Rayza Deyrnas es conocida por todo el reino como la hija mimada del Márquez Deyrnas, su reputación de problemática, irrespetuosa, caprichosa, mimada y malcriada es de dominio público, algo que aleja a todos de ella, amistades y posibles pretendientas, pero esto a Rayza no le importa, amistades falsas y hombres debiluchos no son lo que ella busca, Rayza tiene un plan para su vida muy claro, pero todo cambia cuando el heredero del ducado Zoragarria descubre su mayor secreto y hecha a perder todos sus planes.
Marcel Zoragarria es el heredero de uno de los ducados más importantes y poderosos del reino, es un hombre con sus metas muy bien planteadas, y entre estas no está contemplada Rayza Zoragarria, una joven demasiado caprichosa para su gusto, pero tras descubrir algo impresionante de la joven, Marcel se replantea todo y decide que Rayza es lo que siempre había estado buscando sin saberlo.
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Capítulo 8
Rayza vio a Marcel irse y sintió que había sido un desacierto haberlo hecho irse, parecía ser un muy buen hombre, pero en estos momento ella no tenia tiempo para buenos hombres.
- “Usted no debería opinar de temas que no entiende del todo”, yo se mucho más de lo que usted cree, duque de quinta – se dice Rayza a si misma, repitiendo las palabras que le dijo Marcel hace tan solo unos momentos, y entonces lo siente, un golpe que va directo a su cabeza – auch, nana, eso dolió – le dice Rayza a la mujer mayor que se encontraba detrás de ella.
- Me alegra, ese era el punto, fuiste muy grosera con ese joven – le contesta Naroa a Rayza, sin ningún tipo de formalismo entre ellas.
Naroa era una mujer de casi cincuenta años, de cabello gris con una tonalidad azulada y unos hermosos ojos de color morado, quien a pesar de su edad, seguía siendo una mujer hermosa y para Rayza, Naroa era su única figura materna.
- Suele no importarte como trate a los pretendientes que me trae mi padre – le contesta Rayza, en un intento por aplacar la furia de Naroa.
- Por que esos hombres eran unos idiotas, mientras que le joven Zoragarria fue todo un caballero contigo, ese joven era la pareja perfecta para ti, no entiendo tu afán de rechazarlo, con lo otros pretendientes lo entiendo, es mejor estar sola que con esos descerebrados, pero el joven Zoragarria representa todo lo que yo siempre he deseado para ti, un hombre fuerte, caballeroso, amable y muy apuesto – le responde Naroa enojada, y es que la mujer deseaba ver a quien consideraba su hija felizmente casada y formando una hermosa familia, pero los planes de la joven no podían estar más alejados de lo que la mujer quería para ella.
- Tienes razón al decir que el joven Zoragarria actúo como un verdadero caballero, a pesar de mis ataques hacia su persona, pero era necesario hablarle así, de otra manera seguramente hubiera insistido con el compromiso – intenta explicare Rayza a su nana, para que esta deje de estar enojada con ella.
- Yo no lo creo, el joven Zoragarria hubiera entendido tus razones, de haber hablado con él como una persona civilizada en vez de actuar como una troglodita sin modales – la sigue reprendido la mujer, provocando que Rayza se haga pequeña en su silla – deberás de disculparte con él, y hasta que lo hagas no habrá más postres hecho por mi, ese será tu castigo y también le contaré a Gunter sobre tu nefasta actitud, seguramente se sentirá decepcionado con tu actitud, él y yo te educamos para que fueras una persona justa, y lo que hiciste se aleja mucho de eso – sentencia la mujer.
- Esta bien, me disculpare, aceptare mi castigo, pero no le digas nada a Gunter, por favor – le pide la chica mientras junta sus manos en señal de ruego.
- Una semana, tendrás eso para disculparte con le joven Zoragarria, y si lo haces en el tiempo que doy y él acepta tus disculpas, no le diré a Gunter, y no te atrevas a engañarme, por que mi duende me dirá lo que pase en realidad – le advierte la mujer a lo que Rayza asiente y la abraza en señal de agradecimiento.
