Una Apuesta Por Tu Amor.

Después de que Alana reciba la llamada de Sandra estaba con sentimientos complicados, ella conoció superficialmente al señor Celso y siempre le pareció un hombre amable al menos con ella así que no le parecía justo que lo que pasó hace años melle su salud, aun así no estaba convencida de ir.

Después de que los querubines se durmieron, Alana decidió visitar al mayor de los Roman por cortesía y no porque les deba algo a ellos pero si se atrevían a humillarla tendrían que pagar el precio.

Jimena no estaba de acuerdo pero aun así la dejo ir y ella se quedó con los querubines por si despertaba.

Alana salió con Sean y fueron al hospital y cuando Alana apareció en el pasillo todos se quedaron atónitos, Basilio tenía el teléfono en la oreja y casi lo deja caer al verla, Alana estaba más bella que nunca, su lindo cuerpo estaba más torneado y se veía mas mujer pero esa aura de dulzura e inocencia no se había perdido.

Sandra se apresuró a recibirla y con mucho respeto, Sandra saludo a la visita y le pidió que entrara para hablar con su padre que la había esperado desde hace tiempo.

Cuando Alana entró a la habitación vio a don Celso pálido y frágil, no se parecía al gran presidente de la empresa Roman de hace años, y entendió que los años no pasan en vano.

        Alana, niña, estas tan bella, casi ni te reconozco _ habló el hombre mirándola con un poco de vergüenza.

        Sr. Celso es un gusto verlo, me dijo la Srta Sandra que quiere hablar conmigo _ Alana se acercó tranquilamente y le sirvió un poco de agua tibia ya que lo vio con los labios secos, así era Alana, ella era considerada y bondadosa.

        Gracias, Alana, hoy me he enterado de lo que pasó hace cinco años y yo quiero decirte… _ Alana lo interrumpió.

        Sr. yo no quiero hablar de eso, por favor dejemos este tema como si no hubiera pasado. _ Alana estaba a punto de pararse pero Celso la tomó de la mano delicadamente como un padre cuando habla con su hija.

        Alana, escúchame, se que es doloroso para ti pero solo quiero que sepas que me dolió mucho saber que un miembro de mi familia fue el culpable de tu deshonra, aún eras una niña y lo que hizo mi hijo es asqueroso, yo te pido perdón en nombre de la familia Roman, no queremos molestarte o pedir que los niños que estoy seguro son mi mi estúpido hijo no sepan que sus abuelos los quieren mucho, estoy delicado y solo me gustaría conocerlos, si tu quieres, es un favor a un viejo, no quiero pelear derechos y tampoco permitiré que lo haga Basilio, pero quiero verlos, por favor Alana _ los ojos del hombre se llenaron de lágrimas, la niña que conoció hace años se había vuelto una dama hermosa y bondadosa, se veía un brillo de autosuficiencia pero sin perder la calidez.

        Yo… Sr. Celso, qué tal si primero se repone, si aceptara de cualquier forma no puedo traer a los niños al hospital ya que no los dejarían entrar así que cuando esté en casa trataré de llevarlos para que los vea, ¿bueno? _ a Alana se le partió el corazón, podía sentir la sinceridad del hombre en cada una de sus palabras.

Celso Roman sonrió de oreja a oreja y asintió feliz, había ganado una pequeña batalla, solo el hecho de que Alana no se niegue a presentarle a los niños ya era un avance pero se desmoralizó con la condición que puso Alana.

        Pero tengo una condición, no quiero que Basilio esté presente, no quiero que este cerca mio o de mis hijos _ Alana cambió de repente y su aura era fría y sin emociones.

        Bien, yo lo acepto, te diré cuando esté de alta y haremos la reunión, y gracias Alana, te agradezco que no seas una persona rencorosa _ Celso habla aunque un poco triste por la condición pero aún feliz por el pequeño paso avanzado.

Ambos se despidieron y Alana salió de la habitación y por suerte no vio a Basilio, aunque lo vio al llegar apenas y le dio un vistazo antes de enfocarse en Sandra y después entrar a la habitación.

La Sra. Lidia se acercó con una mirada triste y no quería regañar a Alana por mentirle el día anterior pero no pudo evitar reclamar.

        Alana, pequeña, ¿por que no me dijiste nada de los niños y sobre todo esto?, tu has sufrido tanto, deberías haberme buscado para que te ayude _ Alana la miró y con una sonrisa amarga le tomó la mano y la consoló.

