DOBLE TRAICIÓN

. – Matti por favor apúrate hijo – llamo a mi hijo que tiene ya como 40 minutos en la bañera, siempre es lo mismo cada vez que lo dejo bañarse allí – ¡la tía Ana y el tío Luiggi se pondrán tristes si llegamos tarde amor! – espero su respuesta con la oreja hacia la puerta, esto siempre funciona, siempre manifiesta que no le gusta que nadie sufra.

. – Voy mami voy – bingo, levanto las manos al cielo y rio – no quiero que mis tiitos se pongan infeliz – Jajaja me dice con ternura mi bebe.

. – Así es mi amor, mientras lo podamos evitar, no hay que hacer sufrir a nadie ¡verdad? – le pregunto llegando a él con la toalla para envolverlo en ella. Miro la bañera, y levanto los ojos, con razón no quería salir, literalmente echo toda la cesta de sus juguetes allí – ¡Matthew pero que exagerado hijo! – él siguió mi mirada y sonrió pícaramente.

. – No sabía cuál escoger mami – me dice con inocencia - y todos querían jugar conmigo… - ya esto no tiene nada de inocente, este tremendito y sus ocurrencias. Lo acuesto en la cama

. – No me digas, déjame adivinar… seguro se estaban peleando en la cesta por ti, no matti llévame a mí, no a mí, a mi matti – le digo mientras le hago cosquillas – aquí yo, yo…

. – Jajaja mami estás loca Jajaja los juguetes no hablan

. – Ah no, ¿entonces como supiste que todos se querían bañar contigo? – le cuestiono, sobre todo para escuchar su respuesta.

. – Porque escogí a uno, y los demás tenían sus ojitos tristes – Jajaja

. – Ay Matti, mi dulce amor – me lanzo en la cama con él, y lo abrazo y beso por toda su carita – ¡te amo, te amo mucho hijito mío!

. – ¡Mami, yo te amo con mi vida y grande! – ¡ohhhh me mata de amor mi hijo!

. – Gracias mi amor, ahora vamos a ponerte guapo – tomo la ropita que le escogí, le aplico cremita hidratante en su cuerpecito, colonia y lo comienzo a vestir – Pero miren nada más que hermoso príncipe, ¡estoy rendida a sus pies mi señor! – le digo haciéndole una reverencia.

. – ¡Gracias bella dama, pero me faltan los zapatos!

. – Jajaja, tiene razón noble príncipe, aquí se los dejo, mientras yo iré a ponerme bella para estar a la altura de usted mi señor … me retiro al Vestier haciéndole reverencia y lanzándole besos.

Escogí un vestido negro un poco más abajo de las rodillas, ajustado al cuerpo y chaqueta y zapatos bajos. Me mire en el espejo, tome la colonia y me aplique. Salí y ya mi hijo estaba listo con sus zapatos puestos y se estaba peinando, cuando me miro a través del espejo, me di dos vueltas, y esperé su aprobación…

. – Está usted hermosa mami – mueve la cabeza en negación, se ríe y yo igual – no es así – me dice y lo vuelve a intentar – está usted hermosa bella dama

. – ¡Gracias bello príncipe, cuanto honor me hace! – me acerco y le doy besos en ambas mejillas, luego lo miro fijamente, él es igual a su papa, saco sus ojos, su cabello, su piel… todo él es su papá. ¡Yo tal vez estaba en el quinto sueño cuando Matthew me hizo a este niño!

. – ¿Nos vamos mami? – me pregunta devolviéndome a tierra.

. – Si mi amor, ya nos vamos, los tíos y la pequeña rose nos esperan.

. – ¿Hoy si la podre cargar mami? – asiento y él aplaude feliz mientras salimos del apartamento hacia el estacionamiento, allí abrí la puerta de atrás y senté a mi hijo en su silla, lo ajusté bien, le di un beso en la frente y cerré la puerta, y caminé hasta mi lugar, y arranque directo a casa de mis futuros compadres.

Llegamos al apartamento de Luiggi y cuando estaba sacando a mi hijo de su puesto, el bajaba a recibirnos, en cuanto Matti lo vio corrió a sus brazos, y Luiggi con mucho amor lo recibió.

. – ¡Hola mi campeón! – le dijo elevándolo varias veces, luego lo beso en su cabeza.

. – Tío hoy podré cargar a la pequeña Rose – le dice emocionado y me mira – ¿verdad mami? – vuelve a mirar a su tío y ante la sorpresa de Luiggi me señala con el dedo – ella me dijo – dice como si fuera una locura.

. – Jajaja claro que si mi campeón, hoy podrás cargar a tu primita porque ya eres grande.

También rio, y me acerco a ambos para rodearlos con mis brazos, estamos así, apapuchando a mi hijo, cuando escuchamos casi un alarido…

. – ¡LAURA! – ay no, su voz sonó adolorida, y a la vez aterradora, volteé y lo vi bajar de su auto y caminar hacia nosotros.