Rayza era muy consiente que había actuado muy mal con Marcel y este sin merecerlo, y es que el peli azul era el primero de sus pretendientes que iba a verla sin actuar como le estuviera haciendo un favor, y es que no había hombre en Azura que no conociera su reputación, por lo que actuaban como unos patanes, asumiendo que Rayza pararía por alto su mala actitud, debido a que no había muchos hombres dispuestos a casarse con ella, algo claramente no pasaba, por lo que estos no dudan en insultarla, pero a Rayza poco le importaba lo que le dijeran, así que eran esos supuestos hombres quienes siempre perdían en una ataque verbal contra la joven pelirroja, pero Marcel fue distinto y es que a pesar de lo mal que lo trato, él nunca la insulto, demostrando que el peli azul era un verdadero hombre.
Rayza se separa de su nana, puesto que oyó unos pasos acercarse, y efectivamente al poco tiempo llego su padre con su hermano.
- ¿Acaso eres estúpida? como pudiste arruinar una oportunidad así, estamos hablando del ducado Zoragarria, el ducado más poderoso de todo Azura, unirnos a ellos era una oportunidad única, pero tú, con tu incompetencia lo arruinaste – le grita Lance a su hija, sumamente molesto.
- El joven Zoragarria no era de mi gusto y yo no pienso casarme con alguien que no cumpla mis expectativas – le dice Rayza a su padre con calma, aunque por dentro la joven sabia que lo que decía era una mentira, su nana tenia razón Marcel era un hombre con el que toda mujer soñaría, incluida ella, un hombre apuesto, fuerte, amable, caballeroso y muy rico, pero casarse no estaba en los planes de Rayza por el momento, así que se abstenía de pensar sobre eso.
- ¿Tus expectativas?, a quien le importa eso, hija malagradecida, tu deber era seducir al futuro duque y así poder unir a nuestra familia con una de las familias más poderosas de todo Azura – le grita Lance a su hija, cada vez más molesto.
- Si tanto deseas unir ambas familias que Kaan se case con él, estoy segura de que con una peluca fácilmente podría pasar por una dama – le contesta Rayza, aumentado el enojo de su padre.
- Lárgate a tu habitación, tienes prohibido salir hasta nuevo aviso, Naroa, asegúrate que Rayza solo reciba pan y agua una vez al día, a ver si esto te enseña a obedecer y respetar a quienes es están sobre ti – sentencia Lance.
- Yo respeto quienes se lo merecen y tu no mereces mi respeto – le dice Rayza con voz segura, a lo que le hombre furioso se va de allí con paso rápido.
- Deberías de estar más agradecida con nuestro padre por lo que hace por ti, de seguir así no tendrás más opción que casarte con un viejo, aunque pensándolo bien, lo único que mereces pasar el resto de tus días sirviéndole aun anciano – le contesta Kaan a su hermana con una sonrisa perversa.
- A mi padre y a ti ya les ha pagado y con creces lo que han hecho por mi, y cuando salga de aquí, será el turno de ustedes dos de pagar y no creo que puedan hacerlo, así que hermanito, en vez de molestarme deberías de aplicarte más a tus estudios o comenzar a aprender un oficio, por que lo necesitaras, papi no siempre estará ahí para ayudarte – le dice Rayza a su hermano y entra a la mansión con rumbo a su habitación para “cumplir” su castigo.
El estúpido castigo de su padre le haría más difícil cumplir con lo su nana le había pedido, pero ya encontraría la manera de hacerlo, aunque siendo sincera consigo misma ella ya había pensado en disculparse con Marcel, se lo hubiera pedido su nana o no, sabia que había actuada mal, su nana tenia razón, ni ella ni Gunter habían criado a una mujer un con un comportamiento tan nefasto, ellos habían criado a una joven con valores, que trataba a las personas como estas la traten a ella, y con Marcel ella no había aplicado esas enseñanzas, y era su deber redimirse, ese era el camino de un guerrero.
