Melissa Moreira, de 25 años, es veterinaria. Perdió a su madre durante el parto, pero su padre siempre cuidó muy bien de ella y de su prima Valentina, quien perdió a sus padres en un accidente. Melissa tiene una relación complicada y abusiva. Tras un acontecimiento trágico, se aferra a la amistad de Augusto, un empresario del sector agroalimentario. Hermoso, rico y heredero de una fortuna millonaria, el Agroboy más deseado.
Quizá un cambio de ambiente le ayude, pero ¿será capaz de liberarse de su relación abusiva? Melissa es muy decidida en muchas cosas, pero en asuntos de amor es totalmente ingenua. Después del trauma, una nueva amistad puede convertirse en un vínculo inesperado, un amor que transforma y sana.
A pesar de su dulzura y ternura, nuestra querida Melissa también es ruda, directa y celosa.
¡Y ahora el Agroboy ya está completamente hechizado por la belleza de la dulce y celosa Melissa!
NovelToon tiene autorización de Iza Drigues para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 7
Qué vergüenza. Encontrar a nuestro futuro socio en una situación tan embarazosa.
Intento mantener la calma. Y cuando me doy cuenta de que llevo un camisón diminuto, la cosa empeora aún más.
Subo y me cambio, todavía con esas palabras de Eliezer en la cabeza.
Él una vez más iba a agredirme. Ahora siempre es así. Cualquier cosa son bofetadas e insultos.
Me entristece tanto saber que alguien a quien tanto amé me trate así. A veces ni siquiera sé si es amor.
Pero desde la vuelta del viaje algo en mí cambió. Ese cariño que sentía por él se fue transformando en rabia cada vez que me cambiaba de ropa y miraba los moratones en mi piel y pensaba que él casi me abusó. Incluso después de yo solo darle amor y cariño durante todo el tiempo que estuvimos juntos. No sé qué hice para merecer solo odio de quien yo solo amé.
Me cambio rapidito y bajo.
Augusto me dice que vino temprano para poder resolver pronto la cuestión del ganado y se va.
No sé qué es más, su voz me pone tensa y tímida al mismo tiempo.
Juliano me dijo que él es exigente y eso me pone nerviosa, pero confiada, pues nuestro ganado está bien cuidado.
Voy a la cocina y Fatinha está allí. Sérgio la llamó para que me ayude a preparar algo para que Augusto y sus peones coman.
- Fatinha, mi amor. Gracias y disculpa por despertarte. Vamos a preparar solo un bocadillo rápido.
- No te preocupes, mi niña. Sérgio me dijo que el patrón puso a ese mocoso a correr de aquí.
Me reí porque ni siquiera había pensado en eso.
Augusto es un hombre muy fuerte, alto y tiene una barba linda.
Fatinha me mira con esa cara y yo le doy una sonrisa
- No piense demasiado, Doña Fátima. Él está aquí por negocios. Voy a llamarlo para que coma.
Me paro en la puerta y él está mirando el celular.
Voy hasta él y lo llamo para comer. Fatinha claro nos deja solos. Esa Fátima es fuego, vio.
Nos sentamos y comemos y él sacaba tema y yo estaba súper avergonzada de pensar en la escena que él presenció.
Hablamos de la finca y luego terminamos y yo le muestro su cuarto.
Lo dejé en su cuarto y voy para el mío.
Me acosté y dormí rápido.
Me despierto a las 5hs con el celular despertando.
Voy hasta la ventana como hago todos los días, abro y veo el sol naciendo a lo lejos del horizonte.
Hago mi oración de agradecimiento por un día más, me baño, me visto y bajo para tomar un café negro.
- Buenos días Fatinha.
Miro y ella ya había hecho un mundo viejo de comida.
- ¿Qué es eso Fatinha, dormiste esta noche, no mujer?
- Tenemos visita mi niña. Hay que esmerarse.
- Vaya que ya me había olvidado de eso.
Cuando hablo eso veo a aquel hombre fuerte y muy oloroso detrás de mí y luego más atrás mi padre bajando las escaleras.
- Buenos días Sr. Augusto. Buenos días papito.
- Buenos días Señorita Melissa. Solo Augusto, ya olvidó.
Le doy una sonrisa y voy hasta mi padre y le doy un abrazo y un beso en la frente.
- Papá este es el Sr... Este es Augusto. Él llegó ayer y no quiso despertarte. Él vino a ver el ganado y el proceso de confinamiento y creación.
Mi padre parece abatido. Cuando va a levantar el brazo para saludar a Augusto él siente dolor en el brazo.
- ¿Papá está todo bien?
- Sí, hija. Buenos días Sr. Augusto. Yo soy Carlos. Es un placer recibirlo. Vamos a tomar un café y después mi niña le muestra todo en la finca.
- Gracias Sr. Carlos.
😎😎😎😎😎