POR ÉL, CUMPLO MIL TAREAS

Mary miró a Flora con una expresión preocupada en su rostro, en su corazón esperaba que todo lo que dijo Flora fuese cierto.

Que su hermana menor tuviese comunicación con su amado la enojaba y entristecia, sin embargo, conocía muy bien la personalidad de Antonio, él nunca conversaria con alguien como su hermana menor.

-Esta bien, ya que has hecho algo de mérito, no te castigare, pero será mejor que regreses a tu habitación y reflexiones un poco sobre lo sucedido.- Dijo Julio con seriedad mientras caminaba hacia su nieta menor al lado de su esposa.

Gloria miró a su esposo con enojo -Ella ha salvado al Cuarto Príncipe ¿Vas a castigarla?- Cuestiono con un rastro de dolor en su voz.

Aunque Gloria sabía que su esposo era muy estricto, sabía tratar a ambas nietas, es solo que no esperaba que él castigara a su nieta menor luego de poner en práctica lo aprendido.

Julio asintió con la cabeza hacia su esposa y explicó -Ella desacató la única orden que le di y se separó de sus guardias, por tanto, debe reflexionar en ello.- Su voz fue firme, sin dejar rastro para la negociación.

Gloria ya no dijo nada, pues sabía que su esposo tenía razón.

-Haré lo que ordena el abuelo, ahora me retiró.- Dijo Flora, haciendo una reverencia hacia sus abuelos antes de caminar hacia Mary, quien tenía la mirada perdida en quien sabe donde.

Parecía sumida en sus pensamientos.

-Hermana mayor.- Llamó con un tono suave y dulce, sus ojos brillaron con una luz cálida.

La joven frente a Flora era increíblemente guapa, con un encanto suave y gentil, cualquiera podría verla como la flor más hermosa de todo el campo con su suave y agradable temperamento.

Mary sonrió con gentileza y le tomó la mano con familiaridad mientras la miraba cuidadosamente con una expresión preocupada -¿En serio estas bien? ¿No te lastimaste en ningún lugar?- Pregunto con preocupación.

De hecho, Mary siempre trató de llevarse bien con esta hermana menor, sin embargo, siendo la hija de una concubina, fue completamente despreciada e intimidada por la hija principal de la Mansión.

Cuando las dos tenían 13 años, sucedió un accidente donde su hermana menor casi muere y su abuela también. Resulta que esta hermana que tanto la odiaba cambió la receta del medicamento, y con tal de dejarla quedar mal ante su abuelo, se expuso así misma y a su abuela al medicamento.

Su hermana menor quedó en coma durante al menos un mes y su abuela cayó gravemente enferma. Si no fuese por su abuelo, ni su abuela ni su hermana se hubiesen salvado.

Habían pasado 3 años, pero su abuelo aún no la había perdonado. Su hermana menor aceptó en ese entonces que ella había cambiado la receta, pero todos pensaron que lo hizo para defender a Mary del castigo.

Nadie le creyó a Mary, pero tampoco le creyeron a Flora. Para los adultos, las acciones decían más que las palabras.

Flora miró a esta hermana mayor con atención, se dio cuenta de que la preocupación de Mary no era del todo sincera, después de todo, la protagonista secundaria la había intimidado durante muchos años desde su niñez utilizando su estado de hija legítima.

Flora no pensaba en volverse amiga de esta hermana mayor, ya que estaban destinadas a destruirse entre sí al final.

Su trabajo era sólo ayudar al protagonista masculino y desacreditar a la protagonista principal.

-Estoy muy bien, Hermana, solo un poco cansada.- Respondió Flora con tranquilidad, sacando suavemente sus manos del agarré de Mary.

No quería vincularse mucho con esta hermana o sería maltratada por el protagonista masculino si algo demasiado grave le sucedía.