Alain vio a la dulce Alana ya una mujer certera y tranquila y se emocionó, su primo había perdido un diamante rosa, el más raro y valioso.

Alana se fue pensativa por el pasillo para tomar el ascensor y de repente una mano la jaló y la metió a una de las habitaciones aprisionando contra la puerta, cuando sintió un olor familiar, ese olor de menta con esencia de pino que hizo que levante la cabeza y vea a quien no quería ver.

Basilio la miraba con sus ojos grises e intensos, Alana debía admitir que los años le habían sentado bien y se veía mas guapo y sexi que hace 5 años pero después se reprendió a sí misma por pensarlo y trato de soltarse.

        Basilio, suéltame, no me toques, te dije hace años que no quiero que me toques _ Alana se removió tratando de zafarse pero mientras mas lo hacia, mas quedaba envuelta en sus brazos.

        Alana, te ves tan hermosa _ Basilio hablaba suavemente, casi como un susurro descolocando a la niña totalmente.

        Basilio, ¿qué quieres?, déjame ir _ Alana solicitó más nerviosa, había un peligro en la mirada y la voz de Basilio y no eran del tipo que hace daño, era de ese peligro que embruja.

        Lana, sólo quiero hablar contigo _ Basilio miró con dulzura a la niña que había extrañado estos 5 años, solo fue su novia un mes, solo un mes le bastó a la dulce Alana Tello robar su corazón.

        No hay de qué hablar, suéltame o grito _ tenía que salir corriendo, ese Basilio lo había visto hace 5 años, ese hombre haciendo eso la metió a su cama y luego la destruyó.

        Grita lo que quieras gatita, yo aguantaré tus gritos, tus golpes, tu desprecio, pero no te voy a dejar ahora que te he encontrado, ¿dime gatita, me extrañaste? _ Alana sintió una corriente que le subió por la espalda cuando lo oyó llamarla así, era ese mismo apodo que la había metido en serios problemas antes.

Mientras Alana se repone de escucharlo, Basilio aprovechó su confusión y la beso suavemente y aunque Alana se sorprendió por un momento intentó liberarse lo que produjo que el beso sea más intenso.

Alana fue rodeada por el aroma de Basilio mezclado con las hormonas masculinas haciendo que sus piernas se aflojen, y se recargo sobre él para apoyarse, había olvidado lo intenso que era cuando la trataba así.

Basilio por otro lado estaba más que feliz, podía sentir que ella no era completamente indiferente pero debía ir con cuidado, no podía dejar que ella piense que él solo se aprovecha de ella. El mismo ha creado una pésima imagen en ella y debe cambiar eso, pero no pudo evitar sentir sus labios y acercarse más a ella.

Basilio soltó suavemente a Alana mientras la veía reponerse del beso, ella había cerrado los ojos y cuando los abrió Basilio la miraba con una sonrisa juguetona lo que la hizo ruborizarse por ser tan ingenua, se soltó apurada para reprenderlo.

        ¿Te parece divertido, de que te ries?, no te atrevas a burlarte de mi Basilio, eres un idiota _ Alana quería llorar de rabia y golpearse hasta morir por ser tan débil, en estos años debió haber estado mas fuerte pero parecía que se habían vuelto mas débil ante el.

        No me río de ti gatita, me rio de lo mucho que necesitaba ese beso, y debo decirte que estás más dulce que antes, tus labios son deliciosos _ Basilio volvió a sonreír lo que enojó a Alana aún más.

Plaf.

Alana acertó una bofetada con toda su fuerza haciendo que Basilio voltee la cara a un lado y ella aprovechó el momento y se fue.

Basilio se quedó en la habitación agarrando su mejilla sin dejar de sonreír, lo que le dijo su padre era cierto, cuando una mujer deja de amarte en ella solo encontraras indiferencia y eso es señal que no volverás a conquistarla jamás, mientras ella aun muestre incluso odio, aun siente algo por ti, quiere decir que hay una mínima posibilidad de recuperarla y él sintió que Alana aun lo odia un poco, se siente atraída un poco pero no confía en él, así que debe cambiar esos sentimientos por amor y se va a jugar esa apuesta por su amor.

Alana por su lado en cuanto subió por el ascensor se sintió ridícula y despreciable, ¿como puedo ser tan tonta? Ella lo amó por muchos años y él solo la usó, la traicionó y la ridiculizó en público, cómo podría seguir cayendo en su juego.