¡Eres Mía Gordita!

Thiago

Salgo del auto y camino a casa para encontrar a Marcos sentado en el sofá.

-Como entraste?-pregunte acercándome a el.

-La llave de repuesto que dejas debajo de la maceta-hablo el tomando un poco de cerveza.

Valla entro a mi casa sin permiso y tomo una de mis cervezas,a eso se lo llama no tener privacidad,pero pues es Marcos ya estaba acostumbrado a que tomara mis cosas y se sintiera como en su casa,pues se al pasa mucho tiempo aquí conmigo y no me molesta.

-Que ha pasado?-pregunte viendo su cara de pocos amigos.

-La cagué bien feo-hablo soltando un suspiro pesado.

Lo mire sabiendo lo estúpido que puede llegar a ser a veces.

-Cuentame que paso?-dije cruzandome de brazos en un sofá individual.

-Me confesé le dije que me gustaba pero luego empeze a decir que estaba seguro de que yo también le gustaba,no quería que ella pensarás que está un chico tímido que no sabia como hablar con una chica,así que comencé a decir que quien no querría salir con una chico como yo que era un dios en la cama y que se lo demostraría,además de decirle que si no le preguntara a mi secretaria-hablo rápido lo que hizo que me costará un poco entenderlo.

Cuando por fin mi cerebro logro procesar toda la información fue inevitable que no soltará una carcajada.

-Eres un idiota-hable.

-Gracias por tu apoyo amigo-dijo sarcástico.

-Lo siento pero no pude evitarlo-dije cuando pare de reir.

-Necesito tu ayuda-hablo poniendo ojos de cachorro.

-Claro por qué yo he tenido tantas novias y me he declarado tantas veces-dije con sarcasmo.

-Vamos amigo te necesito-dijo con súplica.

Solté un suspiro.

-Esta bien pensemos en algo-hable cruzandome de brazos.

Marcos me miró mientras yo intentaba pensar en una buena idea para que la chica olvidará la patética declaración de mi amigo.

-Lo tengo-dije luego se unos minutos en silencio.

-Bien bien habla hombre-exclamo rápido apenas solté mis palabras.

Le conté el plan que tenía en mente para que la chica lo perdona,al principio no están de acuerdo pues el nunca fue romántico y cariñoso,pero al final termino cediendo.

Estubimos hablando por algunas horas planeado todo con cuidado,pues Marcos quería que todo salga perfecto para que ella lo perdonará.

-Bien solo queda que hagas tu parte,yo me encargaré de lo demás-dijo soltando un suspiro apoyando su cabeza en el la parte superior del sofá.

-Esta bien pero intenta nos decir nada de tu secretaria está vez-hable con burla,el me fulminó con la mirada.

-Ja ja que gracioso-hablo sarcástico.

Seguimos tomando cerveza y hablando sobre la chica hasta que ya no podíamos más del cansancio,Marcos se quedó dormido en el sofá y yo subí a mi habitación para costarme a dormir.

(...)

Me levanto con un fuerte dolor de cabeza,pues después de todas las cervezas de la noche anterior era algo inevitable.

Salgo se la cama y camino hacia el baño para tomar una larga y  relajante ducha,mientras el agua cae sobre mi cuerpo no puedo evitar pensas en la nueva modelo Elizabeth Allen y su sonrisa,hoy sería su primer día,y creo que he tomado la mejor decisión,ella parece la mujer perfecta para el trabajo.

Salgo de la ducha y camino hacia mi armario,logro escuchar algunos ruidos en el piso de abajo,seguramente Marcos ya a despertado.Tomo una camisa negra y unos pantalones del mismo color,acomodo mi saco blanco y bajo las escaleras a la sala.

A penas tocó el suelo de la sala lo primero que veo es a Marcos tirado en el suelo junto al sofá aún dormido,logro contener una carcajada y camino hacia el a paso lento,cuando paso por su lado logro escuchar su ronquidos que por suerte no son muy pesado,sigo mi camino hacia la cocina y comenzó a preparar el desayuno.

Luego de terminar me acerco a Marcos quien aún duerme en el suelo y le doy una patada no muy fuerte para que despierte,a lo que el no hace ningún moviendo, vuelvo a golpearlo con un poco más de fuerza y nada sigue dormido.

-Mierda este chico si que tiene el sueño pesado-susurro para mí mismo.

Vuelvo a darle una patada pero mucho fuerte que las anterios logrando ganarme una cuantas maldiciones por parte de Marcos.

-Mierda imbécil no puedes tratar mejor a tus invitados-dijo levantándose del suelo y tocando la zona golpeada.

-Pues eso es lo más delicado que puedo ser-dije encogiendome de hombros.

El soltó un gruñido antes de comenzar a caminar hacia el baño.

(...)

Después del desayuno ambos salimos rumbo a la oficina.

Lo que no esperaba era que la señorita Allen ya estuviese allí a primera hora en su primer días,al parecer se encontraba algo ansiosa pues sus piernas no dejaban de moverse y sus labio inferior parecía temblar,¿por qué me encontraba mirando sus labios? No lo sé,lo único que puedo decir es que sus labios se robaron toda mi atención.