NovelToon NovelToon
El Prisionero Y La Reencarnada

El Prisionero Y La Reencarnada

Status: Terminada
Genre:Mundo mágico / Época / Romance / Reencarnación / Completas
Popularitas:42.1k
Nilai: 4.9
nombre de autor: LunaDeMandala

Renace en la novela que había estado leyendo, dispuesta a salvar al villano..

*El mundo mágico tiene muchas historias*
* Todas las novelas son independientes*

NovelToon tiene autorización de LunaDeMandala para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Poción 2

Cuando el efecto de la poción terminó, no hubo un corte brusco ni un silencio incómodo. Fue más bien como si el aire del calabozo cambiara de peso.. más denso, más real. Ambos se quedaron quietos unos segundos, respirando despacio, asimilando lo que habían dicho sin filtros.

Ginger fue la primera en hablar.

- Entonces… - dijo con cautela- lo que dijiste sobre escapar… ¿de verdad podría hacerse?

Alban la observó con atención renovada. Ya no había gruñidos. Tampoco dureza defensiva. Había algo distinto.. evaluación.

- Podría.. No es fácil. No es rápido. Y no es limpio. Pero es posible.-

Ginger inclinó el cuerpo hacia delante, interesada.

- Cuéntame qué necesitarías.. No ahora para hacerlo, sino para pensarlo bien. Rutas, tiempos, errores que no debo cometer. -

Alban frunció levemente el ceño.

- Hablas como si ya estuvieras dentro del plan.. Eso es peligroso. -

- Lo sé.. Pero no puedo ayudarte a medias. -

Ese comentario quedó flotando entre ambos.

Alban apoyó la espalda en la pared de piedra.

- Las rondas cambian al amanecer y al anochecer.. Hay un pasillo ciego detrás de las celdas antiguas. Nadie lo usa porque creen que está derrumbado… pero no lo está del todo.-

Ginger memorizó cada palabra.

- ¿Y las cadenas?-

- No se rompen - dijo él- . Se abren. El problema es quién tiene la llave correcta.

Ella asintió, pensativa.

Luego fue Alban quien habló, más despacio.

- Ahora me toca a mí preguntar algo.. Sin poción. -

Ginger levantó la vista.

- Pregunta. -

Alban dudó un segundo.

- ¿Por qué sigues aquí? Ya sabes lo que sabes. Ya hiciste más de lo que cualquiera haría. Podrías irte… y no perder nada. -

Ginger apretó los dedos sobre la tela de su falda.

- Porque si me voy.. te mueres aquí. Y yo tendría que vivir sabiendo que pude hacer algo más. -

Alban la miró fijamente.

- Eso no explica todo. -

Ella tragó saliva.

- No.. No lo explica todo. -

Se hizo un silencio breve, cargado pero tranquilo.

- Antes.. te pregunté qué debía hacer para que confiaras en mí. Dijiste que solo mis hechos hablarían. -

Le sostuvo la mirada.

- Entonces seguiré haciendo. Aunque nunca confíes del todo. -

Alban bajó la vista un momento.

- No estoy acostumbrado a que alguien se quede.. Menos alguien que puede irse. -

Ginger habló más bajo.

- Yo tampoco estoy acostumbrada a quedarme… por alguien. -

No hubo promesas.

No hubo juramentos.

Pero cuando Ginger se levantó para marcharse, Alban dijo algo que hasta ese momento no había dicho nunca..

- Ten cuidado.. Si caes conmigo, no habrá red para atraparte. -

Ginger se giró en la puerta.

- Lo sé.. Por eso estoy aprendiendo a sostenerme sola. -

Los días pasaban y, cada día, Ginger se acercaba un poco más a Alban.

No fue algo repentino ni evidente. No hubo confesiones ni gestos grandiosos. Fue una cercanía hecha de rutinas compartidas, de silencios que ya no pesaban tanto, de miradas que se sostenían un segundo más de lo necesario.

Alban seguía enfureciéndose cuando escuchaba a los guardias llamarlo muñeco.

- No soy su entretenimiento - gruñía, tensando las cadenas.

Pero, en el fondo, debía reconocer una verdad incómoda.. el trato había cambiado.

Ya no lo golpeaban.

Ya no lo provocaban.

Ya no lo dejaban días enteros sin agua.

Los guardias, movidos por la codicia más que por la compasión, ahora lo “cuidaban”. Le hablaban con menos desprecio. Incluso evitaban mirarlo a los ojos, como si la presencia constante de Ginger hubiera recordado que seguía siendo humano.

Y Ginger… había aprendido rápido.

