Incondicionalmente

El médico sale y nos acercamos para saber cómo está Heather.

- ¿El esposo de la señora?

- Soy yo doctor, ¿cómo está?

- Lamento informarles que ha perdido al bebé, ella se encuentra físicamente bien. Emocionalmente no puedo decir lo mismo. Me ha pedido que haga pasar a sus padres.

- Gracias, doctor.

Me llevo las manos a la cabeza, ¿qué sigue después de esto? Mis padres llegan.

- Hijo, ¿qué sucedió?

- Heather perdió al bebé papá.

- ¿Cómo? ¿Qué pasó?- cuestiona mi madre.

Les cuento lo sucedido y ambos están tan preocupados como yo.

- ¿Sabes quien es el médico que la trató?

- No, estaba tan mal que no puse atención a su nombre.

- Voy a buscarlo, podemos hacerle el ADN al feto y así llegaremos al fondo de este asunto- asegura mi padre y se va en busca del Doctor.

- No puedo creer de lo que fue capaz esa chica.

- Yo tampoco mamá, lo peor es que va a culparte a mí y no hay forma de demostrar que yo no hice nada.

- Tranquilo hijo, tu padre encontrará un solución.

Pasan los minutos y los padres de Heather salen.

- Sabemos que fuiste tu quien empujó a nuestra hija por las escaleras- asevera su padre- mi hija te ama tanto que nos ha convencido de no tomar cartas en el asunto. Ella te perdona y solo quiere que en compensación por lo sucedió cumplas con el trato.

- Pero ella miente, yo nunca la toque. Fue ella quien se lanzó por la escalera.

- Deja de mentir James, mi hija es incapaz de hacer algo así. Los sirvientes escucharon la discusión y aseguran que ella suplicaba que la dejaras o le harías daño al bebé.

- Mi hijo es incapaz de hacer algo así- interviene mi madre- estoy segura que no miente.

- Nosotros le creemos a nuestra hija- reponde la madre de Heather- y solo esperamos que su hijo cumpla con el trato ya establecido y que no se atreva nunca más a hacerle daño a nuestra hija.

- Está bien, acepto. ¿Puedo pasar a verla?

- Adelante.

En la habitación la veo recostada en la cama y al notar mi presencia una sonrisa burlona se dibuja en su rostro.

- Te dije que conmigo no se juega. Estas obligado a permanecer conmigo por cinco años.

- Estás completamente loca y voy a demostrarlo con hechos. A partir de este momento la guerra está declarada.

Salgo de ahí furioso, espero que mi padre consiga el ADN porque ahora estoy casi seguro que ese niño no era mío.

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Las clases han llegado a su fin, por lo menos por ahora y Steph y yo nos preparamos para volver a Nueva York. Pasaremos las fiestas con nuestras familias.

Esta Navidad será muy diferente a las anteriores. Era costumbre que nuestra familia y la de James organizaran una cena para celebrar, ahora seguramente celebrarán con la familia de su esposa.

Mis padres enviaron el Jet privado para que viajemos sin inconvenientes.

- ¿Estás lista, Steph?

- Lista, amiga. Vámonos. Nos esperan largas horas de viaje.

Abordamos el Jet y nos ponemos cómodas.

- Deberíamos de celebrar el año nuevo juntas e invitar a Christopher, ¿qué opinas?

- Es una buena idea, llámale en cuanto lleguemos a ver que dice.

- Pensé que te negarías.

- No quiero quedarme en casa recordando las celebraciones de años anteriores. Este año ha habido muchos cambios y es hora de que también yo evolucione.

- Me asusta este cambio, Sam. No quiero que te conviertas en una mujer fría y sin sentimientos.

- No veo otra manera de sobrevivir.

- Amiga, espero que la terapia te ayude y te des cuenta que no necesitas sobrevivir si no vivir.

Ignoro las palabras de mi amiga y finjo que duermo. Aterrizamos en Nueva York al anochecer y solo quiero llegar a casa.

Mis padres y los de Steph nos esperan, los saludamos emocionadas y después de una corta charla nos despedimos.

Al llegar mi madre me dice que ha mandado preparar mi platillo favorito, pero yo estoy agotada y solo quiero dormir.

Entrar a mi habitación me llena de recuerdos, los últimos muy malos y los anteriores llenos de felicidad.

Me doy una ducha rápida y me colocó una pijama abrigadora, afuera está nevando. Observo a través del ventanal la ciudad e imagino las historias que hay a mi alrededor.

Seco mi cabello y me voy a la cama. Tardó más de una hora en conciliar el sueño y cuando lo consigo la pesadilla sobre la violación vuelve. Esta vez es más vívida y aparecen nuevos recuerdos.

