El Renacer del Esposo Oprimido

La mañana se acercaba. Arya ya no estaba en casa. Estaba en el mercado para moler la carne de albóndigas para su negocio y también otros alimentos básicos.

Tafasya se despertó de su sueño. Estiró su cuerpo y vio que ya estaba en su cama y en su habitación.

Trató de recordar que había estado sirviendo al hombre de mediana edad todo el día y que había regresado a casa débil, pero ahora estaba en la cama con Rayan, ya cambiado con su uniforme escolar.

"Mamá, ¿dónde has estado todo el día y no recogiste a Rayan de la escuela?", la regañó el lindo niño con el ceño fruncido.

Tafasya miró a su hijo. "¡Eres tan quisquilloso! ¿Quién te enseñó eso? ¿Tu padre?", espetó con el rostro tenso.

"¡Mamá mala, mamá no quiere a papá ni a Rayan!", protestó, y luego salió de la cama hacia la sala de estar con dolor en su corazón por la reprimenda de su madre.

"¿Quién le manda a tu padre ser pobre? Si fuera rico, tu madre no andaría por ahí así", argumentó para defenderse. Ni siquiera le importaba si su hijo estaba profundamente herido en ese momento.

De repente recordó su teléfono. Sí, los veinte millones de rupias que le envió el tío Bondan por los servicios en la cama en solo un día.

Rápidamente se bajó de la cama y buscó su teléfono, que guardaba en su bolso.

Sabía que Arya nunca revisaría sus cosas personales, ya fuera su teléfono o su billetera, porque su esposo no era tan curioso con ella, era demasiado sincero o estúpido para hacer eso.

Al encontrar su bolso en el sofá, rápidamente lo revisó y vio una notificación entrante en un mensaje de WA que decía que el tío Bondan le había enviado más dinero a cambio de la motocicleta prometida que no habían tenido tiempo de comprar.

El rostro de Tafasya se iluminó de inmediato y sintió que si se convertía en la esposa del tío Bondan, estaría nadando en dinero.

La mujer dejó su teléfono, y al instante vio una gran motocicleta automática estacionada en la esquina de la casa. Frunció el ceño, por supuesto que no era del tío Bondan, porque él ya la había compensado con el dinero que le envió a su cuenta.

"Rayan, ¿de quién es esa motocicleta?", le preguntó al niño que en ese momento estaba sentado en el sofá con expresión de disgusto.

Todavía no había aceptado la reprimenda de su madre.

"Rayan, ¿estás sordo? ¡Te pregunto de quién es esa motocicleta!", la mujer volvió a preguntar con irritación.

"La motocicleta es para ti, como te prometí anoche", respondió Arya desde el porche. Traía una cantidad considerable de masa de albóndigas, porque últimamente su negocio había estado muy bien.

Tafasya se burló. Sentía que Arya solo estaba fanfarroneando. "Tsk, probablemente a crédito. ¿Cómo podrías comprarla al contado? ¡Eres pobre!", respondió Tafasya, tratando de menospreciar las capacidades de su esposo.

Arya sonrió levemente y luego llevó la masa de albóndigas al interior. "Sí, está bien, lleva a Rayan a la escuela. Me preocupa que llegue tarde, ya tienes una motocicleta nueva", Arya trató de ignorar las palabras de su esposa, para él no había tiempo para discutir.

"Deberías llevarlo tú. Me da vergüenza que los vecinos me vean, si el mes que viene el concesionario se lleva la motocicleta porque no puedes pagar las cuotas", respondió Tafasya mientras se dirigía a la cocina sin prestar atención a la orden de su esposo.

"He tratado de darte todo lo que me pides, ¿no podrías apreciarlo un poco?", Arya todavía bajó la voz.

"Hmph, estás orgulloso de una simple motocicleta a crédito. Ya no quiero una motocicleta, ¡quiero un auto y una casa lujosa!", Tafasya elevó aún más el tono de su voz.

Arya miró a su esposa con el corazón apesadumbrado. "Dame tiempo, un poco más. Haré realidad todos tus sueños", Arya trató de tranquilizar a su esposa con un tono sincero.

De repente, Tafasya se rió con sarcasmo. "¿Q-qué? ¡Un poco más de tiempo! Hemos estado casados ​​durante seis años, y ese no es poco tiempo, ¿tengo que esperar toda mi vida hasta que sea vieja y decrépita para que hagas realidad mis sueños? ¡Incluso entonces no estoy segura si solo eres un vendedor de albóndigas!", Tafasya se sintió satisfecha al expresar sus frustraciones reprimidas durante tanto tiempo.

Había decidido separarse de su esposo, elegiría ser la esposa del tío Bondan, aunque fuera de mediana edad, pero rico.

"Quiero el divorcio, y prepara todos los papeles", Tafasya parecía hablar en serio.

"¿Por qué quieres el divorcio? Nunca te he descuidado, he satisfecho todas tus necesidades y no estás tirada en la calle, incluso puedo pagar todos los paquetes que pides casi todos los días", Arya todavía trataba de contener la agitación en su pecho.

