Santiago Santoro, es un empresario muy exitoso que le huye al amor y no desea por nada del mundo formar una familia, por tal motivo se comprometió con Diana Lois, una mujer fría, calculadora y ambiciosa al igual que él. Sin embargo, su abuela Giovanna no está dispuesta a ver como su nieto se arruina la vida a lado de una mujer frívola, y le exige que cambie de opinión o de lo contrario perderá toda su fortuna. Santiago con miedo a perderlo todo, decide alquilar un vientre y tener el hijo que tanto desea su abuela, sin arruinar la hermosa figura de su novia. Pero de repente su vida cambia por completo, cuando debe dirigirse a un hospital a buscar a su verdadera hija, una hermosa niña prematura, de ojos claros que necesita con urgencia un tratamiento médico para salvar su vida.
Sin embargo, Karen Jones ¿Será capaz de abandonar a su hija realmente ? o ¿Hará todo lo posible por estar a su lado?
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Capítulo N°22
El tiempo fue pasando, los días corrían aprisa y poco a poco el calendario iba quedando sin hojas sobre la pared y ya faltaba muy poco para celebrar la navidad. Esa era la fecha estimada para el parto de Karen y las chicas se ilusionan con la idea de una doble celebración.
Karen estaba en el cuarto de Dylan ordenando una ropita para su niña, cuando se da cuenta que le falta pañales y un biberón. La ansiedad de saber que solo faltaban dos meses para tener en brazos a su bebé la consumía.
Entonces buscó en el cajón de la mesa de luz su billetera y con pesar caminó hasta la cocina, donde estaba Dylan con su madre preparando galletas para a la tarde tomar la merienda.
⎯ ¡Mmm eso se ve delicioso!⎯ comenta detrás del pequeño y mira su producción.
⎯ Son galletas de mouto para que coma la bebé.⎯ explicó mientras se giraba en el asiento, le abraza el vientre a Karen le habló en secreto a la niña y le mostró una galleta.⎯ Esta se parece a tu mamá.⎯ se río por la travesura y Caro le guiñó un ojo a Karen fingiendo enojo.
⎯ Dylan, a Eva no le gusta que le digas mouto a su mamá. Discúlpate con Karen.⎯ habló con tono serio.
⎯ Perdón.⎯ él se soltó y regresó a su actividad.
⎯ Caro, tengo que ir hasta la farmacia, me faltan un par de cosas para la niña.
⎯ Karen, hoy es tu día libre puedes ir a donde quieras.
⎯ Perdón es la costumbre.
⎯ Ve tranquila que cuando regreses tendrás unas sabrosas galletas para desgastar.
⎯ Mami, pero íbamos a ir al palque.
⎯ Tienes razón, te prometí ir al parque y eso haremos.⎯ le tocó la nariz y se la manchó con harina.
Karen salió de la casa y ya que es su día libre decidió ir al centro de la ciudad y caminar un rato, recorriendo vidrieras. Aún le quedaba algo del dinero que le dio Paola y había estado ahorrando casi todo su sueldo, para en un futuro alquilar un departamento e irse a vivir sola con su bebé.
Pietro estaba impaciente en su departamento, hace varios meses que no tiene novedades de Estrella y Santiago no ha aportado nada a la investigación. Para colmo el detective que el ceo contrato se fue de la ciudad al quedar viudo y se llevó consigo a sus dos pequeños hijos. Según le informaron los vecinos a sus hombres, el pobre hombre no soportó seguir viviendo en la casa donde su mujer sufrió esa dura enfermedad. Desde que salió de la ciudad sus novedades son cada vez más confusas y esporádicas por eso sospecha que el investigador privado le ha estado tomando el pelo a Santoro y le irá a contar su teoría. Pietro salió de su despacho y se dirigió a la sala donde su mujer estaba mirando una película, recostada en el sillón.
⎯ Pao, cariño voy a salir.⎯ se acercó y le dio un suave beso en sus labios .
⎯ Amor, espera iré contigo, estoy aburrida y necesito tomar aire.- ella se incorporó y se colocó sus tacones.⎯ ¡Lista!
⎯ De acuerdo.
⎯¿A dónde vamos?
⎯ A las empresas Santoro.
⎯ ¡Genial!
