EL PESO DEL AMOR #EllaMayorQueÉl

#ELLA

Miro a mi alrededor, todo lo que me recuerda a Homero lo colocó en una bolsa, regalos que me hizo su madre de los viajes que hizo, unas bolas de vidrio con agua y una figurita en el interior donde tenía el nombre de los sitios turísticos, solo para fregarme en la cara que Homero le regaló ese viaje. El álbum de fotos, lo coloco para quemarlo, no quería ver su cara en ningún lado, las fotos en los retratos.

-LIMPIANDO. Apareció mi hermana al ver que colocaba todo en esa bolsa.

-NO QUIERO NADA QUE ME RECUERDE A ÉL. Le respondí.

Ella bajo su mochila, se quito su campera y saco el bolso de viaje de Homero.

-EMPAQUEMOS SU ROPA, DE SEGURO APARECE CON LA EXCUSA DE QUE QUIERE SU ROPA. Me dice.

-SI, COLOCA TODO ESO DE AHI, EN ESTE OTRO PONDRE TODA SU ROPA SUCIA, QUE LE LAVE LA OTRA, YA NO SERE LA SIRVIENTA PARA QUE ELLA LO RECIBA LIMPIO Y NO SE LE ROMPA UNA UÑA AL LAVAR SUS GRACIAS DE SUS BÓXER. Le respondo enérgica.

-QUE ASCO, SE PEORRABA CON REGALO. Comenta tapándose la nariz.

-CON UNA CUCHARA HABÍA QUE RETIRAR O SE IMPREGNA EN EL LAVARROPAS. Le comento.

-JA, JA, YA TE LIBERASTE DE ESE. NO TENDRÁS QUE SUFRIR MÁS CON SU PESTILENCIA. Me responde.

-Cuando uno se casa acepta a la persona con lo bueno y lo malo. No todos somos perfectos. Pero tratamos de amoldarnos, ceder un poco y tratar de cambiar, mejorar, para hacer funcionar el matrimonio. Homero jamás cedió, siempre impuso, no se molestaba en querer cambiar. Si lo hizo, solo fue cuando consideraba necesario para su bienestar. Ahora comprendo que los regalos y paseos, cuando los había sin previo aviso, era la culpa que lo movía. Reflexionó en voz alta al guardar su ropa.

-ELLA, SE QUE POR QUERER HACER UNA VIDA A SU LADO, PUSISTE TU MEJOR ESFUERZO, SI ÉL NO LO SUPO VALORAR, SE LO PIERDE. Me dice Beth abrazándome como consolándome.

En ese momento golpearon la mano, entre las dos espiamos por la ventana.

-ES SU ABOGADO, MECHAS. Le comento a Beth.

-VE, A VER QUE QUIERE. Me empuja Beth.

Salgo a recibirlo.

- BUENAS ELLA, ME PUEDES DAR LA ROPA DE TRABAJO DE HOMERO. Me pidió en un tono de súplica, note la incomodidad en su rostro y que miraba de reojo su auto, de seguro estaba con Homero.

-CLARO, YA TE TRAIGO. Le dije.

Regrese adentro.

-Busca la ropa de Homero. Le comento a mi hermana que espiaba por la ventana.

-Genial, que lleve todo. Me dijo Beth

Tomamos los bolsos y se lo llevamos.

-ESTAS SON TODAS SUS COSAS, YA NO TENDRÁ QUE VENIR. Le anuncié a su abogado.

- Muy amable. Me respondió alejándose.

Me dedique con la ayuda de Beth a limpiar todo, a borrar el aroma del perfume de Homero.

-VAMOS A COMPRAR PAÑAL. Le digo a Beth al ver que estaban por terminar.

-Si. Me respondió.

Cambie a mis bebés, ellos están entusiasmados por salir a pasear.

-De paso compramos pelelas, que vayan practicando. Me sugiere Beth.

-Si, nos fijaremos eso. Le respondí.

Suspiré pesado, con trabajar de moto mandado no me alcanzaba.

-¿Qué pasa? Me pregunta Beth.

-Debo conseguir otro trabajo, no me va a alcanzar el dinero a fin de mes. Le comento a mi hermana.

-Y si haces un negocio en esa casita que tienen al frente. Me dice Beth al referirse a la pequeña casa que mando hacer Homero para guardar sus cosas de distenimiento, como equipo de pesca, fútbol, buceo y no se que más guardaba ahí, no me dejaba entrar, decía que era su espacio.

-No sería mala idea. Le respondí.

Llegamos al supermercado, mis bebés contentos sentados en la sillita del carro, mi hermana llevaba a Mila y yo a Aquiles.

-Hay lindos precios. Dice Beth mirando la sección de maquillaje, a ella le gusta todo lo referente a maquillaje.

-Quieres te pago con el que elijas por hoy. Le dije.

-Si, si, me hacen falta estás sombras. Me dice entusiasmada.

-Mientras eliges voy por los pañales, me llegó un aviso. Le digo al recibir la alarma de mi trabajo.

