Demetri desde su niñez, ha atravesado duros momentos, donde no solo ha perdido el amor de sus padres, también ha sufrido por las fuertes vivencias de su infancia.
El se convierte en un mafioso por honrar a su padre adoptivo, se enamora a primera vista de una joven chica que lo impacta con sus ojos hermosos, al verse desesperado por no encontrarla toma decisiones desesperadas.
Será que Demetri conseguirá a su hermosa Gatita como el la llama o se dará por vencido??... Acompañame en esta hermosa Historia.!!
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CAPITULO. 8
...CAPÍTULO. 8...
REBECA MILLER
La vida realmente es un poco dura, tal vez hasta injusta, pero no pretendía insultarla, es el camino que de una u otra manera me toco recorrer, así que me las ingenie por un tiempo para conseguir dinero, pues en cada práctica o juego me dedicaba a vender postres entre las madres o los padres que llevaban a sus otros hijos al estadio.
Pero no todo era eterno y poco a poco las ventas fueron mermando, al principio me deprimí un poco, pero luego me di de cuenta de que era momento nuevamente de buscar empleo.
Recuerdo que ese día habíamos llegado tarde del entrenamiento de Roger, como siempre veníamos entre risas comentando de los errores y de las debilidades de los próximos contrincantes, encontrándonos con mamá que esta vez había llegado temprano.
La sorpresa fue buena, me comento que su jefe estaba de viaje y que una amiga le habló sobre una vacante para trabajar de sirvienta en una casa de personas importantes.
No me negué y pues cedi a la oportunidad de un nuevo comienzo, el trabajo era bien remunerado y podía estar los fines de semana en casa, era algo así como trabajos de oficina a diferencia que a veces me tocaba dormir en la casita de empleados cuando se aproximaba alguna eventualidad.
No es por nada, pero los ricos son extraños, excéntricos y sobre todo Nada cuerdos, fui a la entrevista de trabajo y genial una señora llamada Martha me hizo varias preguntas y sin más me dijo con cara de tristeza que el trabajo era mío, me explico mis funciones y que regresara el próximo día.
Cuando llegue a casa ya eran más de las nueve de la noche, eso no me preocupaba, ya había medido el tiempo de la casa a la mansión y viceversa, pues no pretendía quedarme allí, por qué a pesar de que todo era muy hermoso y gritaba lujo a todo pulmón, se sentía un extraño ambiente.
Al colocar un pie en mi humilde y acogedora casa que no cambiaría por nada en el mundo, unos brazos se enrollaron en mi cintura, y ahí estaba él, mi príncipe, mi hermanito, todo preocupado porque no quería que me sucediera lo mismo que en mi otro empleo, la diferencia es que esta vez ya era casi un año de ese suceso, ya estaba pronta a cumplir mis diecinueve años y no podía solo esperar que la suerte me cayera del cielo.
Yo entendía muy bien a mi hermano, solo éramos nosotros tres, saliendo y luchando ante cualquier situación, nos apoyábamos, reímos, lloramos juntos, y sé que él quiere ser un profesional y un deportista exitoso para ayudar a sus dos mujeres como él nos dice.
Les comenté lo bien que me fue en la entrevista y la cara de mi madre se desfiguró toda cuando Roger salió corriendo hacia su habitación y bajo con algo en una funda, entrecerré mis ojos y él solo abrió el cierre de la alargada tela y ahí estaba uno de sus bates de beisbol.
No podía aguantar la risa, pero me tuve que callar de inmediato porque su cara de seriedad fue tanto, que me sentí hasta apenada con mi propio hermano, ese día mi Roger lleno de miedos y temores me entrego uno de sus bienes más preciosos y fue uno de sus bates diciéndome que era para que siempre viajara con el pues siempre había un loco en la calle y como él no podía estar a mi lado siempre para protegerme, al yo tener el bate es como si él estuviese conmigo cuidándome.
Lágrimas salieron de mis ojos, me sentía tan orgullosa de mi hombrecito, lo amo, amo a mi familia, mamá también lloro emocionada y agradecida con su hijo, nos fundimos los tres en un gran abrazo y así me fui preparando para iniciar en mi nuevo trabajo.
Era extraño viajar todos los días con un bate, pero no podía hacerle ese desaire a Roger, los primeros días en mi trabajo me fui adaptando poco a poco, aunque existían áreas en las que no me dejaban entrar y lo más sospechoso aún era los hombres armados que se la paseaban de un lado a otro.
Yo entiendo que personas con tanto dinero deben de cuidarse, pero esta gente loca hasta se envenenaban entre sí, un día le dieron un afrodisiaco al joven nieto de la bruja dueña de la casa y pues todo era un circo aparte de un caos.
Había días que llegaba extremadamente exhausta porque a los ricos se les antojaba hacer su shoucito, ya llevaba aproximadamente tres meses trabajando en la mansión tratando en todo lo posible de no quedarme a dormir, me daba terror en que amaneciera muerta, envenenada, y no se , pero me pasaban tantas cosas por la mente.
La única persona con la que llegaba a tener diálogo era con doña Martha, quien es un amor de persona, me había contado un poco lo que sucedía en la mansión de los Locos Adams, así le puse, porque así lo sentía identificado.
Yo si notaba a doña Martha algo sospechosa, ella entraba a la casa de servidumbre y se iba directo al sótano, pero eso si ella me había dicho que por nada del mundo me acercara a esa puerta, y yo tampoco le buscaría las cinco patas al gato para después verme en problemas.
Mi mamá se entretenía más que yo; que vivía las cosas en vivo y directo, todos los días le llegaba con un cuento distinto, me decía que mi trabajo era más entretenido que una novela turca, pero que tuviese mucho cuidado, yo le daba siempre esa seguridad y esa confianza para que no se preocupara tanto, pero es mentira por más calma y serenidad una madre siempre termina preocupándose por todo y por nada.
El día menos esperado todo cambio no solo para los ricos, sino para mi vida también, me encontraba limpiando la casa de servicio mientras conversaba con doña Martha hasta que le cayó la cereza al pastel, ese día toda la mansión era un caos, yo si sabía que algo se estaba cocinando y no me refiero a la comida precisamente, intuía que esta gente estaba en la mafia o en negocios muy sucios y turbios.
Si hubiese sabido que viviría momentos angustiantes en esa casa aparte de pasar la mayor vergüenza de mi vida, habría llamado para avisar que ese día estaba enferma pero no, allí estaba yo fajada con mis labores.
Esta súper buena
Que digo buena buenísima..👍🥰🙂