Despierto sollozando y más decidida que nunca a no permitir que nadie me dañe nunca más.

- Despierta, cariño- es la voz de mi madre- el desayuno está listo.

- Buenos días, mamá- respondo adormilada.

- Este año daremos una fiesta para celebrar la Navidad con los empleados de la compañía y hoy iremos de compras.

- Ok, mamá. Ahora bajo.

Decido bajar en pijama y después de desayunar arreglarme para ir de compras con mamá.

- Que alegría tenerte en casa nena- dice mi padre.

- También estoy feliz de estar con ustedes.

- Te comentó tu madre sobre la fiesta que daremos.

- Sí, lo hizo e iremos de compras más tarde

- Perfecto.

- Por cierto, Año Nuevo me gustaría celebrarlo con mis amigos.

- Claro, cariño. Estamos de acuerdo- se anticipa a contestar mamá.

Al terminar de desayunar subo a arreglarme y me voy de compras con mamá. Al parecer debo elegir un vestido de gala, pues la cena lo amerita. Aprovecho para comprar lo que usaré en Año Nuevo.

Steph me visita por la tarde y le muestro lo que compre.

- Amiga, te verás hermosa. Este vestido está divino y lo que elegiste para nuestra celebración de Año Nuevo también.

- Debemos reservar en el club o nos quedaremos fuera.

- Sabes que no es necesario, tus padres siempre tienen a su disposición el área VIP del lugar.

- Aun así le avisaré al gerente que vamos.

- Ok, así no corremos el riesgo de quedarnos fuera.

Mi amiga se queda a dormir y al siguiente día me ayuda a arreglarme para la fiesta de mis padres.

Me siento hermosa con el vestido que elegí; al mirarme al espejo ya no veo a una chica inocente, veo a una mujer.

- ¡Te ves hermosa, Sam!

- Gracias, amiga. No sé que habría hecho sin tu ayuda.

- Diviértete mucho.

- Lo intentaré.

Bajo para encontrarme con mis padres y despedir a mi amiga.

- Nena, ¡estás preciosa!

- Gracias, mamá.

- Eres tan hermosa como tu madre.

- Y tú eres el hombre más guapo, papá.

- Me retiro, que se diviertan.

- Buenas noches, Stephanie, saludos a tus padres.

Salimos de la casa rumbo a la fiesta 6 mi amiga a su casa. Al ser los anfitriones debemos de llegar primero y así lo hacemos.

Mis padres se encargan de checar que cada detalle sea perfecto antes de la llegada de los invitados. Yo doy una vuelta admirando el salón, la decoración es hermosa. Perfecta para estas fechas.

Al llegar la hora nos ubicamos en la entrada para darle la bienvenida a cada uno de los asistentes.

Es bastante aburrido hacer esto, por suerte muchos de los invitados vienen acompañados de sus hijas e hijos y así no será una velada llena de adultos.

Lo que menos esperaba era que entre los invitados estuvieran James, sus padres, su esposa y sus suegros. Fue difícil disimular mi incomodidad al saludarlos.

- Samantha, hija. Luces hermosa- dice la madre de James al saludarme.

- Gracias, señora Wilson. Bienvenidos.

- Hola, Sam- saluda James besando mi mejilla.

- Samantha, fue una lástima que no asistieras a nuestra boda- menciona Heather.

- Me fue imposible, felicidades para ambos.

Terminamos de recibir a todos y nos dirigimos a nuestra mesa que para mi desgracia es la misma de James y los demás.

Heather no para de besarlo y tocarlo, es como un perro marcando su territorio. ¡Qué actitud tan nefasta!

- Vamos hija, quiero presentarte a alguien- solicita mi madre y ambas nos levantamos de la mesa.

- Señor O'Connor, que gusto verlo- saluda a un hombre que viene acompañado de un chico muy apuesto.

- Señora Stevenson, gracias por la invitación. Le presento a mi hijo Pierce.

- Un gusto, Pierre. Ella es mi hija Samantha.

- Un placer, Samantha.

- El gusto es mío, Pierce- estrecho su mano.

- Mi hija estudia en Londres.

- Qué casualidad, Pierce también estudiará allá el próximo semestre.

Mientras nuestros padres conversan, Pierce y yo nos alejamos un poco y hacemos lo mismo. Así me entero de que estudiaremos en la misma Universidad.

- Es una suerte que nos hayamos conocido, espero que podamos ser buenos amigos- expresa Pierce.

- Sí quizá podamos ser amigos.

Intento ser cautelosa durante mi interacción con este chico, no lo conozco y no quiero pecar de confiada.

De pronto nos vemos rodeados de otros chicos y chicas es evidente que más de una se siente atraída por Pierce.

Imaginé que esta fiesta sería muy aburrida y no pude haber estado más equivocada.