Ella le tomó el brazo a su esposo y juntos bajaron hasta el estacionamiento donde su chofer ya los estaba esperando. Ambos suben y en estos momentos se dirigen en su camioneta blindada a las empresas Santoro para exigirles explicaciones a Santiago, cuando en una esquina ven a su sobrina con un pequeño vientre que estaba esperando para cruzar la calle.
⎯ ¡Detente!⎯ le ordenó Pietro a su chofer y sin esperar a que se estacione correctamente se bajó del vehículo y Paola imitó la acción.⎯¡ Karen espera!⎯ gritó y la joven gira su rostro sorprendida.⎯ Karen niña tenemos que hablar.
⎯¡Pietro, Paola que sorpresa!⎯ se acercó a la pareja y los saludó muy amablemente.⎯ ¡Hola!
⎯ Eso mismo digo yo.⎯ respondió Pietro sin dejar de quitarle los ojos a su vientre.⎯ Es todo un estado esta sorpresa.⎯ habló sin sentido.
⎯ ¿Que?⎯ preguntó Karen y su sonrisa se borró instantáneamente al comprender a que se refiere.
⎯ Nada.⎯ respondió Pietro y se agarró su barba.
⎯ Mi niña, ¿cómo has estado?⎯ intervino Paola y fulminó a su esposo con la mirada.
⎯ Muy bien.⎯ respondió tímidamente.⎯ Trabajo de niñera y estoy muy feliz.
⎯ Cariño me alegro tanto.⎯ Paola no pudo evitar abrazarla.
⎯ Gracias.
Al separarse Paola la observó con una gran sonrisa, Karen realmente se veía radiante.
⎯ Vamos a esa confitería y tomemos un café.⎯ propuso Paola y ella aceptó dudosa.
Durante todo el camino el hombre mantuvo su boca cerrada y al sentarse en la mesa y ver que su sobrina estaba delgada y pálida no pudo evitar apretar sus puños, y recordar a su hermana…
Hazel era una jovencita más o menos de la misma edad de Karen cuando quedó embarazada y su rostro se iluminaba cada vez que sentía patear a su hija. Por un momento estaba en la confitería, pero años atrás sentado junto a ella, entonces el pasado nuevamente estaba frente a sus narices. Su hermana se veía hermosa en su vestido celeste, estaban tomando un chocolate caliente cuando ella sonriente le habla.
⎯ Pietro, ven siente como se mueve.⎯ le decía Hazel mientras llevaba su mano a su gran vientre y lo obligaba a sentir la bebé.⎯ Extraña a su padre. Cada vez que está en alguna misión se inquieta.⎯ ella lo miraba y en sus ojos la súplica se hacía evidente.⎯ Prométeme que cuando nazca mi bebé, él podrá elegir otro trabajo. No quiero vivir a lado de un hombre que no está a mi lado en los momentos más importantes de mi vida.
⎯Te lo prometo, pero ahora toma el chocolate antes de que se enfríe.
⎯ Vez a esto me refiero, moría de ganas por estar aquí comiendo una torta de nuez con chocolate caliente y él no está.⎯ una lágrima traicionera rueda por su mejilla y Pietro se la limpia.⎯ Tengo que recurrir a ti para todo.
⎯ Sabes que no me molesta.
⎯ Pero a mí sí, es su bebé y yo soy su esposa.⎯ seca sus lágrimas.
⎯ Una vez que regrese a casa hablaré con Michel
⎯Gracias hermano, no sabes cuánto te lo agradezco.⎯ ella bebe su chocolate y se llena los labios de un bigote negro que su hermano muy amablemente le limpia con la servilleta y ella ríe feliz.
⎯ ¡Pietro, Pietro!⎯ Paola lo llamaba; entonces él miró a su esposa volviendo a la realidad.
⎯ Perdón estaba pensando en alguien muy especial.
⎯Me imagino que en mí y cuando yo quedé embarazada de Donato.⎯ sonrió mientras tomaba su mano para que se relaje.
⎯ Por supuesto.⎯ mintió.
⎯ Mi esposo es un romántico, durante mi embarazo cumplió todos mis antojos.⎯ comentó feliz.⎯ ¿Has tenido deseos de comer algo en especial?
⎯ Ufff la lista es larga, pero lo resumiré diciendo que todo lo que tenga azúcar y chocolate es mi debilidad y por suerte no engordo.⎯ sonrió.
Todos en la mesa se rieron, esa joven era muy graciosa y su respuesta fue confirmada cuando pidió varias porciones de tortas, algunos bombones y un chocolate caliente.