La vida de Kitten siempre estuvo llena de dolor y humillaciones, condenada a vivir como una esclava en la casa del alfa. Ella era presa de las burlas de los cuatrillizos, hijos del alfa. Su único consuelo era que pronto tendría a su loba y con ello quizás encontraría a su mate.
Pero el destino se ensaña con ella cuando descubre que no solo tiene un mate, tiene cuatro y son aquellos que han hecho de su vida un infierno. Ante esto, Kitten teme aceptarlos por todo el dolor que le han hecho pasar, mientras que ellos buscan redimirse y ganarse su afecto, aunque sus personalidades arrogantes hacen difícil esta tarea.
¿Podrán los cuatro conseguir el perdón de Kitten y borrar todo el sufrimiento por el que la hicieron pasar?
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15. Poniendo las cosas en su lugar
Axel encontró a Sander en su pequeño estudio, donde habían vivido algunos momentos juntos en el último mes. Ella era diseñadora de moda, y se encontraba revisando algunos bocetos, cuando él entró.
— Sander, tenemos que hablar — dijo Axel, tratando de sonar lo más calmado posible.
— ¿Qué pasa, Axel? — preguntó Sander, con una sonrisa que rápidamente se desvaneció al ver la seriedad en su rostro.
— Es sobre nosotros. No podemos seguir juntos. — explicó Axel.
Sander frunció el ceño, claramente confundida y herida.
—¿Hay alguien más? ¿Quién? ¿Desde cuándo? —preguntó, Sander incrédula y desconcertada.
Sabía que Axel cambiaba constantemente de novias era un tema conocido por casi toda la manada. Pero esto era muy repentino solo no se habían visto por unas horas. Antes de eso estaban muy bien.
— He encontrado a mi luna, y mi futuro está con ella. Lo siento mucho, Sander, pero ambos sabíamos que esto podía suceder. — dijo Axel, sintiéndose un poco culpable.
Sander lo miró con ojos llenos de lágrimas.
— No puedo creerlo, Axel. ¿Ella ya te aceptó? — preguntó, su voz estaba llena de dolor.
— Todavía no hemos hablado por lo que aún no lo hace, pero lo hará — contestó nervioso.
— ¿ Y si te rechaza?, Podría tener otra pareja y no estar dispuesta a dejarlo, no todos desean un compañero… — siguió hablando Sander tratando de que Axel no la dejara.
— ¡Suficiente! — Axel, elevó la voz para que dejará de hablar, lo estaba poniendo más ansioso de lo que ya estaba pero no permitiría que lo notará — Ella será tu Luna y como tal le debes respeto, trate de que esto terminará de la mejor manera posible, pero no lo estás haciendo fácil. — continuó diciendo, respiro hondo y continuó. — Lo siento de verdad, pero es lo correcto. Fui sincero desde el principio, sabías que tarde o temprano terminaríamos, solo se adelantó un par de semanas.
Terminó de hablar y salió, sin dejarla responder.
Sam, por su parte, tenía una tarea aún más difícil. Sara, aunque llevaban saliendo solo unos quince días, había mostrado demasiado interés en él.
— Sara, necesito que hablemos —dijo Sam, tratando de sonar firme.
—Claro, bebé ¿De qué quieres hablar?, sobre tu fiesta, dentro de unas horas, ¿vas a presentarme como tu novia?. —respondió Sara, acercándose a él y tratando de darle un beso.
Sam giró la cara, evitando su beso y alejándose de ella.
Sara finalmente lo miró a los ojos y vio la seriedad en su rostro.
— ¿Qué pasa? — preguntó, con cautela.
— Esto no va a ser fácil, pero necesito terminar nuestra relación. Encontré a mi Luna. — dijo Sam, con un tono de voz lleno firme y yendo directo al meollo del asunto.
