Amor En Rojo

Karoly se sorprendió de lo gracioso que podría ser Carpio cuando se sentía relajado, Lord Kevin la había quedado mirando durante toda la cena, no podía negar que su primo tenía un excelente gusto, aparte de la natural belleza de la muchacha, tenía un exquisito compartimiento, conocía el protocolo a la perfección y su conocimiento en cada tema de conversación era proverbial; si su primo no la lograba conquistar, lo intentaría él, pensó.

Carpio en medio de todo el diálogo no había perdido de vista a Karoly, estudiaba cada gesto, cada palabra, cada actitud, la dama de Fontana lo había cautivado, tenía ese aire extremadamente distinguido que solo pudo ver alguna vez en Krasa, pero a su vez tenía el temple de una guerrera de Susumira; calzaba perfectamente en su gusto personal, como una joya rara difícil de encontrar.

De repente Karoly, se sintió bastante acalorada, era como si su cuerpo le pidiera despojarse de la ropa, trató de alejarse del lugar, pero parecía que las criadas se interponían en su camino; Senswal les había ofrecido un pago especial, pensaban que solo era una broma para la foránea.

En ese momento, Senswal hizo como si tropezara empujando a Lord Kevin sobre Karoly, mientras Carpio estaba distraído con los comentarios de algunos oficiales de alto grado. Las manos improvisadas de Kevin en la cintura de Karoly, provocaron un delicado gemido involuntario, ella estaba confundida, no entendía por qué carecía de control de su cuerpo.

Kevin malinterpretó los gestos y actitudes de Karoly, antes de la cena Senswal le había dicho que la chica de Fontana era una ofrecida, que Carpio la había traído para divertirse, pero como se había topado con ellos de visita había tratado de disimular la situación.

Kevin arrastró a Karoly a un lado oscuro de los ambientes, ella estaba sudando demasiado, era consciente de que no quería a Kevin rozándose con ella, pero no tenía control de la situación.

Cuando Kevin intentó levantar el vestido de Karoly, sintió la grande y fuerte mano de Carpio en su hombro jalando con tal furia que terminó golpeándose contra el suelo.

- "No puedes culpar a Lord Kevin de que tu invitada sea una desvergonzada y ofrecida", dijo Senswal para que todos escucharan.

Carpio la miró con furia ante el comentario, si no estuviera preocupado por Karoly apretaría el cuello de Senswal sin reparo. Luego miró a su primo.

- "Los años no te han enseñado la diferencia entre una ofrecida y una mujer que no es consciente de lo que está haciendo", expresó Carpio.

Carpio se acercó a Karoly alzándola en sus brazos, ordenó a doña Martha traer sales especiales, mantas y toallas, y que después le dieran el alcance en la laguna. Asimismo, ordenó a los oficiales que todos se quedaran confinados en el despacho, saldaría cuentas pronto.

En el camino que Carpio llevaba a Karoly a la laguna, ella se empeñaba en abrazarlo y besarlo desesperadamente, el príncipe hubiese preferido que ese deseo fuera real, pero sabía que ella estaba bajo los efectos de algo que la obligaba a comportarse así.

Cuando llegaron a la laguna, Karoly había prácticamente había abierto aún más el ya provocativo escote de su vestido, una lágrima cayó por su mejilla cuando incontrolablemente se abrazaba a Carpio con absoluto deseo, con lo poco de conciencia que apenas le quedaba susurró "no lo quiero así".

Carpio le sonrió y le susurró al oído "no dejaré que sea así", para luego lanzarse con ella a la laguna; el príncipe de Susumira había bajado totalmente la temperatura del agua de la laguna, la helada sensación en el cuerpo de Karoly empezó a darle poco a poco el alivio que necesitaba; aun así Carpio se vio obligado a terminar de quitarle el vestido para que el efecto fuera más rápido, si ellos tuvieran una relación, hubiese buscado otro tipo de alivio; el hermoso vestido rojo fue llevado por agua, Karoly solo tenía la ropa interior.

Pronto llegó la señora Martha con algunas criadas, quienes estaban arrepentidas de haberle creído a Senswal, extendieron una manta en el pasto, Carpio sacó a Karoly de la laguna y la puso sobre aquella manta, mientras doña Martha ponía paños con sales sobre la jovencita para desintoxicar aun más los efectos del afrodisíaco.

Karoly estaba inconsciente y su cuerpo titiritaba del frío. Carpio la cubrió con más mantas y la llevó en sus brazos. Cuando llegaron a la residencia, subió con ella directamente a la habitación principal, poniéndola delicadamente sobre la cama.

- "Señora Martha, atiéndanla, cámbienle la ropa, pónganla cómoda; si algo le pasa a Lady Karoly, en sus manos, rodarán cabezas, ¿me entendió?", increpó Carpio.

- "Sí, Su Alteza Real", dijo doña Martha agachando la cabeza, las criadas temblaban.

Carpio salió furibundo, cerrando la puerta de la habitación tras él.

Senswal caminaba de un lado del despacho, no midió jamás el interés de Carpio en la muchacha de Fontana, había tenido caprichos antes, pero pudo notar en la mirada del príncipe que había algo diferente.