-Esta bien, es mejor que vuelvas y descanses en poco.- Dijo Mary con una sonrisa algo forzada, pues sus manos habían sido apartadas por Flora. Se sentía avergonzada.

Flora negó con la cabeza -No puedo, el abuelo me ha castigado, tengo que ir a reflexionar. Adiós, Hermana.- Y con ello se dio la vuelta y salió del salón con paso firme y elegante.

Gloria miró a Mary, quien mordía su pañuelo con grandes lágrimas a punto de rodar de sus ojos. Su esposo ya se había ido a ver al Cuarto Príncipe.

Podía imaginar que tan preocupada estaba su nieta mayor, sin embargo, el Cuarto Príncipe no era alguien con quien Mary podría estar, ya sea por estatus o sentimientos, el Emperador jamás lo permitiría.

-Vuelve a tu patio anterior, el castigo ha terminado para ti.- Dijo la anciana con ternura a su nieta mayor antes de salir del salón, dejando solo a Mary en el lugar, aturdida.

Luego de estar encerrada en ese patio durante 5 largos años ¿Finalmente la dejaron salir?

Hace 5 años, aproximadamente, una concubina de su difunto padre fue encontrada muerta en el patio de su madre. Se dijo que la mujer había sido asesinada por esta misma.

Ese día, Mary había ido a visitar a su madre, y ambas sin querer, llegaron al lugar donde se encontraba el cuerpo ya sin aliento, y por gran casualidad, dos niñeras pasaban por allí y las vieron tratando de esconder el cuerpo.

Tanto la madre como la hija fueron culpadas por el asesinato.

La madre de Mary fue condenada a muerte y ella, como nieta de Julio, fue confinada durante 5 años en un lugar oculto en la Mansión. No fue hasta el día de hoy que le permitieron salir de la reclusión.

Sabiendo la buena noticia, Mary regresó al patio donde vivía antes de la reclusión, con una expresión emocionada en su rostro.

Por otro lado, Flora llegó al Jardín de Lirios, su patio.

Tal y como este decía, tenía muchos lirios terrestres y acuáticos por doquier. Jardines de lirios terrestres y grandes estanques con lirios acuáticos. En los alrededores de su habitación habían algunos árboles de durazno y de ciruelo.

Las jugosas frutas colgaban de las ramas con un brillo tierno en ellas, haciendo babear a Flora. La chica sintió la necesidad de escalar y cortar algunas frutas.

Siendo pleno verano, las encantadoras frutas de ciruela yacían silenciosamente en las ramas, vistas con una simple mirada, Flora no pudo evitar sentirse encantada.

La chica pronto corrió de acá para allá, cortando frutas donde quiera que fuese.

-Segunda Joven Señorita, se sentirá exhausta si continúa así.- Una voz preocupada vino desde un lado, sorprendiendo un poco a Flora, quién dirigió su mirada hacia la voz.

Dos chicas de unos 17 o 18 años cada una corrían en su dirección, ambas parecían extremadamente preocupadas con los rostros pálidos.

Ambas cayeron de rodillas en el momento en que llegaron delante de Flora, asustando a la chica.

-¡Lamentamos nuestra imprudencia! ¡Cuando escuchamos que la Segunda Joven Señorita se perdió en el bosque, nos apresuramos a buscarla! ¡Lo sentimos tanto!- Lloraron las dos mujeres al mismo tiempo, dejando a Flora desconcertada.

"Estas son las sirvientas más leales de la protagonista secundaria, Chancy y Lady, ambas son hermanas. Son las encargadas de intimidar a la protagonista femenina en su nombre." La voz de Tao volvió a sonar en la mente de Flora, haciéndola pensar detenidamente.

-Esta bien, esta bien, dejen de llorar y ayúdenme con estas frutas, quiero cortar algunas más.- Dijo ella con impaciencia, pues sentía que los duraznos se estaban perdiendo.

Muchos yacían en el suelo, ya podridos. Le dolía el corazón con tan solo verlo.