Tafasya volvió a burlarse. Estaba cada vez más harta de todas las respuestas que le daba su marido. "Ya te dije que estoy cansada de ti, quiero un marido más rico, ¿estás sordo y eres estúpido? ¿O tal vez no puedes encontrar una mujer tan hermosa como yo porque solo eres un hombre pobre?", volvió a lanzar insultos sin pensar si todas sus palabras podían herir el corazón del hombre que ahora era su compañero de vida.

"¿No piensas en cómo se sentirá Rayan si nos divorciamos? Rayan sería víctima de nuestro egoísmo. Por favor, no vuelvas a decir eso", Arya esperaba que su esposa se diera cuenta de lo equivocadas que eran sus palabras y esperaba que fuera solo una rabieta momentánea.

"¡No me importa! Rayan puede elegir si quiere venir conmigo o contigo, y espero que venga contigo, porque no quiero la carga de mi libertad", la mujer se volvió aún más audaz y descarada al hablar.

De repente, Arya se sorprendió. Esperaba que su esposa fuera compasiva y que todo se calmara cuando su corazón estuviera en paz.

Suspiró pesadamente. Todavía era de mañana, ¿tendrían que pelear de nuevo?

Eligió rendirse y no discutir, especialmente frente a su hijo, que seguía mirándolos con miedo a una pelea.

El hombre dejó la masa de albóndigas en la cocina y se cambió de ropa, que estaba sucia porque acababa de regresar de comprar en el mercado. Se ató el pelo largo y se puso una gorra.

Tafasya, que lo vio sin querer, se quedó un poco atónita porque su marido se veía muy guapo esta mañana a sus ojos. Sin embargo, rápidamente apartó todos los pensamientos sobre su marido, porque para ella, ¿de qué servía la belleza si seguían viviendo en la pobreza? Porque ser radiante era muy caro.

Arya montó su nueva motocicleta y llevó a Rayan a la escuela, porque las reglas de la escuela eran muy estrictas, ya que era una escuela de élite.

Tras la marcha de su marido, Tafasya se apresuró a asearse. Se arregló para estar muy guapa. El tío Bondan quería llevarla a comer a un restaurante caro esta tarde.

De repente, su estómago gruñó. Porque no había comido nada desde la noche anterior. Donde el hombre la había estado trabajando sin descanso y se había olvidado de la cena.

Vio la cubierta de la comida. Luego la abrió. Vio tortilla, pollo frito sambal y también arroz frito que ya estaba frío, parecía que su marido lo había cocinado la noche anterior y lo había preparado especialmente para ella.

Sin embargo, si el corazón se ha vuelto insensible, por mucha bondad que se haga, no se verá a los ojos de un enemigo, ella ya había matado su amor.

Tomó el desayuno de esta mañana con pollo frito sambal, y después de terminar de desayunar, ni siquiera se molestó en limpiar los restos de su plato sucio.

"Asalamualaikum", se escuchó la voz de Nita desde la puerta principal.

"Waalaikumsalam", respondió Tafasya desde dentro de la casa.

"Fasya, date prisa, la gente del banco ambulante ya ha llegado para inspeccionar la casa de la señora Lisa", dijo Nita para informar.

Tafasya se apresuró a encontrarse con la mujer, y una sonrisa triunfante apareció en sus labios.

"Ya estoy lista", respondió alegremente.

"Estás muy guapa, ¿adónde vas?", Nita observó la apariencia de su vecina, que parecía excesiva esta mañana.

"Curiosa. ¿Dónde está el oficial del banco?", dijo mientras miraba hacia la puerta principal e ignoraba la mirada de Nita.

"Está en camino, llegará en un momento", respondió Nita, que frunció el ceño ante el cambio de aspecto de la mujer.

No mucho después, llegó el oficial del banco y comenzó a inspeccionar la casa de Lisa.

Para engañar al oficial, ayudó a Lisa a mentir diciéndole que el dinero era para capitalizar un negocio de venta de albóndigas frente a la casa.

Incluso llevó la masa de albóndigas que estaba en la cocina a la casa de Lisa para convencer al inspector.

Una vez terminado todo, Tafasya regresó a casa con la masa de albóndigas. Luego entró en la habitación para jugar con su teléfono.

Se escuchó el sonido del motor de la motocicleta de Arya entrando en el patio de la casa de alquiler. Miró desde la cortina de la ventana. Después de asegurarse de que su marido entraba en la cocina y estaba ocupado preparando las albóndigas, salió sigilosamente de la habitación, cogió las llaves de la motocicleta que estaban sobre la mesa y empujó la motocicleta hasta que estuvo lejos, y luego se fue rápidamente.

No quería perder la oportunidad de aprovecharse de la riqueza del tío Bondan, el hombre que arruinó su matrimonio. Incluso con la reunión acercándose, tenía que haberse separado de Arya, porque quería asistir a la reunión con un coche de lujo, no con una motocicleta automática, aunque fuera grande pero no lo suficientemente genial para ella.