Aprendió cuánto pagar y a quién.

Aprendió cuándo aparecer y cuándo desaparecer.

Aprendió a leer los turnos, los cambios de humor, los silencios peligrosos.

Una tarde, cuando bajó al calabozo, Alban no estaba con los harapos de siempre.

Llevaba ropa limpia.

No era elegante ni nueva, pero estaba entera, sin manchas de sangre ni humedad. Camisa sencilla, pantalón oscuro. Parecía… casi un hombre libre atrapado en un lugar equivocado.

Alban notó su mirada.

- No fui yo - dijo con brusquedad- . Me la dejaron.

Ginger asintió lentamente.

- Lo sé.

Se sentó frente a él, como siempre, pero esta vez el aire entre ambos era distinto. Más cargado. Más consciente.

- No me gusta cómo hablan de ti - dijo ella en voz baja- . Pero mientras crean que lo hacen por dinero… no levantarán sospechas.

Alban apretó la mandíbula.

- Te están usando.

- Tal vez - respondió Ginger- . Pero mientras tanto, sigues vivo.

Con el paso de los días, Alban empezó a esperarla. No lo habría admitido jamás, pero cuando el sonido de pasos no era el suyo, el tiempo se volvía más pesado. Cuando sí lo era, algo dentro de su pecho se aflojaba apenas.

Hablaban más.

No siempre de planes. A veces de cosas pequeñas. Ginger le contaba fragmentos de las clases, discusiones absurdas de la nobleza, conceptos de administración que a él le parecían ajenos… pero interesantes.

Alban, poco a poco, empezó a corregirla en detalles del castillo, pasadizos olvidados, costumbres antiguas que ya nadie respetaba.

- Ese túnel - dijo una vez- se usaba para mover prisioneros importantes sin que los vieran.

Ginger levantó la mirada con atención inmediata.

- ¿Importantes… o peligrosos?

- Ambos.

El silencio que siguió no fue casual.

Alban la observó con seriedad.

- Sigues acercándote demasiado - dijo- . Si caes conmigo, nadie te levantará.

Ginger sostuvo su mirada, firme.

- Entonces no caeré - respondió- . Y tampoco te dejaré aquí.

Por primera vez, Alban no respondió con escepticismo.

Solo la miró.

Y en ese instante entendió algo que lo inquietó más que el encierro, más que las cadenas, más que la traición de su tío..

Ginger Evenhart no estaba jugando.

Y si ella caía… él ya no estaba seguro de querer apartarse.

1
Sabri Nahir Zapata Zini
Hermosa novela autora ☺️
Kaori
hermosa historia 😍😍😍
Kaori
haaa faltó anunciar que estaba embarazada y que los meses pasaron llegó el dolor y el máximo, haaaaa
Kaori
una pregunta, la verdura ginger.de murió, no mencionan
Kaori
siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii aceptoooooooooooooooo
Kaori
🤣🤣🤣🤣, padres así no existen
Kaori
g😍😍😍😍😍 siiiiii
Kaori
jaa estos locos 🤣🤣
Kaori
el no se menciona en la otra historia, no me acuerdo
Kaori
ojalá lo salve, senti ese capítulo muy vivido
Kaori
waoo difícil si , pero no imposibles te apoyamos
Kaori
el tema de la ansiedad por la lectura es complejo, también me he trasnochado por leer más y mas me a tocado que aprender a controlar incluso dejo semanas sin leer para tener una mente tranquila y menos ansioa,.o habeses me pongo a leer porque estoy ansiosa y quiero olvidar es complejo
Vianey Hernandez Ortiz
Ecxelente Novela 💯💯💯, mucho romance, comprensión, emoción y elecciones para mejorar, me encantó ❤️❤️❤️🎉🎉🎉🎉
Ginna Gamez Sauceda
Hermosa historia de principio a fin felicidades autora. Feliz Navidad y Prospero Año Nuevo 💐🙏
Marisela Celiz
me encantan!! seguí así!! felicidades por el talento que tenés!!! y felices fiestas!!!👏👏👏👏👏🥂
Marisela Celiz
me encantan!! seguí así!! felicidades por el talento que tenés!!! y felices fiestas!!!👏👏👏👏👏🥂
Melbryl
💕💕💕💕💕
Margarita Acuña Cerda
/Rose//Wilt//Kiss//Rose//Wilt//Kiss//Rose//Wilt//Kiss/
Margarita Acuña Cerda
Maravillosa novela muy pero muy romántica y encantadora 🥰🥰🥰
Nelida Fuenteseca
👏
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play