Juegos de Amor

— ¿Sabes algo más de ella, Mike?

— ¡No sé, Ethan! ¡Ella no hablaba inglés y yo mucho menos portugués! Solo sé que besa increíblemente bien.

Mike pasó la noche intercambiando besos con Duda, y apenas lograron comunicarse, enredando una palabra o dos en español.

— Su nombre es Duda y vive en Vidigal.

— ¡Está paranoico! ¡Quiere encontrar a esa chica cueste lo que cueste!

— Ah... ¡por eso casi nos dispara la pandilla de la favela! ¡Eres un loco!

— Tienen que ayudarme, no voy a descansar hasta que pueda hablar con ella.

— ¡Primero aprende portugués! - se burlan.

— ¡Eso es lo que voy a hacer!

— ¿De verdad?!

— ¡Sí! ¡En cuanto regrese a Chicago voy a hacer eso! ¡Pero ustedes van a intentar encontrarla conmigo!

Los tres comienzan a buscar en Instagram, aparecen varias Lívias, intentan diversas grafías, buscan por el nombre de Duda y nada...

— Puede que esté con apodos o apellido...

— Espera. - Mike encuentra una foto de Duda con ellos - Vamos a usar la tecnología. Busquemos por la cara de Duda.

— ¡No lo hagas! ¡Pon la foto completa!

Encuentran un perfil de ella en Facebook.

— ¡Ahí está! Encontramos a Duda Magalhães... pero es un perfil antiguo, probablemente no lo use, pero está vinculado a su cuenta de Instagram.

Encuentran fotos de las dos en la playa, en la época de la escuela, en la calle, e incluso una foto antigua de ella con Dé...

— ¡Es una bomba, hermano! - dice Jayden - Pura belleza latina, cuerpo lleno de curvas, sensual, trasero grande... ¡Linda!

Los tres pasan mucho tiempo buscando y no encuentran el perfil de Lívia.

— Manda un mensaje a través de la amiga. Escribe un texto en inglés y ponlo en el traductor.

"¡Hola! Me llamo Ethan Montgomery, soy uno de los jugadores estadounidenses que estuvo en Vidigal. Vi a tu amiga, Lívia, en el partido contra Brasil en los Panamericanos, desde entonces la he estado buscando. Por favor, pásale mi contacto. Ah... Mike te manda un saludo y dijo que le encantaría repetir la noche en otra oportunidad."

— ¡Listo! ¡Ahora solo falta esperar a que ella vea la notificación!

De regreso a Estados Unidos, Ethan pasará algunos días en Los Ángeles con la familia, es verano y todos están de vacaciones, y esperará la re-presentación al equipo en casa de sus padres.

— ¡Storm, mi chica!

La perra de Ethan, que vive con sus padres, salta sobre él.

— ¡Ey! ¡Para! ¡Me mojas todo!

— ¡Tío Ethan!

— ¡El niño del tío! - levanta a su sobrino de dos años en brazos.

— ¡Ahí está nuestro medallista!

Su padre lo abraza con alegría.

— ¡El año que viene estarás en las olimpiadas, hijo!

— ¡Dios te oiga, papá! ¡Dios te oiga! ¿Dónde está mamá?

— ¡Está adentro preparando la cena, está haciendo tu favorito!

— ¡Lomo asado con verduras y puré de patatas! Hmm...

— Bueno, iré a la empresa, lleva a Max adentro, por favor.

— ¡Voy con usted! Solo iré a darle un beso a mamá.

Entra en casa con el sobrino en brazos, lo deja en el suelo y sorprende a su madre, levantándola por los aires.

— ¡Muchacho! ¡Así me asustas! ¡Mira, derramé la mostaza en el suelo!

— ¡Déjame que lo limpie, mamá!

— ¿Y cómo estás, mi amor? ¡Pareces contento!

— Sí, estoy más animado, con un sentimiento de misión cumplida. Pero ahora solo quiero descansar y disfrutar de mi familia un poco, antes de comenzar la nueva temporada.

— ¡Estoy preparando tu cena favorita!

— Lo sé, ¡papá me lo dijo! Voy con él a la empresa, quiero recordar mis tiempos de repartidor.

— ¡Cuidado, ahora eres un hombre famoso, puedes causar problemas por las calles!

— No te preocupes, lo máximo que puede pasar es que alguna fan me agarre. - se ríe.

— Y hablando de eso, invité a Brenda a cenar aquí esta noche.

Él cierra el semblante y baja la cabeza.

— Mamá, ¿qué estás intentando hacer con eso?

— Hijo mío, a Brenda le gustas, y tú estás soltero... ¿no es así?

