La Villana Y El Príncipe De Las Rosas.

Esa mañana Cassian llegó por Veronika para acompañarla hasta el salón del trono, pues ese día se llevara a cabo el juicio del Barón Silverless. Las otras tres chicas la vieron salir y claro, dos de ellas no dudaron en dejar salir un par de risillas con burla mientras que Larisa les pedía no burlarse de la albina, pues no ha hecho nada malo.

De camino al salón del tronó, se encontraron con Tamara, quien le da ánimos, ya que la reina no permitirá que ella salga perjudicada por el juicio, y si, es un poco preocupante porque era común que si alguien cometía un crimen, su familia estera era ejecutada para evitar venganzas o que su familia siguiera los mismos pasos criminales que el enjuiciado.

—¿por que se siente como si me estuvieran llevando al matadero?— pregunta divertida.

—quizás hiciste algo malo, y temen que lo descubran.— se burla Cassian.

—¿acaso es un delito imaginar tener un trío con los príncipes?— sonríe ladina.

Tamara comienza a reír al escuchar a Veronika, mientras que Cassian solo mira con molestia a la albina.

—así que tiene fantasías con mi hermano, creí que la única que no se interesaba en él.— se cruza de brazos, sin duda estaba molesto.

—¡oh!, ¿celoso primo? — pregunta con burla Tamara.

—¿por qué debería?, solo es una fantasía.— era mejor evadir ese tema.

Veronika se cuelga del brazo de Cassian.— tranquilo alteza, en mi fantasía usted va primero.— guiño.

Cassian se detiene de forma abrupta apartando las manos de Veronika y acelera el paso. Tamara se acerca y le da una palmadita en el brazo.

—descuida, solo esta avergonzado.— comenta con una gran sonrisa.

—lo sé, lo vi sonrojarse.— deja salir una risilla.

No tardan en llegar ante las puertas del salón del trono, los guardias les abren dejando que salgan. Los tres entran caminando hasta las escalinatas donde se encuentra el trono de los reyes, Cassian saluda a sus padres diciendo que han traído a Veronika para que pueda presenciar el juicio, la albina puede sentir la mirada de todos, pero hace una reverencia y sigue a Tamara quien después de saludar a sus tíos le pide a Veronika sentarse cerca de ella. Los tres pasan a unos asientos que quedan del lado derecho de la sala, un poco alejado de los nobles, que ya han empezado a murmurar por la presencia de la chica.

Callisto ordeno que guardarán silencio, recordando a todos que estaban ahí para juzgar al Barón Silverless, no a su hija. Calix quien estaba presente ordena a los guardias traer el Barón, este llevaba cadenas en las manos, su ropa era las que suelen ponerle a los prisioneros, con una tela barata, su cabello estaba mal peinado y su barba estaba en las mismas condiciones su cabello, pero, levanto la vista observando a cada persona en el lugar, hasta que si vista se fijo en Veronika quien estaba sentada en medio de Cassian y Tamara.

El Barón la miro furioso, estaba seguro que algo debió hacer ella para que pudiese estar tan tranquila del lado de los príncipes. Esto le hizo fruncir los labios, probablemente ella le habrá contado los planes de la facción, quizás Veronika sabía más de lo que aparenta y los había vendido, jamás imaginó que la hija que había criado para seguir sus órdenes obedientemente, ahora lo estuviera traicionando. El Barón es sacado de sus pensamientos cuando Calix toma la palabra, explicando que el Barón Silverless es socio de tres casinos ilegales en el reino, pero, el problema no solo eran las apuestas, pues el casino era solo una fachada, ya que en reuniones secretas se vendían animales exóticos, joyas robadas, obras de arte y también se subastaban jovencitas robadas de sus hogares o vendidas por sus propias familias.

Las jóvenes que lograron recuperar, fueron devueltas con sus familias y a las cuales sus familias las vendieron, estas familias ya han sido puestas bajo custodia de la guardia real en espera de su sentencia por prostitución.

—Aún falta recuperar más chicas, ya que algunas han sido llevadas fuera del reino, pero, me he puesto en contacto con las autoridades de dichos reinos para la recuperación y arresto de quienes compraron a esas jóvenes.— explica Calix.

