que si.

El corazón le latia con fuerza cuando el apartó la mirada, ella salió de la oficina y se sentó en su puesto, la ansiedad la estaba consumiendo, tenía sus pensamientos un caos, se imaginaba lo peor, se imaginaba ser reprendida por su acercaniento, o peor aún, ser despedida por algo que debió haber evitado, tanto que el antiguo secretario le advirtió en repetidas ocasiones, sobre todo teniendo en cuenta sus esfuerzos por ayudarla, el había hecho todo lo que estaba en su mano para que ella consiguiera ese puesto por peticion de él amigo, sin embargo, allí estaba armando un lío.

A las cuatro y cuarenta de la tarde comienzan a salir jefes, después las demás compañeros, a medida que los demás abandonaban lentamente sus puestos de trabajo quedándose ella a su suerte, el lugar se vuelve cada vez más silencioso. Kenia hace un esfuerzo por parecer ocupada con la esperanza de que nadie la cuestione afortunadamente, nadie parece importarle lo que ella hace, todos salen deprisa con la intención de llegar lo mas pronto posible a sus casas.

Cuando ya no había nadie a ella le dio un escalofrío, sabe que solo están ellos dos en el piso, más cuando escucha el llamado de Reynaldo, el escalofrío le recorre las piernas cuando se acerca a la oficina.