Al llegar en esa sección veo a Homero junto a Naira charlando. Sentí un mal sabor de boca, no esperan mucho para verse, ni fingen no tener nada, son unos descarados.

Me estaba por girar y Aquiles dijo papi, revelando mi presencia.

-Ella, espera, escúchame, aquí está Norali, ella te puede explicar todo el asunto, solo te pido que escuches un momento. Me dice Homero.

Me quedé solo quería saber que podían inventar, puse a grabar con mi celular, era lo que me aconsejo mi padre, que las veces que me cruce con Homero que grabé todo.

-Si Ella, Homero solo dono su esperma, para que podamos ser padres, era lo que más queríamos con Celso. No te lo dijo porque le pedí guardar el secreto, sabes cómo es Celso y que se entere de que era infértil, sería lo más doloroso para él.

Comento como si lo hubiera ensayado, muy de memoria se la escucho hablar.

-Está quiero. Apareció su niña con una bebita de juguete en la mano enseñándole a Homero.

-Le prometiste comprar eso a cambio de que diga eso Norali. Le dije a Homero.

-Si, me lo regala el tío. Dijo la beba.

Vi las caras de Homero y Norali, se les desfiguró al sentirse descubiertos.

-ELLA, NO PIENSES MAL, NO MENTI. Se exalta Norali.

-Solo falta que digas que fue de manera telepática. Le digo con sarcasmo.

-SI ME COGI@ Y QUÉ, NO SE LE GASTA LA PIJ@ POR ESO, SI SE QUE NO TE DEJABA SIN SEX@ TODOS LOS DIAS. Dijo con los dientes apretados como si le molestará.

Se ve que le mentía Homero, jamás me dió un buen sex@ y menos todos los días, si se pasaba de viaje.

-NO LE HAGAS CASO, SABES LO BROMISTA QUE ES. Dice nervioso Homero.

-ELLA ERES ABURRIDA, NUNCA SE PUEDE BROMEAR CONTIGO. Agrego Norali, como siempre buscándo decir algo en mi contra.

-¿Ella está todo bien?. Apareció Esteban, me sorprendió verlo.

-Hola Ella. Apareció otro oficial que miro a Homero serio.

-Deje que lleve el changuito. Me dijo Esteban, al tomarlo rozando mi mano.

-Necesita algo más o esto está bien. Me dice el otro oficial al ver lo que tenía en mi carro.

-Pañal me falta. Le dije.

-Estos están bien. Me pregunta al enseñarme Esteban.

-Mis hijos usan los que no tienen perfume. Le escuché decir a Homero.

-USTED DEBE ESTAR LEJOS, NI APROXIMARSE. Le advierte el oficial que acompaña a Esteban.

-Es un supermercado, no sabía que vendría. Se defendió Homero.

Entre los dos me alejaron de Homero, sin intercambiar ninguna frase más.

-Hola, que lindos oficiales. Los saludo Beth al verlos.

-Si no le molesta, las acompañamos, así no es molestada por su exesposo. Me dice Esteban.

-ESE DESGRACIADO ESTA AQUÍ. Exclamó molesta Beth.

-Si, está con Norali y le compra un juguete a la hija de ella, para que me diga una frase practicada, que lo dijo sin ánimos, muy notorio que solo era ensayado, nada de verdad existían en sus palabras. Le cuento a Beth.

-SON UNOS CÍNICOS, DESEARÍA QUE LES PARTA UN RAYO. Dijo furiosa.

-Paguemos esto y salgamos de aquí. Le digo a Beth al sentirme molesta por toda la situación.

Vi que Esteban tomo unos dulces y se los compro a mis bebés que me miraron antes de agarrar las paletas, ellos no aceptaban nada sin mi aprobación, les hice gesto que si con la cabeza y se prendieron gustosos.

Nos acompañaron hasta la casa y ayudaron con los paquetes.

-Gracias por la ayuda. Les dije.

-Tiene mi número, si necesita algo, solo llámeme. Me dice Esteban al despedirse.

Note que ellos se llevaban unos sandwiches y agua mineral, se ve que les tocó estar de guardia el día de hoy.

-Que lindo el de pelito ondulado. Suspiro Beth.

-Mejor ten cuidado, sabes que no toman una relación en serio. Le digo a Beth.

Después de lo que pase con Esteban que se ofreció para que me vengue de Homero, sabía que solo aprovechaban la situación y para mí fue conveniente en su momento.

-Si, ya se que cambian de mina como de calzoncillo. Papá siempre me dice la misma cantaleta, que si me voy a meter con uno, que lo forre de pies a cabeza y que no me crea nada de sus palabras de ser la única, y si quiero casarme que lo piense mil veces. Me responde Beth.

-Es tu decisión, tu sabrás, la verdad, después de lo que me pasó, ya no creo en nada. Le digo a Beth.

-Te meterías con uno. Me consulta Beth.

-No estoy para una relación en este momento. Le respondí.

No fui sincera, no le dije que estuve con Esteban más de una vez, al querer borrar a Homero de mí.