Cuando Calix terminó de hablar, los socios y quienes se han visto participando en toda la actividad ilegal, estaban ya en la sala, entre ellos, nobles que pertenecen a la facción del Barón. Veronika quien observa todo, se sorprende de que una simple acusaciones haya desarmado toda una organización delictiva.

《Debería abrir mi agencia de detectives.》Piensa.

Calix presenta todas las pruebas ante la corte, para que no haya excusa alguna que pueda salvar al Barón y a sus socios, por supuesto, la facción no piensa abogar por ellos ya que no piensan exponerse a que sean investigados también. Los murmullos y discusiones al respecto no tardaron en hacerse presentes hasta que Callisto pide silencio.

—no hay más dudas, estos hombres, y mujeres.— porque también habían mujeres entre esa sociedad criminal.— han cometido los peores delitos, y como rey, pienso poner de ejemplo que, sin importar el estatus, quien cometa un crimen debe pagar y se le aplicará la ley según la gravedad del delito causado. Así que, yo, Callisto Valencia, rey de Celes, los condeno a la ejecución pública la cual será cumplida dentro de tres días.

La sala se lleno de ovaciones y reclamos, unos aseguran justa la sentencia, otros que era una sentencia demasiado extrema, pero Callisto no pensaba dar marcha atrás, así que pide callar a todos.

—las familias, serán investigados también, si se cree que son un peligro o participaron en los actos ilícitos, serán llevados a prisión, si no son un peligro, serán libres, eso la incluye a usted, señorita Silverless.— voltea hacía Veronika.

—comprendo su majestad, no me niego a esta investigación, se bien que no soy una delincuente.— hace una reverencia.

—por el momento, queda todo como se le hablo anteriormente hasta que salga el resultado de la investigación.— agrega Callisto.

—agradezco su generosidad majestad, no los decepcionare.— y espera que ya pronto pueda irse.

Ya que la sentencia fue dada, los prisioneros son sacados de la sala, pero Veronika puede notar que su padre no deja de mirarla con furia, y ella solo se encoge de hombros. Pobre señor, pero quien le manda querer ser el malo del cuento, además cada quien sobrevive como puede y si para sobrevivir tuvo que delatar a su padre, pues es un pequeño sacrificio que la llevará a un bien mayor.

Veronika aprovecha que todo a acabado para retirarse del salón, siendo seguida por Tamara, ya que Cassian había tenido que irse con sus padres y hermano. Tamara la invita a beber el té para relajarse después de todo ese juicio donde era obvió que muchos de los nobles no dudaban en juzgarla con la mirada.

—no debe preocuparse, usted ha visto que sus majestades son justos y no la dejarán desamparada.— asegura Tamara.

—en realidad no me preocupa mucho eso, con lo que me ofrecieron es suficiente y puedo poner un pequeño negocio para llevar una vida tranquila.— responde con calma.

Ambas chicas entran a una sala donde las doncellas ya han preparado el té y los bocadillos.

—veo que tiene todo planeado...tenía mala impresión de usted en un inicio, había escuchado rumores sobre su comportamiento.— Tamara toma asiento.

—digamos que actuaba porque mi padre me pedía hacerlo, pero ahora, todo es diferente. Mi plan siempre fue perder la competencia e irme del reino.— pero nada le ha salido como quiere y ahora tiene un enemigo misterioso que quiere a su dragón.

—ya veo porque Cassian no deja de perseguirla.— sonríe.— estaré feliz de que usted sea mi prima.

Veronika casi se atraganta con el pastel que se había llevado a la boca. Tose un poco y recupera la compostura.

—que linda alteza, es un honor que piense bien de mí...— pero no se quiere casar con ninguno de los príncipes, a lo mucho podría besuquear a Cassian y manosearlo un poco, pero ¿casarse?, no, ya es demasiado. Niega.

Tamara no dice nada más, pero, esta segura que la albina no se irá pronto, al menos no se alejara de ellos por ahora, en especial porque Cassian le tiene aprecio y los reyes ya le han dado el gusto bueno, así que no se negarían si Cassian quiere a Veronika como esposa. Tamara solo sonríe.

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