Alfa, Yo No Seré Su Amante

El recorrido duró unos 5 minutos, y ya para ese momento el carruaje se detuvo frente a una mansión, que si bien la suya era tres veces más grande, le asombra, ya que esa mansión es demasiada ostentosa, como para que un marqués viviera en ella.

Cuando se detuvo el coche, de dentro de este salió un elegante Anubis Salvatore, quien con pasos confiados llegó hasta la puerta de la mansión, en dónde no dudó en tocarla.

Al poco tiempo llegó el mayordomo y esté al saber de quién se trataba lo dejó pasar a la sala de estar, en dónde se le sirvieron té y postres.

Luego de dejarlo bien atendido, el mayordomo se disculpo para luego ir a buscar a su jefe, quien estaba como si nada en su oficina.

__ Señor, en la sala de estar está el duque Anubis Salvatore del imperio de Azulea, y desea hablar con usted __ dice el mayordomo de nombre Ramón.

__ Bien, vamos a ver qué desea ese extranjero __ dice el duque para luego dejar lo que estaba haciendo, y así ir a ver qué deseaba aquel hombre desconocido para él.

No mucho después, él ya estaba en la sala de estar, en dónde vio al hombre sentado en una postura elegante.

___ Gracias por llegar hasta mi casa su excelencia duque Salvatore, me gustaría saber ¿qué lo trae a mi humilde morada? __ dice este haciendo una reverencia, ya que al ser Anubis un duque, tiene mayor estatus que él, en donde quiera que vaya.

___ Gracias por recibirme, viene hasta su casa por algo simple y eso es; que estoy interesado en contraer matrimonio con su hija __ dice él con mucho respeto tras devolverle la reverencia, si bien Anubis tiene un mayor estatus, pero el hombre que está frente a él, es su suegro, o lo será pronto. El de aquí no se irá hasta lograr un acercamiento con su casi suegro, así sea siendo solo su socio.

El marqués al escuchar aquello se quedó callado, ya que su hija en estos momentos acaba de dar a luz un hijo, y eso nadie lo sabe aún, claro, eso piensa él, pues de llegar a imaginar que el padre de su nieto es semejante hombre, las cosas estarían muy difícil para todos, y más cuando se entere de que aquel hombre es un hombre lobo, y no uno cualquiera.

Ante tal situación, él no sabe qué decir, por lo que solo opta por rechazar su pedido de matrimonio, de una forma sutil.

__ Me siento honrado de que tan excelente hombre se interese por mi hija, se que en este imperio no ahí otro más digno de mi hija que usted, pero no puedo aceptarlo así nada más, no sin mi hija estar aquí, por el momento, le diré que no a su petición de matrimonio __ dice el marqués apenado, cosa que hizo reír a Anubis, pues él ya se imagina la razón de rechazar su pedido de matrimonio.

__ Señor marqués, no tiene que darme una respuesta en estos momentos, aún me queda mucho tiempo por estar en este imperio, y en algún momento su hija y yo nos veremos y pueda que entre los dos surja el amor __ dice este tranquilo, ya que tiene planes de vigilar al marqués, y así saber todo lo que hace.

___ Bueno, dejemos entonces tal cosa en manos del destino, veamos que pasa, pero por ahora no lo puedo aceptar como yerno __ dice.

__Ya que no puedo por ahora ser el esposo de su hija, al menos seamos socios, hoy no he venido hasta su casa solo a pedir la mano de su hija en matrimonio, también me interesa ser su socio. Si se hace mi socio, usted sería más rico de lo que es, pues hacer negocios conmigo, es lo mismo que hacerlo con mi familia, la familia imperial de Azulea __ dice él y el marqués se puso pálido, pues acaba de rechazar no solo la propuesta de matrimonio de un duque, sino sé uno de los dos hijos de la familia imperial de Azulea, algo que es totalmente una falta grave.

___ Disculpe mi insolencia su majestad, no quise rechazar su petición de matrimonio así nada más, es solo que la situación con mi familia es un poco incómodo, en el día de hoy es un día difícil, ya que mi esposa y su hija están desaparecidas. Pero sí, ambos podemos ser socios _ dice él poniendo el pretexto la situación que él mismo provocó, Anubis al escuchar tal cosa sonrió para sí y pensó.

«Esto es interesante, este marqués crees que yo soy un tonto, pues no solo me rechaza así nada más, sino que ahora pone la excusas de que su mujer con su hija está desaparecida, qué divertido es esto» piensan él para luego de eso decir:

__ Lamento la desaparición de su familia, no se preocupe, ya entiendo sus razones, me gustaría que usted fuera mi socio en un negocio que quiero hacer, el negocio es sobre: la creación y exportación de vino dentro y fuera del imperio __ dice Anubis con una sonrisa.

El marqués, al ser un hombre de negocios entendió el asunto enseguida, y con eso vasto para que ambos tomarán asiento, y se sentarán a charlar como dos buenos amigos.

La plática se extendió hasta tarde, y debido a eso Anubis se tuvo que quedar a dormir, y por eso también compartió la cena con el marqués, la cual era de excelente calidad.

El marqués, luego de la cena, le ofreció tomar un poco de vino en la sala de estar, y allí compartieron un momento agradable, en dónde hablan de negocios y de la vida.

Cuando llegó la hora de acostarse, y los dos estaban un poco tomados y el marqués le mandó a preparar a Anubis, una habitación frente a la de su hija Marcel.

Anubis aunque estaba con unas cuantas copitas en sus sistema, él se dio cuenta que el olor de su destinada estaba frente a esa habitación que le asignó el marqués.

Por eso, él luego de dos horas, con discreción se coló a ella, y cuando estuvo allí, empezó a humear por todo los lugares de la misma, y mientras lo hacía, se deleitaba con el delicioso olor a Jacinto recién cortados que había en todo el lugar, cosa que provocó, que él tenga un problema en medio de sus pantalones

«¡Carajo!»

 Exclamó él con enojo, pues tal cosa para él es una molestia, ya que tendrá que bañarse con agua fría, hasta resolver sus problemas.

Para ayudarse, él fue al cajón en dónde siempre se guardan las bragas, y por suerte allí habían muchas, pero el solo tomó una y se la entró en su bolsillo, y solo hasta entonces, él se fue de la habitación como si nada, como si no era un ladrón de bragas femeninas.

Al llegar a la suya se fue al daño, en dónde se complació así mismo, mientras olfateaba la ropa interior de su amor.

Solo así se sintió satisfecho

Luego de aquello, él se bañó y se fue a la cama, mientras aún tenía en sus manos aquella prensa femenina. De ahora en adelante, cada noche el planea dormir con aquellas prenda en sus manos.

_______________________ Nota

Por hoy no tengo para usted

Ya dije en un capítulo que el olor de la persona siempre se queda entre sus cosas, y bueno, eso sigue siendo así, al menos en mi historia.

Pido disculpas con lo que pasó el viernes, pero en realidad no fue culpa mía, fue está app que hizo tal hazaña, tanto fue así, que ellos mismo eliminaron los capítulos, y cuando me vine a fijar, estaba todo normal, pero aun así, Troya estaba ardiendo jajaja

Bueno, espero y todos tengan un feliz inicio de semana ☀️, nos vemos el miércoles si Dios quiere

No olviden dejar su lindo apoyo, y si es posible, pueden también votar por ella, claro si lo desean. Lean mi historia Destinada a ser suya, claro si no la han leído