-Los tipos son todos iguales, al igual que las mujeres, todos mentimos, todos tenemos nuestros secretos, está en uno decir no o si a uno y otro. La vida es una, disfrutémosla, si ellos se acuestan con diez, nosotras también, que se vayan a la mierd@. Por mi parte probaré todas las medidas hasta que encuentre mi medida ideal que la gastaré hasta que me canse. Me dijo Beth, solo para ver mi reacción.

-JA, JA, ESTAS LOCA. Me mato de la risa.

-Tu error fue quedarte con el segundo, debiste seguir haciendo un cateo. Insiste en su afirmación.

-No era tan fácil, en ese entonces mi ex me engaño y después se aparecía hasta en la sopa, estuve con Homero solo para que me deje de molestar. Le dije.

-Pero no necesitabas casarte. Me dice Beth.

-Ya ves, me equivoqué, tu eres joven, puedes pensar mejor. Le dije.

-Conoci a tantos idiotas que los sé diferenciar. Me responde.

-Eso es bueno. Le respondí.

Ella se quedó con los bebés y me fui hacer mi trabajo.

Al ver donde debía entregar el paquete exclamé blasfemias a los cuatro vientos, pero no podía negarme, necesitaba el dinero.

Al llegar a la casa de mi suegra tome aire, para soportar a la vieja esa.

-¿QUÉ HACES VOS ACÁ? Me pregunta con cara de asco.

-Le traje su pedido de laxante. Le anuncie.

-ASI QUE TRABAJAS DE ESTO. JUSTO EL TRABAJO IDEAL PARA UNA ORDINARIA COMO VOS. Se burla.

-NI UN TRABAJO ES MALO. MALO ES ROBAR. Le respondí mientras firmaba.

-TE PONDRE CERO ESTRELLAS, A VER COMO TE VA. DESPUES DE ECHAR A MI HIJO DE SU CASA POR ACOSTARTE CON OTRO. Me acusa.

-SU HIJO SE ACUESTA CON OTRA Y GASTA EN OTRA DEJANDO A SUS HIJOS SIN COMIDA, POR ESO TRABAJO, SOLO PARA DARLES LO QUE NECESITAN, SI QUIERE ACUSAR, PRIMERO SEPA BIEN LAS COSAS. Le dije.

-ESO ES MENTIRA. Grito.

-CREA LO QUE QUIERA, YA NO TENDRÉ QUE SOPORTAR SUS DESPRECIOS. Le dije molesta al entregarle lo que solicito.

-SEGURO NO SERVIAS EN LA CAMA, SOLO SERVISTE PARA EMBARAZARTE. Me grito.

No le respondí, si lo hacía le arrancaba las pestañas a la vieja de un solo jalón.

-¿QUÉ PASA MADRE? Apareció Homero.

-ESTA MOSQUITA MUERTA QUE QUIERE PROVOCARME UN INFARTO AL ATACARME. Miente la vieja.

Me gire con bronca.

-NO LA ATAQUE. LE TRAJE UN PEDIDO DE LA FARMACIA. NO MIENTA. Le dije molesta.

-¿POR QUÉ LO TRAERIAS? Pregunto él muy idiota.

-LA ESTUPIDA TRABAJA DE MOTO MANDADO. Le responde su madre riéndose como burla.

Me aleje de ellos, no soportaba verlos ni un segundo más.

Llegué a casa, mis bebés dormían, Beth tiene una habilidad única, ella se despide dirigiéndose a dar una clase de maquillaje.

La verdad no tenía ganas de comer, me bañe y acosté a descansar, o eso trataba. Las lágrimas de la frustración rodaron mi mejilla, deseaba desaparecer o dormir y que todo sea una horrible pesadilla, un deseo patético, pero ahora lo anhelaba.

Al rato golpean la mano, me levanto sin ganas y veo que es Esteban, por lo que me lavo la cara antes de salir a atenderlo.

-Hola. Lo saludé.

-Me envío su padre. Estaré aquí. Me avisa.

-Ah, así que vas a estar en mi casa de guardia. Le digo en un suspiro.

-Es que le comenté del incidente en el súper, espero no le moleste. Me dice.

-No, claro que no. Le dije

-Si, no es mucho pedir, quisiera pasar a su baño. Me dice colorado.

-Entiendo. Pase. Le respondí.

Él paso al baño, fui a la cocina y me servi un vaso de agua.

-Te preocupa algo. Me sorprende al hablar a mi espalda.

-No es nada, gracias por estar, espero no sea un inconveniente. Le dije.

-Comiste ya, si no es así te puedo acompañar. Lo siento, hablo de más. Dice nervioso.

-Queria disculparme por lo de la otra vez en tu oficina, siento que me aproveche de la situación. Le digo

-¿De la situación? Ah, eso, no debe preocuparse, la entiendo. Me dijo.

-Eso me deja más tranquila. Ahora quisiera descansar. Le avisé.

-Si, yo me iré a vigilar. Respondió nervioso.

No tenía ánimos, solo quería acostarme y hundirme en mi cama.

(SUEGRA Madre de Homero)