. – ¡Llévatelo! – le ordene prácticamente a Luiggi, que estaba tan sorprendido como yo, pero dudó de mi pedido – ¡por favor! – primero no es momento de que sepa, y segundo, no quiero que mi hijo sea testigo de ningún espectáculo ajeno a su inocencia, y menos con Matthew – ve, yo me encargo - Él camino en dirección a su apartamento y mi hijo al ver que me quedaba se preocupó.

. – Mami ven – me dijo y me extendió sus bracitos, me acerque a el rápidamente para tranquilizarlo.

. – Ve con el tío mi amor, yo iré enseguida ¿sí amor? – mire hacia Matthew que seguía acercándose – debo hablar con el señor mi amor, ve con el tío, que la pequeña Rose te espera.

. – Esta bien mami, vamos tío – le dice a Luiggi y el emprende la marcha, en cuanto Matt está casi a mi lado. Me volteo y me paro frente a él, cuando vi su intención de agarrarme el brazo, me aparté.

. – ¡No te atrevas! – le exigí y caminé hacia mi auto – si no vamos a hablar civilizadamente, por favor te ruego Matthew que te vayas – de reojo lo veo seguirme y hacer puños sus manos.

. - ¿Tienes un hijo? – me pregunta con firmeza, lo miro y sus ojos son de todos, menos del color de siempre, pero asiento y él se me viene encima presionándome contra el carro con su cuerpo

– ¡maldición Laura! ¿Tuviste un hijo con él? Todo un maldito año casados, y no pudiste darme un hijo, y así sin más ¿le das uno a él? – lo veo y no puedo creer las películas que se arma Matthew en esa cabeza – ¿o es que nunca lo intentaste realmente? ¡No, claro que no, si vivía en un maldito engaño! – golpea el capo del auto y me hace saltar, trato de apartarme, pero me lo impide

. – ¡Contrólate por favor! – le pido suavemente y trato de moverme otra vez – apártate Matthew – él se resiste - ¿estás consiente de dónde estamos verdad? Mi hijo nos puede estar mirando Matthew y se va…

. – ¿Por qué Laura? – me dice casi en un susurro, levanté la vista a su cara y me quedé sorprendida cuando veo una lagrima rodar por su mejilla, su cabeza estaba hacia abajo, se veía derrotado, subí mi mano a su cara y limpié la lagrima que rodaba por ella, luego le acuné la mejilla con mi mano y él automáticamente se apoyó en ella y cerró los ojos – No puedo olvidarte – mi corazón comenzó a retumbar al escuchar esas palabras. Entonces lo abracé tan fuerte y él hizo lo mismo, me envolvió desde la cintura y pego a él. Ambos lloramos.

. – Matthew… le susurro acariciando su nuca - tampoco te he olvidado – después de un rato de estar así.

. – ¿Entonces, por qué acabaste con lo nuestro, que te faltaba Laura? – me reprocha, me pregunto cuando entenderá - ¿por qué te fuiste a revolcar con él, por qué? – ya se está descontrolando nuevamente.

. – No te alteres… Matthew contrólate por favor, no eches a perder este momento – ya estaba volviendo a ser el mismo de hace cuatro días, de esta mañana…- Matthew tenemos una conversación pendiente desde hace mucho, pero este no es el momento, ni las condiciones están dadas, por favor aléjate… Matt, mi hijo nos está mirando desde la ventana – él me soltó y se rodó para quedar con la espalda apoyada al auto, tal como estaba yo.

. – ¿Es todo lo que tienes para decir?

. – Ya te lo dije, tenemos una larga conversación pendiente, por ahora, Solo te voy a decir, que has vivido engañándote tú mismo estos 5 años… no, escúchame. yo nunca te engañé Matthew, tu mejor amigo de allá arriba, tampoco lo hizo, creas lo que creas, yo te amaba con locura, aún te amo, pero no estoy dispuesta a seguir aguantando tus insultos y malos tratos – me separo del auto – cuando realmente estés dispuesto a escuchar búscame, además de nuestra situación, tengo algo importante que decirme, cuídate Matthew.

. – Laura… ¿cómo poder creerte? – me pregunta bastante contrariado

. – Estas tan ciego y confundido Matt… - me acerco a él y pongo mi mano derecha en su pecho, él seguía embelesado mis movimientos, entonces lleve la mano sin romper el contacto con su pecho, hasta donde se sentía el palpito de su corazón – Escucha tu corazón Matthew – le susurré y me acerqué para dejar un beso en sus labios, pero el no solo quería ese piquito, entonces de un movimiento rápido, me tomo por la cintura y me pegó contra él y me beso con desesperación, no pude más que corresponderle, pero me separé rápidamente antes de perder el control. porque esa posición en la que estaba no era apropiada.

Nos miramos y con nuestros ojos dijimos suficiente. Me di la vuelta y él tomó mi mano, moví la cabeza negando y caminé hacia el apartamento, su mano no me soltó hasta que estuvimos bastante alejados, le sonreí y subí las escaleras.