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Después De Rashel.

Después De Rashel.

Status: Terminada
Genre:Completas / Maltrato Emocional / Autosuperación / Divorcio
Popularitas:841.1k
Nilai: 4.7
nombre de autor: A.Gaby

En un matrimonio desgastado por el machismo y la intromisión de su suegra, Lara Herrera vive atrapada entre el amor que alguna vez sintió por Orlando Montes y la amargura de los años. Su hija Rashel, una niña de seis años, es su único rayo de luz en un hogar lleno de tensiones. Pero todo cambia trágicamente cuando un descuido termina en la pérdida de Rashel, una tragedia que lleva a Lara a enfrentarse a su dolor, su culpa y a la decisión de romper con una vida de sufrimiento para buscar su redención y sanar sus heridas.

NovelToon tiene autorización de A.Gaby para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Culpas...

La noche había caído sobre la ciudad de México, pero en el hogar de los Montes, la oscuridad era mucho más profunda que la de cualquier cielo. Lara estaba sentada en el suelo del cuarto de Rashel, abrazando contra su pecho la pequeña almohada favorita de su hija, esa con bordados de flores y una suave tela desgastada por los años. El aroma de Rashel aún permanecía en la tela, como un último vestigio de su presencia.

Las paredes del cuarto, pintadas en un tono suave de rosado, estaban adornadas con dibujos infantiles, recuerdos de una vida que había sido truncada de manera cruel e injusta. Sobre la cómoda aún estaban las muñecas favoritas de Rashel, cuidadosamente alineadas como siempre le gustaba mantenerlas. Cada rincón hablaba de ella, de su risa, de sus juegos, de su luz. Pero ahora el silencio era ensordecedor.

Lara sentía como si su alma se hubiera arrancado de raíz. Una parte de ella esperaba escuchar la risa de Rashel resonando por el pasillo, el sonido de sus pequeños pies corriendo por la casa, o incluso el dulce "te quiero, mamá" que la niña siempre le decía antes de dormir. Pero sabía que eso nunca volvería.

La puerta del cuarto se abrió lentamente. Era Orlando. Sus ojos estaban hinchados, un reflejo de las lágrimas que seguramente había derramado en la soledad de su propia culpa.

—Lara... dijo en un susurro, como si la voz pudiera romperla aún más.

Ella no respondió. Ni siquiera lo miró. Sus ojos seguían clavados en la almohada, sus manos apretándola como si, al hacerlo, pudiera retener algo de su hija.

Orlando se acercó un par de pasos, pero al ver la frialdad en el aire, se detuvo.

—Yo... no sé qué decir... continuó, su voz quebrándose. Esto no debió pasar.

Fue entonces cuando Lara alzó la mirada, y en sus ojos había dolor y furia que lo hizo retroceder.

—¿Esto no debió pasar? repitió, con un tono frío que cortaba el aire. ¡Claro que no debió pasar, Orlando! Pero pasó... por tu culpa.

Orlando bajó la mirada, incapaz de sostener sus palabras.

—Yo nunca quise que...

—¡Tú nunca quisiste nada! lo interrumpió Lara, poniéndose de pie de golpe. Nunca quisiste escucharme, nunca quisiste cambiar. Tu ego, tu maldita indiferencia, todo lo que eres mató a nuestra hija y tu madre.

Orlando abrió la boca para responder, pero las palabras se le quedaron en la garganta. Sabía que no había nada que pudiera decir para justificarse.

Lara avanzó un paso hacia él, y su voz se quebró en un grito desgarrador.

—¡Ella era mi vida! ¡Mi razón para soportarte, para quedarme en esta maldita casa! Y ahora... ahora no tengo nada.

Las lágrimas rodaban por su rostro sin control. Orlando intentó acercarse para consolarla, pero ella levantó una mano, deteniéndolo en seco.

—No me toques advirtió con una dureza que él nunca había escuchado antes.

El silencio volvió a llenar la habitación, pesado y asfixiante. Finalmente, Orlando dio un paso atrás, resignado, y salió del cuarto sin decir una palabra más.

Lara se dejó caer nuevamente al suelo, sus fuerzas abandonándola. El dolor la envolvía como un remolino, arrastrándola hacia el abismo. Cerró los ojos y, por un momento, permitió que los recuerdos de Rashel llenaran su mente.

Recordó la primera vez que la sostuvo en sus brazos, tan pequeña y frágil. Recordó su primera palabra, su primera caída, las noches en las que le cantaba canciones de cuna hasta que se quedaba dormida. Recordó su risa contagiosa, su manera de iluminar cualquier habitación con solo entrar.

"¿Por qué me dejaste, mi amor?", pensó Lara, apretando la almohada contra su pecho como si fuera su último salvavidas.

El día del velorio fue gris, tanto en el cielo como en el corazón de Lara. La pequeña caja blanca que contenía los restos de Rashel parecía un símbolo cruel de todo lo que había perdido. Las personas ofrecían palabras de consuelo, pero ninguna podía llenar el vacío que ahora habitaba en su alma.