- "¿Por qué me mentiste de esa manera?, es obvio que esa chica no es una aventura para mi primo, y también que no es una ofrecida", dijo Lord Kevin molesto, mirando con ferocidad a Senswal.

Ella ni le respondió, se fue a una esquina, tenía que pensar en cómo actuar frente a Carpio, aunque estuviera molesto ella seguía siendo la hija de un duque importante, por como la vio vestida cuando llegó pensó que Karoly era alguien insignificante.

Carpio abrió la puerta con violencia, todos se sobresaltaron conocían la mirada asesina del príncipe de Susumira. Lord Kevin esperó en su lugar conocía a su primo, y le había quedado claro que la dama de Fontana era muy importante para Carpio.

El príncipe de Susumira puso su espada en el cuello de su primo, nunca había tenido problemas con él, pese a ser un sucesor a la corona de Susumira si le pasaba algo a Carpio, Lord Kevin solo lo quedó mirando, sabía que había tenido un error de juicio, que no debió dejarse influenciar por la caprichosa Senswal.

- "Pones una mano encima sobre esa mujer otra vez y eres hombre muerto, voy a pasar esta ofensa por los años de hermandad que hemos tenido. Y va para todos, Lady Karoly está prohibida para cualquiera en Susumira, advertídselo a cualquiera que estimen", expresó Carpio para luego bajar su espada y ponerla en su funda.

- "Ofendes a un príncipe de Susumira, por esa mujer. Es Lord Kevin es el hijo de la hermana de tu madre, la reina. ¿Qué creerás que opinará Su Majestad, si sabe que pusiste a una pueblerina delante de sangre real?", expresó Senswal.

Carpio fue la tomó fuerte del brazo, ellagritóo del dolor, jamás la había lastimado, y ahora estaba haciéndole poner de rodillas.

- "Soy el príncipe Carpio, heredero de Susumira. Soy Susumira y me vas a respetar. Vuelves a hablarme con ese desparpajo y haré que corten tu lengua; la mujer de allá arriba es mi invitada de honor, da lo mismo si es una esclava o una princesa la van a respetar como si de mi mismo se tratara. Además, deberías saber que Lady Karoly es la mejor amiga de los reyes de Fontana, y estoy seguro de que el rey Georgeus hubiese iniciado una guerra si ella hubiese resultado ofendida de cualquier manera, así que deberías cuidar las cosas que haces y conocer bien a las personas antes de hacer estupideces", expresó Carpio con furia, y pese a todo tratando de no romperle al brazo a Senswal.

La hija del duque de Berahi lloraba de dolor, aquel que causó la presión en su brazo y aquel de saber que Carpio jamás volvería a voltear a verla, si algo conocía del príncipe de Susumira, era la expresión fría de su mirada frente a quien despreciaba, y eso fue lo que vió en sus ojos, mientras la arrodillaba en el piso y le decía todo aquello.

- "¡Oficiales!, exclamó Carpio haciendo que ingresaran rápidamente; "lleven a Lady Senswal a la mazmorra, y déjenla ahí hasta mañana, que deberá ser llevada a su padre con una sola declaración: si se vuelve a cruzar en mi camino será acusada de traición a la corona, ha ofendido mi título y mi casa, solo le perdono la vida por piedad al duque, no la volveré a tener y morirá si hasta por casualidad pasa frente a mis ojos. ¡Yo soy Susumira!, no lo olvide nadie si aprecia su vida", expresó Carpio y abandonó el despacho.

Los oficiales hicieron lo que ordenó el príncipe heredero, nadie se atrevió a interceder por Senswal, ella misma solo enmudeció, prácticamente el príncipe Carpio había puesto una espada sobre su cabeza, un pequeño error y era condenada a muerte, ni la misma reina se atrevería a desacreditar la orden de su hijo, cuando un príncipe heredero alega ser Susumira, significaba antes muerto que cambiar de opinión.

Cuando Carpio subió vio a las criadas fuera de la habitación principal, le abrieron la puerta para que ingresara. Una vez adentro, vio a Karoly durmiendo.

- "La señorita duerme profundamente, ya está limpia de cualquier intoxicación, la arreglamos y vestimos como ordenó Su Alteza Real", expresó con solemnidad doña Martha.

Carpio tocó la frente de Karoly, su temperatura estaba correcta y parecía un ángel mientras dormía.

- "Puede ir a descansar, me quedaré con ella", expresó Carpio más sereno.

- "Como usted ordene, Su Alteza Real", manifestó doña Martha con solemnidad para luego cerrar la puerta.

Carpio usó sus poderes mágicos para atraer un sillón al costado de la cama, tomó asiento y sujetó una de las manos de Karoly; sabía que debió detener a Senswal hace mucho tiempo, le había costado su compromiso con Krasa y por poco iba a lastimar de la peor manera a la "niña salvaje", dejándola sin oportunidad de defenderse, ahí mientras la veía dormir; solo sentía que debía protegerla, para volver a verla de nuevo segura y valiente como ella sola.