NovelToon NovelToon
La Niña Del Capo

La Niña Del Capo

Status: Terminada
Genre:Completas / Mafia / Dominación / BDSM / Diferencia de edad
Popularitas:929.7k
Nilai: 4.9
nombre de autor: Yesenia Stefany Bello González

Stefano Messina es el nuevo Capo de la ´Ndrangueta, un cargo que nunca pensó que tendría. Para seguir siendo el jefe debe cumplir las reglas que le ha impuesto su hermano, siendo la más importante mantenerse alejado de Inés Guzmán. La dueña de sus fantasías más perversas.
¿Podrá hacerlo o caerá ante la dulzura de la única mujer que no puede tener?

NovelToon tiene autorización de Yesenia Stefany Bello González para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

¿Feliz cumpleaños?

Inés

–¡Feliz cumpleaños! –gritan al mismo tiempo Franny y Dante.

Les sonrío, pero luego coloco los ojos en blanco cuando comienzan a cantarme el cumpleaños feliz.

–¿En serio, por una videollamada? –pregunto con diversión.

–La magia de la tecnología –dice mi hermana cuando termina de cantar.

–Veinte años no se cumplen todos los días –agrega Dante.

–Ninguna edad se cumple todos los días –aclaro–. Estoy en el trabajo.

–Lo sabemos, pero queríamos ser los primeros en saludarte –dice Franny.

–No lo hicieron –devuelvo con una enorme sonrisa–. Nona me fue a dejar una torta esta tarde.

–Nona hizo trampa –agrega Dante–. Tu cumpleaños empezó oficialmente hace tres minutos.

–Tú discútelo con ella –digo–. Chicos, el lugar está lleno, tengo que dejarlos.

–Celebra tus veinte años –ordena mi hermana y yo asiento.

–Lo haré. Los amo –digo.

–Nosotros también –devuelven antes de que corte la videollamada.

–¡Es tu cumpleaños! –me acusa Stephanie, dándome un susto de muerte–. ¡No nos habías dicho nada!

–¿Me estabas espiando?

–Por supuesto que sí –responde–. Sabía que hoy pasaba algo porque nuestro querido jefe me dio una pista.

Suspiro al pensar en la indiscreción de Joseph.

–¿Puedo pedirte que no le digas a nadie?

–No –responde de inmediato antes de salir corriendo de los vestidores hacia la barra–. ¡Inés está de cumpleaños! –les grita a todos.

–¿En serio? –pregunta Marco.

–Esto tenemos que celebrarlo –dice Robert sirviéndome un vaso de tequila.

–Estamos trabajando –digo.

Los ojos verdes de Robert me miran risueños. –No creo que al jefe le importe, es tu puto cumpleaños.

–¡Esa boca! –suelta Mónica antes de darle una palmada en el brazo a Robert–. Mamá te matará.

Stephanie nunca me dijo que Robert y Mónica son hermanos gemelos. Yo pensé que eran pareja y cuando les pregunté cuánto tiempo llevaban juntos ambos me respondieron que veintidós años y luego se rieron de mí.

–¿Qué opinas, Chad? –le pregunta Claire–. ¿Debemos celebrarle el cumpleaños a la novata?

Chad asiente mientras se acomoda sus enormes gafas, pero no dice nada.

Hoy es día sábado, por lejos el día más complicado de la semana y Joseph da turnos libres a quienes quieran venir ayudar, y como descubrí las propinas son más generosas los días sábados, por lo tanto todos aparecen. Todos menos Valerie, la chica que inicialmente reemplacé, quien ya no trabaja en este Bar. Resulta que la gripe era un embarazo, y cuando lo descubrió volvió a su ciudad natal.

–¡Tenemos fiesta! –celebra Robert mientras prepara los tragos que le solicitamos Mónica, Stephanie y yo.

–Saldremos a las cuatro de la mañana de aquí, si tenemos suerte –me quejo–. ¿De verdad creen que nos quedará energía para seguir celebrando?

–Les quedará –asegura Joseph, sobresaltándonos a todos–. Hoy cerraremos a la una de la mañana.

–¿Qué? Nooo. No hagas esto por mí. Perderás muchas ventas.

–No te preocupes por eso. Está solucionado –dice antes de bajar el sonido de la música y gritar a todo pulmón que en media hora cerramos.

El lugar se satura con abucheos, pero nuestro jefe los ignora.

–Cerraré la puerta para que no entre nadie más –nos dice antes de caminar hacia la entrada.

Dejo caer mis codos en la barra, como una niña pequeña.

–No puedo creer esto –me quejo.

–Ni yo –asegura Stephanie–. Nunca había cerrado un sábado a la una de la mañana. Ni siquiera cuando está él de cumpleaños.

–Quizá le gusta Inés –opina Mónica.

Claire se ríe. –Joseph es gay, Mon.

–Oh, no lo sabía –devuelve Mónica.

–Aquí hay gato encerrado –dice Marco con una enorme sonrisa–. Pero no pienso quejarme y tú tampoco –agrega apuntándome–. ¡Hoy es tu cumpleaños y lo celebraremos en grande!

Tomo la bandeja que me entrega Robert y me obligo a sonreír. Será bueno pasar un rato agradable con los chicos. Además, mañana es domingo y no tengo clases.

Este viernes terminé mi primera semana de clases y estoy encantada. Es todo lo que esperaba y más.

Entrego el pedido y camino hacia la otra mesa que estaba esperando.

–Una última ronda –pide el joven con una polera de los Jets–. Una jarra de cerveza de la casa para cada uno.

Asiento y vuelvo a la barra.

–Tres jarras de cerveza de la casa para la mesa tres.

–Saliendo –dice Robert con una energía renovada.