— Estoy, pero...

— Después de que rompieron, nunca más saliste con nadie. ¿Por qué no vuelves con Brenda? Ya nos conocemos, nos gustamos, ustedes ya tienen la suficiente intimidad... ¡vuelve con ella, hijo! ¡Dale una oportunidad! ¿Quién sabe si este regreso no termina en matrimonio?

Ethan respira hondo, su madre ni siquiera tiene idea de lo que él lleva dentro y de quién no deja de pensar desde que regresó de Brasil.

— Ella va a venir a cenar aquí, pero que sea la última vez que intenta forzar una cercanía entre nosotros, ¿entendido? No quiero volver con Brenda, ya no me gusta, no como para ser mi novia, ni como para ser mi futura esposa. Se acabó, y ella ya lo sabe. ¡Ahora déjame ir! - la besa en la frente, pero la madre no se da por vencida.

—Si hay otra mujer en la historia... ¡no lo voy a aceptar!

Él acompaña a su padre hasta la empresa y saluda a su cuñado, James, que estaba terminando de cargar un envío en la pickup.

— ¡Mira al cestinha de Dream Time! ¿Cómo va, cuñado?

—¡Estoy genial, no podría estar mejor! ¿Mucho trabajo por ahí?

—Siempre hay mucho trabajo por aquí, deberías haberlo olvidado...

Peter, el hermano menor de Ethan, aparece del interior del galpón, cargando algunas cajas con una cara no muy animada al ver a su hermano.

—¿Cómo va, hermano? ¡Dame un abrazo!

Peter abraza a Ethan.

—¿Por qué no fuiste a Brasil también?

—Porque alguien tenía que quedarse aquí, no podíamos dejar la empresa cerrada durante 10 días para seguir al galán jugador de baloncesto.

James mira de reojo a Ethan y trata de suavizar la situación.

—¿Ya se acabaron las cajas, Peter? Estamos a tiempo.

—Sí, ya, puedes llevarlas.

—Voy contigo, te ayudaré con las entregas.

Antes de entrar en la pickup junto con el cuñado, algunas chicas aparecen y piden autógrafos.

—No sé si va a funcionar que vengas conmigo, ¿cuántas paradas tendremos que hacer para que firmes camisetas y bloques de papel? - James ríe.

—En Chicago, a veces no podía salir a las calles, pero ahora que todo ha tomado proporciones nacionales, ¡ya ni siquiera puedo andar por el aeropuerto!

Peter revuelve los ojos y entra al interior de la empresa.

—¿Qué le pasó a él?

—No te preocupes, Peter necesita una novia.

—Hablando de eso, mi madre está insistiendo en que vuelva con Brenda. La llevó a Brasil y hoy ya la invitó a cenar a casa.

—¿Y no piensas en volver con ella?

—No, ya no me gusta Brenda. James, ¡estoy enamorado!

—¿Qué? ¿Por quién?

—Conocí a una chica allá en Brasil, fue algo fulminante, ¡nunca sentí esto en mi vida!

—¿Es brasileña?

—Sí, vive en el Morro do Vidigal, una favela de Río.

—¡Vaya! ¿Y ella piensa venir aquí para que se conozcan mejor?

—En realidad, ¡no intercambiamos ni una palabra!

—¿Cómo así?!

Ethan comienza a contar cómo sucedió todo, y James tiene los ojos muy abiertos mientras escucha los relatos del cuñado.

—¡Parece una historia de película, amigo!

—No sé cómo explicarte, es como si tuviéramos que vivir una historia juntos, solo pienso en ella, día y noche. Le envié un mensaje al Instagram de su amiga, que se quedó con un amigo mío, estoy esperando que acepte y me responda. No me quito el teléfono de la mano, cada minuto miro a ver si hay alguna notificación y ¡nada!

Los dos parten a hacer las entregas en algunos lugares, Ethan es reconocido y le piden fotos y autógrafos. De regreso a casa, cuentan las novedades a la familia y se reúnen en una cena.

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En Brasil, Duda consigue un trabajo fijo como caja de supermercado en Catete, vuelve exhausta de su primer día de trabajo y pasa por la casa de una amiga para contar las novedades.

—Ay, no veo la hora de conseguir un trabajo también, ¡Duda! Hice varias entrevistas y nada. Hay una vacante como recepcionista en una clínica médica, es una conocida de mi madre, una cliente del quiosco que se ofreció a averiguar por mí. ¡Tengo esperanza!

—No podemos perder la fe, necesitamos empezar de algún lugar para poder dar inicio a nuestros sueños. - Duda comienza a navegar por Instagram y abre las notificaciones.

