Melanie huyó de su país, con un embarazo en secreto y sin un centavo en los bolsillos, Alejandro la corrió sin consideración de su casa y de su vida, sin saber que Melanie se llevó con ella la única oportunidad que tenía de llegar al trono de Tulip Kingdom. Cecilia creyó que con la desaparición de Melanie, ella sería la única mujer en la vida del heredero, pero no consideró que la abuela Mary haría todo por encontrar a la verdadera esposa de Alejandro.
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Mala sorpresa.
Fueron doce días de felicidad absoluta, en el palacio de Greendellville, se respiraba miel y rosas.
Pero lo bueno no es duradero y casi siempre después de cualquier fragmento de alegría, viene una fumarola de tristeza y decepción.
__Iré a inspeccionar la remodelación del palacio que será nuestro hogar, prometo volver en una semana, después tú y yo nos vamos a Francia, a esa luna de miel que te debo.
Le hizo el amor una vez más, la número cinco en esa noche.
Melanie sabía que quizá solo estaba siendo amable y buena persona con él, solo por qué la reina Mary estaba en el palacio, aunque se sentía utilizada, aprovechaba cada instante que Alejandro le ofrecía.
La familia real volvió a River Green, con la certeza que los jóvenes príncipes estaban construyendo un matrimonio estable.
Tulip Kingdom tenía las preciadas fotografías de las fiestas navideñas, toda la familia real junta y demostrando que eran más fuertes que nunca.
Los días se volvieron semanas, meses.
A mediados de Marzo, antes de los festejos por el cumpleaños número treinta del príncipe Alejandro, Melanie recibió una carta.
"Te espero en el palacio de River Green, te extraño demasiado".
__Extrañar, ajá, en tres meses no vino ni me llamó, que extraña forma de extrañar.
Pero aún así decidió empacar.
Estando en la ciudad de River Green, después de más de un año, le ponía muy nerviosa, no había visto a sus padres, solo tenían una conversación cada semana.
__Volveré pronto señora Sniff, mantenga el palacio tan reluciente como si yo estuviera.
__Así lo haré mi señora, la esperaremos con ansias.
Y se fue en el auto de Emanuel, tenía un muy mal presentimiento y por si no fuera suficiente, ascos a morir.
Se detuvieron cada vez, Melanie vomitaba casi hasta sus intestinos.
__¿Tanto daño te hace el viaje?.__Le preguntó Emanuel mientras le sostenía su largo cabello para no mancharlo con el vómito.
__No lo sé, jamás me había pasado y eso que viajé en barco por una semana.
En su mente comenzó a hacer cuentas , su periodo de menstruación no había llegado, desde Enero.
__¡¡Dios misericordioso!!.__Exclamó llevándose sus manos a la boca.
__¿Que pasa, necesitas algo?, Melanie estás pálida...
Se desmayó. Emanuel entró a una farmacia, casi estaban entrando a River Green, pero todavía faltaban unos metros antes de llegar a las puertas del palacio.
__¿Que es eso?, estás loco, oh sí definitivamente, no puedo estar embarazada, se cómo se fecunda un óvulo y yo no eh hecho nada para que...
Y comenzó de nuevo con las cuentas.
La última vez que ella y Alejandro tuvieron sexo, fue el cinco de Enero y ella lo tuvo su periodo.
__¿Me llevas a un hotel?, necesito primero saber y después vamos al palacio, no quiero cometer una tontería.
Se quedó el resto de la tarde en una posada que estaba a escasos metros de la plaza central.
Por la mañana despidió a Emanuel, era mejor ir sola al palacio, si la veían con ella, fácilmente se podría mal interpretar.
__Te cuidas por favor, te voy a esperar en tu casa, porque el palacio de Greendellville no será lo mismo sin ti.
Se dieron un abrazo y Melanie cogió camino hasta las puertas del palacio.
El portero y el servicio de seguridad la conocían muy bien.
__Alteza, ¿por qué está sola por ahí ?, es muy peligroso.__Le dijo el jefe.
__Por favor, no me anuncie , le quiero dar una sorpresa a su alteza y a sus majestades.
Se metió por la parte trasera del palacio casi a hurtadillas, las plantas la escondían de la vista.
Al pasar por una terraza, vió que su suegra desayunaba con Cecilia y esta tenía una gran barriga, enorme y la princesa Hilda le acariciaba el vientre.
¡Está embarazada!, dijo Melanie en su mente.
