Una semana antes de su boda, Amelia, de 25 años, descubrió que su prometido la engañaba con su mejor amiga Lisa… y que ella está embarazada, sintiéndose asqueada, decepcionada y traicionada, Amelia se negó a derramar una sola lágrima porque no les daría el gusto de verla rota, así que en silencio, trazó un plan: avergonzarlo públicamente el día de la boda y poner fin a una relación construida sobre mentiras y lo que comenzó como una humillación planeada se convirtió en el primer paso hacia una nueva vida, donde Amelia ya no será la víctima, sino la autora de su propio destino.
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Capítulo XIII: Lunes 3 de abril, 7:45 a. m.
Richard a pesar de aparentar ser un hombre despistado era muy bueno en sistemas y uso de dispositivos electrónicos, así que mientras Isabel dormía plácidamente, copió toda la información que le era de utilidad con una frialdad que contrastaba con su amabilidad habitual.
—Vamos a ver si te atreves a decirme que no está pasando nada— murmuró Richard.
Esta era la ultima oportunidad que le daría a su esposa, si ella le confesaba la verdad sugeriría ir a terapia de pareja, pero si por el contrario le mentía sería el final para ambos, no por despecho sino por dignidad.
Cuando terminó se fue a la cama y la atrajo hacia él, y estaba destrozado porque era un hombre fiel y leal, el cual honraba su palabra y supuso que su hijo fue criado con sus mismos valores, incondicional con quienes consideraba familia, e implacable con sus enemigos.
—Isa … ¿Como llegamos a este punto? — preguntó con pesar.
Durante años vivió convencido de que su matrimonio era muy sólido y que su amor traspasaba más allá del deseo, sin embargo, algo se había quebrado dentro de su ser y estaba profundamente decepcionado.
A pesar de que no quería destruir lo que construyó tampoco quería vivir en una mentira, se sentía en conflicto y no por el tema legal sino por lo emocional.
A la mañana siguiente cuando se despertó se dio cuenta de que Isabel ya se había levantado, y luego de asearse fue a la cocina y encontró a su esposa con su imagen radiante de siempre sirviéndole el desayuno a Tomás, pero esta vez no le producía emoción, porque esos dos no se comportaban como su familia sino como dos personas que simplemente vivían en su casa.
—Richard, finalmente te despertaste — dijo Isabel con una sonrisa amplia.
—Papá, buenos días, siéntate para que comas tu desayuno — añadió Tomás con una sonrisa que no le llegó a los ojos.
Richard se sentó a la mesa e Isabel puso frente a él un desayuno hecho con desgano si se comparaba con el de Tomás, el borde de su pan, así como los huevos estaban quemados y se notaba a leguas la falta de interés de parte de Isabel, Tomás comió de prisa y se despidió, lucía un traje ejecutivo que le ajustaba muy bien y se notaba que Isabel se había esmerado en que su ropa fuera lavada y planchada de forma muy prolija, cuando se quedaron solos Richard quiso aprovechar la oportunidad para hablar con su esposa para darle una última oportunidad.
—Isa … ¿Hay algo de lo que quieras hablarme? — preguntó con ansiedad.
Isabel se estremeció y se preguntó si ya se había dado cuenta de que algo estaba mal con la boda, pero sabía que se enojaría y no estaría de acuerdo así que prefirió mentirle y cuando todo estuviera listo hablaría con él y lo persuadiría como en el pasado.
—No, todo está bien cariño— respondió fingiendo normalidad.
Richard cerró los ojos, respiró hondo y la observó de forma muy intensa y fue la primera vez que Isabel volvió a notar que era muy atractivo a pesar del paso de los años y el aumento de unas libras, pero por alguna razón ya no había calidez en su rostro.
—Muy bien, Isabel. Espero que recuerdes este día: lunes 03 de abril de 1995 —miró su reloj—. 7:45 de la mañana.
—¿Qué tiene de importante el día de hoy?
—Pronto lo vas a saber — dijo Richard levantándose de forma abrupta—Tengo casi 30 años diciéndote que odio el pan excesivamente tostado.
Isabel lo vio como se marchaba y no le hizo mucho caso porque pensaba que solo estaba siendo muy sensible como siempre que terminaba la época de impuestos.
—El ambiente en esta oficina está muy pesado el día de hoy — dijo Tomás bebiendo un sorbo de su café.
—A mí me parece que está igual que siempre —respondió uno de sus compañeros, sin levantar la vista del escritorio.
A pesar de que era el año 1995 y la influencia y las redes sociales aun no dominaban el mundo, Lorenzo y Esteban fiel a su naturaleza de chismosos hicieron correr el rumor de que Miguel y Tomás no se encontraban en buenos términos y en tan solo un día la mayoría del gremio estaba enterado, así que las miradas hacia Tomás eran distintas y las conversaciones más cortantes.