—¿Qué es esto?

—¿Qué pasó?

—Un mensaje, una solicitud de contacto de Ethan Montgomery, ¡es uno de los jugadores de baloncesto de Estados Unidos!

—¡Es él! Ethan Montgomery, el que me llamó. ¿Recuerdas que te conté?

—Recuerdo, un rubio... ¿No es este aquí? - Duda muestra el teléfono.

—Sí, ¡ese mismo! Vaya, ¡es un bombón! ¿Pero te envió un mensaje?

— Debe ser porque me quedé con un amigo suyo, ¿no? Está en portugués... - Duda comienza a leer el mensaje en voz alta y acepta la solicitud de contacto.

— ¿Escuchaste eso, Lívia? ¡Él está interesado en ti!

— ¡Qué loco! Está allí en Estados Unidos a estas horas, ¿por qué mandó un mensaje ahora?

— ¡No fue ahora, ya hace tres días!

— Ah... entonces ya debe haberlo olvidado.

— Bueno, acepté su solicitud, pidió tu contacto. ¡Pide que te acepte en su perfil!

— ¡No voy a hacer nada, qué vergüenza!

— ¡Deja de tonterías! Si no hablas, ¡yo hablaré con él! ¡Vamos, manda una solicitud de contacto!

Lívia toma valor y espera a ver si él responderá.

Las dos hacen esto más como broma, ¡ninguna de las dos se lo toma en serio! Pero en el otro extremo de América, alguien estaba ansioso por ese mensaje...

En la mesa de cena con la familia, al lado de la antigua novia, Ethan sigue mirando su celular cada hora. Revisa sus mensajes en Instagram y, entre las innumerables solicitudes de fanáticos, encuentra a Lívia.

— ¡No lo creo! - grita y salta de la silla con el teléfono en la mano.

— ¿Qué pasó, Ethan?

— ¡Ella aceptó! ¡Entró en contacto comigo! ¡Con permiso, necesito ir adentro! - se retira y deja a la familia sin entender nada.

— ¿De qué estará hablando? - pregunta Megan.

— ¡Tu hermano está enamorado de una chica brasileña, amor! Ha pasado todo el día con el teléfono en la mano esperando su contacto y, por lo que parece, ¡ella lo buscó!

— ¿Enamorado de una brasileña?!

Brenda se pone pálida, abre sus ojos verdes y mira a su ex-suegra, que también se pone pálida.

— No se preocupen, no debe ser nada grave. Debe haberse involucrado con alguien en la semana que estuvo de vacaciones en Brasil, un romance... a estas chicas les encanta involucrarse con un chico famoso! - dice Joane, tensa.

— ¿Con toda esa emoción de él? ¡Debe estar muy interesado en esa chica! - dice el padre.

Él sube al cuarto, manda un mensaje de audio, pero luego recuerda que Lívia probablemente no sepa hablar inglés, así que escribe un texto en Google y le manda la traducción.

"¡Hola Lívia! No puedo dejar de pensar en ti, me hubiera gustado conocerte cuando estuve allí. Todavía estoy de vacaciones, me gustaría que me mostraras mejor las playas de Río. ¿Por favor, me das una oportunidad? ¡Espero ansiosamente tu respuesta!

Lívia ve el mensaje y se queda boquiabierta.

— Duda, ¡quiere volver a Brasil para conocerme! ¿Qué hago?

— ¿Aceptar, no? ¡Eres tonta! ¡Es una estrella de la NBA y, mira... debe estar locamente interesado en ti!

— ¡No intercambiamos ninguna palabra!

— Hay cosas que no se pueden explicar, ¡Lívia! ¡Solo aprovecha!

— ¿Y si Dé se entera?

— No necesita saber, ¡ve lejos con este gato! ¡Primero necesitas darte una oportunidad! ¡Te lo mereces, y quién sabe, tal vez sea con este guapo gringo que está tu destino!

Lívia responde, usando también la misma técnica de él, traduciendo el texto al inglés. Le pasa su número de teléfono, y en ese instante él vibra por dentro, guarda su contacto y descarga WhatsApp, ya que los americanos no suelen usar esa aplicación. Y así, los dos comienzan a conocerse, traduciendo conversaciones, intercambiando stickers...

Ethan no volvió a cenar con la familia, se disculpó con todos y se encerró en su cuarto, pasó aquella madrugada conversando con Lívia.

Los dos hablaron sobre sus vidas y familias, sueños y expectativas. Él promete regresar a Brasil la semana siguiente para pasar unos días con aquella que él dice es la mujer de su vida.

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