Sara lo miró con incredulidad y luego, con una mezcla de rabia y coquetería, le respondió:
— ¿Tu luna? ¿Solo por eso me estás dejando? Cariño, siempre puedes rechazarla y quedarte conmigo. ¿No la pasamos bien juntos? — dijo, acercándose aún más a él.
Sam la miró con una frialdad calculada.
— Sara, esto no es una cuestión de opciones. Mi Luna es mi destino, y eso no lo cambiaré. Lo que compartimos no tiene comparación con lo que siento por ella. Lo mejor es que sigas adelante y busques a alguien que pueda ofrecerte lo que buscas — dijo Sam, sin mostrar dolor, sabiendo que esto era necesario para su futuro.
Sara, furiosa, dio un golpe a una mesa cercana y se dirigió a la puerta.
— No puedo creer que me hagas esto. Pensé que lo que teníamos era real. —dijo, llena de desprecio, mientras salía del lugar dando un portazo.
Sam se quedó en silencio, sin inmutarse, mientras la veía marcharse. Sabía que su decisión era la correcta, el camino hacia su Luna estaba claro.
Alex por su lado llamó a la chica con la que tenía "algo" y le pidió que se encontrasen en la casa de la manada. No quería alejarse mucho de Kattie.
Encontró a Lisa en la sala de la casa principal. Estaba sentada en el sofá, leyendo un libro, esperándolo.
— Hola Lisa — dijo Alex, sentándose a su lado.
—¿Cómo estás, Alex? — preguntó Lisa, con una sonrisa.
— Escucha a Lisa. Esto que había entre nosotros no puede seguir. Nunca hice ninguna relación formal porque siempre he estado esperando a mi Luna. — dijo Alex, con firmeza y haciendo una pausa finalizó — Ya la encontre.
Lisa lo miró, sorprendida.
— ¿La encontrase? — preguntó, con su voz temblando un poco.
— Sí, he encontrado a mi luna, y mi futuro está con ella. Lo siento, Lisa, pero tengo que ser sincero contigo. Por eso nunca prometí nada y deje en claro que lo que teníamos solo era algo físico. — explicó Alex.
Lisa asintió, con lágrimas en los ojos.
— Entiendo. Gracias por ser honesto, Alex — dijo, levantándose y saliendo de la habitación.
Después de resolver estos asuntos, los cuatro hermanos se reunieron nuevamente para discutir las necesidades más inmediatas de Kattie. Había consenso en que su habitación debía ser cambiada de inmediato.
No podía seguir viviendo en ese pequeño cuarto de almacenamiento.
— Necesitamos encontrar un lugar adecuado para ella — dijo Axel — Algo que sea propio de nuestra Luna.
— Y rápido — añadió Sam — Quiero que sienta que realmente nos importa.
— Debe estar en nuestro piso —dijo Ian — Traeremos muebles nuevos, y la decoraremos con cosas que le gusten. Tiene que sentir que es su hogar.
Alex estuvo de acuerdo y sugirió que también deberían sorprenderla con algunos regalos. Sabía que nunca había recibido uno, y quería empezar a cambiar eso.
(...)
Luego de que Kattie comiera, Sam se quedó haciéndole compañía, mientras los otros tres hermanos, seguían con lo que habían acordado.
Se acercó y se sentó cerca de ella, sobre la orilla de la cama.
— Escucha cachorra — empezó a hablar Sam, su tono era cauteloso, sintió como Kattie se tensaba, pero continuó hablando — Desde que obtuve a mi lobo… — hizo un pausa para luego continuar — nos molestaba ver como todos te maltrataban y no hacías nada por defenderte. Ahora entiendo que lo que querías era pasar desapercibida. Pero algo en mi me decía que debía hacerte fuerte. Que seas capaz de defenderte. ¿Recuerdas la primera vez que te llevé al colegio? — Pregunto Sam.
le faltó para mi gusto más , ejemplo
más capitulos que paso emma con los principes alfa
que el papá de los cuatrillos tu viera hijos con su destinada
que tu viera más descendencia los cuatrillos