Doña Gloria estaba allí, vestida de negro, pero con el mismo aire altivo de siempre. Se acercó a Lara cuando esta estaba de pie junto al ataúd, mirando fijamente el cuerpo sin vida de su hija.

—Esto es lo que pasa cuando una madre no sabe cuidar a su hija dijo Gloria, sin un ápice de sensibilidad.

Lara giró lentamente la cabeza hacia su suegra, y en sus ojos había un fuego que parecía capaz de consumirlo todo.

—No te atrevas a culparme de esto, Gloria dijo en un susurro bajo y amenazante. Tú y tu hijo son los únicos responsables.

Gloria se quedó en silencio por un momento, sorprendida por la respuesta. Pero antes de que pudiera decir algo más, Lara se dio la vuelta y se alejó, incapaz de soportar su presencia un segundo más.

1
Graciela Rapisarda
Así es la vida, Dios escribe es caminos torcidos, esa señora tiene su lección, la única opción que tiene es o recapacita y cambia o termina sola
Graciela Rapisarda
Hermoso /Rose/
Graciela Rapisarda
Que historia más bonita /Rose/
Graciela Rapisarda
Me encantó este capitulo
Graciela Rapisarda
Orlando la maltrato le pegaba debe seguir adelante legos de él y su mamá Se murió su hija por toda esa situación que ella permitió
Alicia Steiner
hermosa novela ,me encantó...
Vanina Herrera
hermosa historia, lloré,reí,así es la vida real ❤️
Vanina Herrera
excelente historia
Graciela Rapisarda
escritora, buena historia, solo pido que aparezca una nueva vida , sin Orlando es un idiota , maltratador. su mamá fue una metiche malvada, pero el la golpeaba, no hay otra oportunidad
Mercedez Peréz
hola Gaby sigue escribiendo estás historias tan yena de amor y confianza en las parejas y como dice Gaby una novela sin tanta o nada de esa basura que todas las historias tienen violencia sexo etc etc que más bien parecen pornografía en vez de novelas no todas por supuesto no pongo todas en la misma bolsa pero las mayorías son así así que escritora siga así con estás novelas tan hermosa asta pronto
Mercedez Peréz
yo personalmente la ubiera sacado de mi casa nunca permitió que se metieran en nuestra vida nos casamos jóvenes yo dices y mi marido dicisietes ahora en mayo cumplimos cincuenta no a sido todo color de rosas pero juntos siempre adelante con la familia tuve unos suegros muy buenos gracias a dios así que nada está historia es hermosa como ya dije antes
Mercedez Peréz
adi es Orlando date. una. oportunidad de empezar de nuevo recordando que tienes alguien en tu vida de nuevo no dejes de nuevo que tú madre se meta aunque nosotros queramos mucho a nuestros padres pero ay que separar la familia que empezamos que es tu compañera y despuésnuestros hijos nuestro mayor orgullo
Mercedez Peréz
estoy de acuerdo con Tigo María estupendo capitulo primera novela que no resaltan el sexso viendolo más pornográfico como en vez de una novela excelente escritora su historia muy pero muy emotiva
Mercedez Peréz
ho espero escritora que su historia que asta aquí a sido muy conmovedora que asta lágrimas emos tenido y UD ahora ponga que está mujer le de otra oportunidad ojalá está historia que es hermosa por su contenido no sea como otras que quedan con el que más daño les hizo
Mercedez Peréz
tienes razón Cristy nadie ace lo que no quiere si dejamos que nos gobiernen ni cuenta nos damos cuando ya no tenemos ni personalidad y acen lo que quieren pero tenemos que decir yo puedo y siempre podré renacer como el ave fénix
Mercedez Peréz
que pena tantos años para alguien que no tuvo culpa la nena salió y este pobre hombre justo está en el momento no tubo culpa los padres lamentablemente no toman en cuenta sus hijos solo piensan en ellos y sus peleas después se lamentan con las cosas que sus hijos acen para alejarse de lo que pasa en sus casas mientras ellos piensan solo en ellos los hijos quedan al medio volantín sin chupete
Mercedez Peréz
ahora. anda a llorar a molla solo triste y amargado
Mercedez Peréz
Amelia ya somos dos es una tristeza perder un hijo aunque aya sido por aras como lo que perdí también las perdidas sea este capitulo mucha tristeza escritora y yo con esta depresión que me encuentro pero esto sucede aunque sea historia digamos leyendo
Mercedez Peréz
se me borró pero aquí estamos tubo que pasarte está desgracia para que abras los ojos tarde uno tiene que poner límites en su casa formaste tu familia y son uds no la suegra ni nadie de afuera son de palos sino les gusta muy simple las puertas están abiertas y si tú marido no le gusta que se valla con la mamita no quiere decir que uno le falte el respeto pero así debe ser cada uno en su lugar
Graciela Galiano
me encanta esta historia,te felicito autora
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