Rose Thompson pierde toda su vida feliz y su libertad en tan solo un día, luego de tanto tiempo sin ver a su padre, este la busca para darle su condena matrimonial.
Cansado de dejar que ella jugara a ser "la enfermera del pobre" como él llamaba de manera despectiva, ha decidido que le dejará su empresa a su nieto varón.
Informándole así que al día siguiente sería su boda, de modo que ella pudiera cumplir con su deber de entregarle su próximo heredero o de lo contrario el hospital donde ella trabajaba perdería a su mayor benefactor.
¿Podrá el amor y la felicidad surgir en una situación de chantaje total? ¿Podrá tener un final feliz?
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La verdad
El padre de Rose se encontraba en su oficina, cuando vio entrar a Antón Huffman, tenía cara de pocos amigos.
- Claro, adelante, siéntete cómodo - dijo Ryan, de forma sarcástica - a qué debo la visita de mi yerno.
- Dejemos las formalidades quieres? - Antón no tenía interés en fraternizar con el hombre que chantajeo a su propia hija y se ha encargado de denigrar de ella - Cuanto vale el hospital? tu pon la suma, pagaré lo que pidas.
- Que hospital ? - Ryan sabía que se refería al hospital público
- No te hagas el tonto conmigo, sabes de cual estoy hablando, el hospital que usaste de chantaje para convencer a Rose que se casará. - el que Ryan lo quisiera tomar por idiota, le molestaba a Antón
- Lo siento, te informo que no puedo vender ese hospital - camino hacia el sofá y se sentó.
- No me interesa si puedes o no, lo vas a hacer Ryan, o si no cancelo todos los negocios que tenemos en común - Antón ya había echo las cuentas, no tendría una perdida exuberante si lo hacía.
- Vaya muchacho, al parecer quieres pasarte de listo con un veterano, te voy a decir algo, niño, no te metas con el lobo, porque puedes encontrarte con sus dientes. - Antón lo veía desafiante - muy bien, te voy a explicar algo, no puedo venderte algo que no me pertenece, entiendes?
-Te dije que no te hicieras el tonto conmigo- Que creía que estaba tratando con un imbécil.
- No me creas a mi, creele a los documentos de compra y venta del hospital, allí está todo, hasta el nombre de su verdadero dueño, yo solo lo he estado administrando. - Señaló los documentos que estaban sobre su escritorio, Ryan sabía cuáles eran los intereses de Antón.
Antón camino hacia el escritorio y tomo los documentos, en los cuales se describía el terreno, dónde se encontraba el hospital, las instalaciones, sus equipos, todo muy detallado, pero nada de eso era de su interés, fue directamente a la parte del título de propiedad, al ver la firma y el nombre, no pudo disimular su expresión de sorpresa, no se lo esperaba.
- Vez, te lo dije, yo no soy el dueño, yo solo lo administro - Ryan sonrió al ver la cara de idiota que tenía Antón.
- Pero, como es posible ? - Antón no entendía lo que sucedía, nada concordaba.
- Te explico, mi querido yerno - se acomodo en el sofá con los codos sobre sus rodillas - Resulta que el día que mi querida hija firmo esos documentos no los reviso por completo, ella solo firmo y se fue, molesta por el chantaje que su despiadado padre le estaba haciendo. - sonrió
- Entonces, todo esté tiempo, Rose ha sido la única dueña del hospital? - Antón estaba perplejo, al seguir leyendo los documentos encontró algo más.- Ella sabe de esto?
- No, no sabe nada y espero de tu más grande discreción. Verás Huffman, desde que supe que iba a ser padre, me he asegurado de mantener a mis hijas a salvo de todo peligro, como sabrás al ser un hombre acaudalado, mi familia está en riesgo todo el tiempo. - Antón solo lo miraba atento - Asi que, me las arregle para alejar a mis dos amadas hijas de todo esto, de la prensa, del escarnio público y de los acosadores.
- Haciéndoles creer a todos que tus hijas eran despreciadas por ti - lo interrumpió Antón, entendiendo el descabellado plan.
- Exactamente, hoy en día para nadie es un secreto que Ryan Thompson desheredo a sus dos hijas y no las quiere cerca de el, sin mencionar que no pagaría ni un centavo por el rescate de ninguna de las dos.
- Entonces, por qué obligarla a casarse? - pregunto Antón, eso era lo único que no entendía el por que.
- Fácil, no iba a permitir que la heredera de mi fortuna se casará con un don nadie o con un caza fortunas, además, quien se cazara con mi hija sería su mano derecha en los negocios de mi empresa, no podía permitir que fuera un hombre que no supiera de eso y que desperdiciara el patrimonio familiar.
- Pero debes decirle, ella debe saber que es la dueña del hospital y la legítima heredera de toda tu fortuna, aquí está su firma, ella acepto todo, incluso firmo tu testamento. - Antón tenía los papeles en las manos.
- No, aún no es el momento, no quiero llenar su cabeza se preocupaciones, yo sé cómo es ella y se cómo lo tomaría. - Ryan se puso en pie y camino hacia Antón- Te elegí como candidato para casarte con mi hija porque se quién eres, se que eres un buen hombre y se que cuidarás bien de ella, yo fui quien hablo con tu padre para que la incluyera entre tus candidatas - lo tomo por los hombros - el destino mismo hizo que tú la eligieras - Ryan le sonrió.
- De verdad que estoy muy agradecido con la confianza que ha puesto en mi señor, le aseguro que cuidare muy bien de ella y que no lo defraudaré - La perspectiva que Antón tenía de su suegro era totalmente errada, ese hombre amaba mucho a sus hijas, tanto, que para protegerlas tuvo que convertirse en el villano.
- Yo se que así será muchacho, si tu padre viera en el gran hombre que eres ahora, estaría muy orgulloso de ti- Antón le mostró una mirada de sorpresa - Yo fui un gran amigo de tu padre y se quién eres, no te preocupes, no le diré nada a nadie. - le dio una palmada en el hombro. - ahora sí me disculpa tengo que ir un momento a mi empresa a resolver unos asuntos.
Luego de eso Antón salió de la mansión Thompson, condujo hasta su hotel y al entrar en la Suite, vio a su hermosa esposa, se veía reluciente.
- Como te fue? que sucedió ? - pregunto ella al verlo entrar
- Todo está bien - Le sonrió, le acarició las mejillas y la beso - Ya todo esta aclarado.