Su corazón dió un vuelco, pero se tuvo que calmar, no podía pensar mal.
Se tocó su propio vientre y le dió un maternal golpecito.__Estaremos bien, creo que vamos a estar bien.__Le habló en un susurro a su panza.
Volvió por el otro lado, para no ser vista por su suegra.
Pasó por el despacho del príncipe, con la gracia divina vió el ventanal abierto y su suerte no podía ser mejor, no había un solo guardia a la vista.
Entró lo mas sigilosamente que se permitió.
__Debe firmar ese divorcio, ocúpate de eso, no la quiero ver y asegúrate de que reciba todas las comodidades.__Escuchó la voz del príncipe.
__Pero su alteza, la reina va a matarme si se entera.__Le contradijo alguien.
__Has que firme el maldito acuerdo, Cecilia tiene a mi hijo y no quiero que nazca fuera del matrimonio, ¡¡no quiero que sea un bastardo por siempre!!.
__¿Y la princesa?, ¿que pasará con ella.
__Podrá volver a casarse porque yo no la voy a repudiar, solo me estoy divorciando por qué no hemos estado solos , prácticamente no nos conocemos.
El corazón de Melanie crujió, dolía como una lanza de fierro al rojo vivo traspasando su pecho.
Se escabulló por otro pasillo hasta llegar a las habitaciones de arriba. Dejando su maleta en el jardín.
Entró a un baño cualquiera, quería llorar pero no podía, era como si sus lágrimas hubieran sido extinguidas.
Un alboroto comenzó a sacar a todo el personal del palacio, habían encontrado una maleta sospechosa y temían que fuera una bomba, el rey Tom y la reina fueron llevados a un búnker, mientras que el príncipe Alejandro y la demás familia fueron resguardados en una habitación especial. Melanie se halló sola en la sala del palacio.
__Falsa alarma, la princesa está en el palacio, es de ella la maleta.__Se escuchó por los radios.
__¿Melanie está aquí?, vayan a buscarla.
Melanie estaba apenada, además de soportar un dolor tan fuerte, tenía que lidiar con la pena de haber provocado tal revuelo.
__¡¡Cariñoooo!!, ¿cómo llegaste sola?, Santo Dios hija, que susto nos diste.
La reina la abrazó y la cobijó entre sus brazos.
Al poco rato salieron juntos, Alejandro, Cecilia, Hilda y Gustav.
__Vaya lío, que falta de consideración Melanie, podrías solo haber avisado que venías y no llamar la atención de semejante manera, ahora mismo los noticieros están replicando tu genialidad.
La princesa viuda le recriminó a Melanie.
La reina no dejó pasar tal insulto, ver a Cecilia en el palacio la puso de mal humor.
__Ya te he dicho que tus visitas las recibas en tu oficina Hilda, está bien que vivas aquí pero hay que respetar las reglas.
Cecilia vió con suficiente valor a Melanie, de arriba a abajo, le sonrió como quién sabe un gran secreto que puede ser la vida o la muerte de esa persona.
__¿Desde cuándo llegaste y por que no pediste el servicio de seguridad, estás loca o que sucede contigo?.__"Vaya recibimiento" pensó Melanie.
__Me disculpo por todo, en realidad yo quería darle una sorpresa a su alteza, pero la sorpresa me la llevé yo.
Se disculpó con la reina y se fue a su antigua habitación. Todo estaba tal cuál lo había dejado.
__¿Te diste cuenta no?, Cecilia está embarazada, no quiero ser una persona que oculte cosas , pero lo sabes desde siempre que ella y Alejandro son el uno para el otro, ¿por qué no te vas?, será mejor para todos.
La princesa viuda entró a la habitación de Melanie para hacer que ella se fuera.
__No se preocupe su alteza, el príncipe tiene el camino libre para hacer lo que quiera con su vida
__Eso espero Melanie, por qué Alejandro ama a ese bebé, con su vida y no sería justo que por un simple capricho de su majestad lo dejé abandonado.
Le cerró la puerta muy fuerte. Alguien más vino a tocar su puerta.
__Pase.__Dijo sin muchas ganas.
__Soy el abogado de su alteza, el quiere verla y tal vez usted debiera tener un abogado también.
__Deme el maldito acuerdo y déjeme tranquila.
El hombre no tardó mucho en sacar los documentos de su portafolio.
Melanie trazó con una hermosa caligrafía, una firma perfecta, acentuando el punto final más fuerte de lo normal.
y como cubre los gastos mientras el malbarata