Mientras tanto Amelia estaba ocupada con la sesión de fotos de Kate, la nueva locación estaba ubicada en un lugar remoto y agreste rodeada de vegetación salvaje y era todo un reto mantener esa imagen etérea que tanto deseaba el cliente además de que los zancudos y el calor no hacían fácil el trabajo del equipo, era una labor ardua pero a medida que lograban la imagen perfecta Emilio y Amelia incluso chocaban los cinco lo cual sorprendió a los presentes porque ellos por lo general tenían una relación laboral muy tensa y casi hostil.
—Kate es una gran modelo — dijo Amelia limpiándose el sudor de la frente.
—Y ayuda mucho que su estilista sepa cómo realzar su imagen sin traicionar sus gustos —respondió Emilio, con un tono más amable de lo habitual.
A pesar del entorno un poco hostil, zancudos, calor y vegetación agreste el equipo terminó temprano y Emilio aun con energía insistió en tomarle un par de fotos a Amelia y ella dudó porque se sentía muy insegura y vulnerable, pero al final aceptó.
—Tu eres hermosa de todas las formas — dijo Emilio con admiración.
Amelia observó las fotos en silencio y no sabía si era la luz, el ángulo, o el ambiente, pero era una versión de ella que nunca había visto, y fue la primera vez en su vida que realmente se sintió hermosa.
Lisa ese día se reportó enferma en su trabajo y no era algo extraño porque desde que descubrió su embarazo, ella estaba confiada en que no podían despedirla debido a que la ley del trabajo de su país la amparaba.
—Por lo menos tengo inamovilidad laboral — dijo con resignación.
El malestar de Lisa no era fingido y realmente se encontraba en muy malas condiciones y era como si desde que fue a visitar a Amelia y esta la trató con tanta indiferencia, su estado de ánimo era tan sombrío que su cuerpo lo resentía.
—¿Mely … a partir de ahora las cosas van a ser así?
Lisa le enviaba mensajes a Amelia, pero esta le respondía de forma evasiva y casi cortante, debería estar feliz por su próxima boda, pero se sentía sola y vacía, lo peor era cada vez que pensaba en cuando su amiga se enterara la verdad.
—No puedo creer el descaro de Lisa— dijo Amelia mientras leía sus mensajes.
—Las mujeres tan descaradas como ella tienen la piel muy gruesa — respondió Kate sin titubear.
Richard estaba en su oficina organizando su información financiera después de tanto tiempo casado con Isabel, sus finanzas estaban muy ligadas, por suerte la casa era una herencia de sus padres así que no formaba parte de la sociedad conyugal y muchas de sus inversiones estaban protegidas, sabía que debía proporcionar manutención porque ella era ama de casa, pero no era una cantidad de dinero considerable.
—Si Isabel acepta de forma pacífica el divorcio no voy a ser malo con ella, pero si insiste en hacerlo difícil no voy a tener compasión con ella—murmuró con firmeza.
Miguel luego de pensarlo por mucho tiempo decidió enviarle a Richard el contacto con un abogado de divorcio de su confianza, y Richard respondió “gracias”, Miguel con un poco de pesar le respondió con el mensaje “espero que no lo necesites”, sin embargo, Richard ya había tomado su decisión esa mañana, trataría de mantener la fiesta en paz, lo que él no sabía era que Tomás registraría su matrimonio con Lisa y al día siguiente celebraría una ceremonia de bodas con Amelia porque de enterarse tal vez su reacción no sería tan pacífica.
—Ya no hay mas nada que pensar — dijo Richard para sí mismo.
Entre tanto Ezra se encontraba en una reunión con su grupo de trabajo para definir el menú porque lo que iba a ser una celebración de una boda ahora sería la celebración del cumpleaños número 55 de Miguel Hidalgo y aunque había muchas preguntas entre el personal debían ser discreto, todos estaban estresado, pero solo una persona tenía una sonrisa que apenas podía disimular y era Ezra porque él sabía lo que eso significaba y era que la boda estaba cancelada.
—Mely… aún tengo una oportunidad —murmuró, con una mezcla de esperanza y deseo.
Isabel si con ese sueño te levantaste vuélvete a dormir para que sigas soñando ya Richard está viendo otro rumbo y anda con Clara aunque son amigos quien sabe cómo terminen.
Richard y Clara terminarán como pareja y se entienden muy bien.
Miguel veremos qué pasará con tu vida sentimental.
Josefina tu sospechas, te lo imaginas o ya sabes que estás en la dulce espera se adelantaron los planes me imagino tu esposo, tu papá y Amelia cuando lo sepan.
Por fin Amelia cerraste ese ciclo en tu vida ahora a seguir para delante y sin mirar atrás.
Lisa otra ilusa que creé Tomas la está defendiendo por ser su esposa que fuera de la realidad está otra más que cuando caiga de la nube el trancazo será durísimo.
Tomas ya piso tierra y sabe o se imagina lo que le espera con todo lo que hizo.
Mientras Amelia, Josefina y Kate salen de vacaciones felices yo creo que la acidez de Josefina es un bebé a bordo 🚼 veremos si la deja disfrutar de esas vacaciones.
lo que van a vivir ambos es un infierno