Parece que todo el mundo está contento con celebrar mi cumpleaños, incluso Chad, quien no dice nada, pero sonríe cuando me mira.

Bueno, supongo que hoy celebraré mi cumpleaños.

*****

Le recibo el vaso a Stephanie y me bebo en un trago mi tercer corto de tequila. El lugar donde nos trajo Joseph es bastante agradable y moderno. Todos nos sorprendimos cuando nos dijo que estaba todo pagado, que bebiéramos y comiéramos con libertad.

Es el mejor jefe de la historia.

Alguien toma mi mano y me giro. Frente a mí está un chico alto y moreno, con unos preciosos ojos grises que me recuerdan a Stefano.

–¿Quieres bailar? –pregunta.

Stephanie, Claire y Mónica aplauden y gritan para que acepte.

–No tengo más alternativa que decir que sí –digo entre risas.

Camino con él hacia la pista. Me toma en sus brazos y comienza a bailar.

–Me llamo Ed, por cierto.

–Inés –grito por sobre el ruido de la música.

–Eres preciosa, Inés.

–Gracias –devuelvo con una sonrisa–. Lo mismo puedo decir de ti.

Me encantan sus ojos.

Sonríe y me acerca más a su cuerpo. La música cambia a una melodía más sensual. Ed se aprovecha y toma mis manos para obligarme a abrazarlo.

–Me gusta cómo te mueves –susurra en mi oído–. Me gustaría ver tus movimientos en mi cama.

–Que directo –acuso

–No soy de los que pierden el tiempo. Me gustas y creo que ambos podemos pasar una muy buena noche.

No puedo evitar sonrojarme cuando acaricia mi cuello con su nariz.

–¿Qué dices? –insiste pegando su cadera a la mía.

Doy un grito cuando lo siento excitado contra mi vientre.

–No lo sé –murmuro.

–Tú quieres, puedo notarlo –susurra acercándose más.

Los recuerdos desagradables de Daniel cerca de mi cuerpo vuelven a mí. Trato de alejarme un poco de Ed, pero éste no me deja, y sin preguntarme acerca mi rostro al suyo.

Mi cuerpo se congela en el peor momento posible, cosa que Ed aprovecha y me toca por todos lados.

–Eres deliciosa –masculla en mi oído–. Una fruta sabrosa.

Siento ganas de vomitar y antes de darme cuenta mis ojos están llorando.

–¡Suéltala! –Escucho que gritan los chicos.

Trato de controlar mi respiración para no parecer una loca, pero fallo. A mi alrededor escucho gritos y cosas cayendo contra el suelo, pero no levanto la mirada, no puedo hacerlo. No si no quiero romperme en cientos de pedazos.

Cubro mis oídos cuando escucho la voz ronca de Daniel hablándome de todo lo que quiere hacerme, de todo lo que estuvo a punto de hacer. Mi piel duele en todas las partes donde me tocó cuando estaba amarrada a su completa disposición, sin poder negarme, sin poder defenderme.

–Mierda –dice una voz conocida, pero que no logro identificar del todo.

Llevo mi mano a mi boca cuando siento náuseas y las ganas de vomitar empeoran.

Cuando estoy a punto de comenzar a gritar un paño húmedo y frío toca mi frente y me vuelve al presente.

–Tranquila, mi niña. Estás a salvo –susurra la voz conocida.

–Él… él…

–Lo sé, no volverá a acercarse.

Me aferro a esa voz, me aferro a ese cuerpo cálido que está a mi lado. Escondo mi rostro en su cuello y dejo escapar el dolor y el miedo. Y el asco también. Dejo escapar todo lo que me hace daño.

–Estás a salvo –repite la voz una y otra vez.

Estoy a salvo, me digo a mí misma. Lo repito sin descanso. Lo repito hasta que el dolor merma y puedo tomar ese recuerdo que me hace daño y encerrarlo en lo más profundo de mi mente.

Como lo he hecho todos estos años.

1
Anonymous
esta historia es muy interesante me encanta
Anonymous
esos. malditos no se acaban
More Arcia
Excelente historia, felicitaciones
Anonymous
sin darnos cuenta le confiamos a nuestros hijos a personas que no s9n confszblrs
Anonymous
hay muchas maneras de disfrutar sin pasarte
Anonymous
el fue giolado pero le metieron en la cabeza otra cosa
Erika Bustamante
excelente
Betty Montaya
Me gusta que plantearas este tema tan delicado el maltrato infantil es aberrante pero sucede en nuestro entorno y la posibilidad de salir adelante como en esta historia con amor incondicional y con fe te felicito muy bella
Yesenia Bello González: Muchas gracias por tus lindas palabras y por la puntuación 😊 💜 💕 🙌 💛 ♥️ 😊
total 1 replies
Anonymous
él ya no necesita de esas cosas, pues se siente bien y dusfrcon ella, y lo de las nalgadas muchos lo hacen hasta a mi me han tocado alguna vez
Anonymous
qué bueno que tiene padres tan comprensivos
Anonymous
Excelente
Anonymous
es una novela maravillosa me encanta
Anonymous
es una situación muy complicada
Betty Montaya
Bueno entre gustos y colores 🌈 no hay nada escrito cada disfruta de la mejor manera que la haga sentir bien en este mundo haya de todo y para todos
Lamaga Toledo
Excelente
Faby Mena
Felicitaciones escritora por está novela, no es fácil superar ciertos traumas.
Betty Montaya
Ines tiene que tener mucha confianza en el amor que siente por Stéfano primero está Nancy y luego esa habitación que acaba de ver no lo tiene facil pero tampoco imposible
Anonymous
la comprende
Anonymous
ahora va a intentar ayudarlos
Anonymous
si se a dado cuenta, pero a ella también le gusta de ese modo
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play