Esta es la historia de 6 lobos, que con ayuda del buscador de mates Nolan Suche, parten en busca de sus parejas destinas, llegando a lugares a los que nunca se imaginaron visitar y experimentando todo tipo de experiencias que los podrán a prueba, pero para estos 6 lobos, ninguna prueba es lo suficientemente difícil, si la recompensa es esa personas que estuvieron esperando toda la vida.
Esta es la continuación de mi historia “La Buscadora de mates” espero que les guste.
Esta historia se concentrara en los hijos de Susana y Malik, los de Donia y Kalil, y los de Elizabeth y Julian.
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Capítulo 7
VICTOR
Estoy nervioso, muy nervioso, hoy es el día libre de Tara, y en vez de salir a algún lado, como solemos hacerlo, ella me invitó a comer a su casa, algo que me emociono inmediatamente, puesto que significa que ella ya confía en mí, por lo que acepte de inmediato, pero ahora me encuentro en la entrada de su casa incapaz de tocar, puesto que temo no caerles bien a sus padres.
- ¿Te vas a quedar parado todo el día en la entrada o vas a tocar? – me dice mi compañera, quien está asomada de una ventana.
Al verme descubierto no puedo evitar sonrojarme y más nervioso con antes, toco la puerta, y al hacerlo veo como la hermosa figura de mi compañera desaparece dentro de la casa.
Estoy tan concentrado viendo el lugar en donde hace tan solo unos segundos estaba Tara, que no noto que alguien ya ha abierto la puerta, hasta que él carraspeó de una persona me saca de mi ensoñación, aumentando aún más mi nerviosismo.
- ¿Se te perdió algo por allí, muchacho? – me pregunta el hombre frente a mí, quien por su olor deduzco que es el padre de mi compañera.
El hombre frente a mí tiene una presencia más que imponente, presencia que no se ve opacada por el hecho de que se encuentra en silla de ruedas.
- Perdón por mi falta de atención, es un placer conocerlo señor Mutig, mi nombre es Víctor – los saludo con un apretón de manos y le hago entrega del vino que Haran me aconsejo traer, estoy que tiemblo por dentro, sobre todo porque la primera impresión que le di a este hombre no fue la mejor, pero por fuera intento parecer estar en calmado.
- El placer es mío, mi hija me ha hablado mucho de ti, así que pasa, y gracias por el vino – me dice mientras se hace a un lado dejándome pasar.
Al entrar a la casa, lo primero que noto es el olor a medicinas que hay en este lugar; es demasiado fuerte, sobre todo para alguien con el olfato tan sensible como el mío. Entonces la dueña de ese olor hace presencia, es una mini copia de mi mate, solo que sus ojos son color miel, como los de su padre, y no verde azulado como los de mi mate.
No tardo en deducir que la niña frente a mí está enferma, y de algo muy grave, puesto que a pesar de que por fuera, luce como cualquier otra niña, tal vez un poco más pálida, su olor es muy débil, lo que significa que su cuerpo se está debilitado hasta un punto demasiado peligroso.
- ¿quién eres tú? – me pregunta la pequeña nada más verme.
- Hola hermosa, mi nombre es Víctor, y soy... – comenzó presentarme, cuando mi mate me interrumpe.
- Y es mi novio Emma – le dice Tara, y yo estoy que bailo de alegría al oír que me presento como su novio ante la niña, la que asumo que es su hermana.
- Tu novio es muy guapo – le dice la niña mientras sonríe.
- Víctor, te presento a mi hermanita Emma y a mi padre Armando – dice mi compañera, quien llega a mi lado y me toma del brazo.
- Es un placer para mí conocerlos – les digo.
- Bueno, ya con las presentaciones hechas, hay que comer – dice el padre de mi mate y los 4 nos dirigimos al pequeño comedor de la casa.
La verdad la comida fe muy agradable, la charla fue muy animada, la familia de Tara es muy animada, a pesar de que se nota que han pasado por momentos muy duros, no han dejado que estos les roben su alegría, eso dice mucho de su fortaleza.
Una vez terminamos de comer, mi mate me lleva a su habitación, donde una vez estamos a solas, ella comienza a contarme sobre su situación familiar, y con cada palabra que me dice, yo solo puedo amarla aún más, es la mujer con el corazón más grande y bondadoso que he conocido, además de que posee una fortaleza digna de admirar.
- Eres realmente increíble – le digo mientras le doy un pequeño beso – gracias por confiarme todo esto, sé que debe de ser muy difícil para ti hablar sobre esto.
- Un poco, mi situación es algo complicada, pero sentía que tenías derecho a saber en qué te estabas metiendo – me dice ella mientras sonríe, una sonrisa hermosa.
Y al ver tan hermosa sonrisa sé que ha llegado el momento.
- Tara, cariño, ¿crees que tu jefe te dé el día libre mañana? – le pregunto de la nada, a lo que ella parpadea varias veces por el cambio abrupto de tema.
- ¿Por qué me preguntas eso? – me dice un tanto confundida, y es que bueno, mi pregunta está algo fuera de lugar.
- Quiero llevar a tu familia y a ti a un sitio – le digo simplemente, mientras hago mis mejores ojos de cachorrito para convencerla.
Durante toda la comida pude ver lo unida que era Tara a su familia, por lo que sé que la opinión de su padre es muy importante para ella, así que decidí que lo mejor sería decirles a ambos mi verdadera naturaleza al mismo tiempo, obviamente por su edad no podía revelarle nada a Emma, pero sé que en la manada la cuidarían bien, mientras, Tara, su padre y yo hablamos, así que planeo llevar a los tres a la manada mañana, puesto que no pienso esperar más.
- Pues no creo que Álvaro, no me dé el día libre, sobre todo porque me debe muchos, así que sí, creo que puedo acompañarte a ese sitio – me dice. Puedo ver que está algo recelosa, pero no creo que sea por desconfianza hacia mí, creo que es más por lo impulsivo de la situación.
- Está bien, entonces vendré mañana temprano por ustedes, puesto que el lugar a donde los quiero llevar queda un poco lejos – le digo.
- Espera, dije que yo te acompañaba, no puedo hablar ni por mi padre, ni por Emma, tendrás que preguntarle a ellos si quieren venir – me dice.
- Está bien – le digo y bajo a hablar con mi suegro y mi cuñada.
Aunque me fue algo difícil convencerlos, sobre todo al señor Armando, quien no estaba muy seguro de hacer un viaje de más de una hora, debido a la condición de Emma, pero puedo ser muy insistente cuando quiero y al final lo convencí.
Tardé tanto en convencerlo, que se me hizo de noche, por lo que me quedé en casa de mi mate, y solo puede avisar de mi llegada por teléfono a mi hermano, a quien le pedí que preparara todo para nuestra llegada, sobre todo de Emma, puesto que teníamos que ser muy cuidadosos con la niña.
Pasé una de las mejores noches de mi vida a lado de mi mate, y si bien no hicimos nada más que dormir, para mí fue muy especial. Al día siguiente, muy temprano por la mañana, los 4 partimos rumbo a la manada Luna de Luz, donde al fin le diría la verdad a mi compañera.
cuánto falta
ya falta poco