Unidos Por El Destino

Mis amigos me están ayudando, gracias a Dios no son tantas cosas, saca de donde siempre he tenido escondido un cofre de madera que mi abuelita me había regalado.

- Sami que tienes ahí, es muy hermoso ese cofre. -Lucia

- este cofre me lo regaló mi abuela antes de fallecer y saben que la única que me amo de verdad fue ella, ya que me defendió cada vez que mi madre me iba a maltratar, como también fue de ella la idea de ponerle a mi habitación antigua una cerradura con más seguridad. - Oes digo a los chicos y no me había dado cuenta que ya estaba otra vez llorando, ellos se acercan y me abrazan hasta que ya estoy más calmada. - Samantha

- Sami tranquila que vas a ver que de ahora en adelante todo mejorará - Marcos

- Si mejor dinos que tienes en ese cofre princesa - SEBASTIÁN

- Si miren, que son fotos de cuando era una bebé y después cuando fui creciendo y también está este collar y pulsera, pero nunca me lo he colocado porque mi abuelita me dijo que no debía dejar ver esto de mi madre porque ella sería capaz de quitarme todo y vender esta cadena y la pulsera. - Samantha

- Sami y donde están la otra mitad porque si no me equivoco aquí en la pulsera va un corazón pequeño incrustado y si es la cadena igual a la pulsera también quiere decir que esta ave va incrustada en otro más grande. - Lucia

- No sé, pero me imagino que mi abuelita tenía las otra mitad de cada una y también me dejo una carta y está en otro idioma que no sé que dice, más adelante cuando pueda voy a hacer un curso sobre ese idioma para saber que dice, ella siempre me motivaba para que aprendiera cosas nuevas, como por ejemplo para aprender a leer ella me escribió una carta y así fue como me esmeré en aprender a leer rápido y con las matemáticas me daba dinero, y ahora mi desafío es aprender otro idioma - Samantha

- Sami vamos que ya nos demoramos mucho- Sebastián

- Si, pero espera y guardo el cofre, no quiero que mi madre se dé cuenta. - Guardo el cofre y vamos bajando, al llegar a la sala el señor Juan dice.

- Samantha sal de una vez y nos espera en el auto, ve con Frank y los chicos, Samantha no se despida de nadie y menos de personas que no valen la pena. - No voy a permitir que esta señora siga humillando a esta niña. Juan

- Si señor, Vamos niña Samantha y esperemos afuera - Salgo con los chicos y la verdad pobre de esta niña como le pudo tocar una madre a si de desgraciada y lo peor me imagino todo lo que le ha tocado pasar, ella es una niña muy dulce y no se merece tener a esa señora por madre

-Salimos y le digo a los chicos - Me acompañan a despedirme de una vecina que siempre fue buena conmigo, ella me daba de comer cuando mi madre no lo hacía y me regalaba ropa que a ella le regalaban en la casa donde trabaja. - Samantha

- Si claro peque vamos. - Lucia

- pasamos por la calle y toco donde la señora Martha, ella abre y esta porque hoy ella no fue a laborar por una cita médica que tenía. Samantha

- Hola Samantha sigue mi niña y quienes son estos jóvenes y este señor tan guapo que te acompañan. Martha

- Señora Martha te presento ellos son mis amigos Lucia, Sebastián y Marcos falto Carolina, pero no pudo venir y el es el señor Frank es el jefe de seguridad de la casa donde voy a trabajar. Samantha

- Mucho gusto a todos, Sami tú deberías pensar en estudiar y no en trabajar, pero sabiendo las circunstancias es mejor y así sales de esa casa y nunca dejes de estudiar, me lo prometes. - Martha

- Si señora Martha y además en la casa donde voy a trabajar son muy gentiles conmigo, además voy a seguir estudiando la señora es muy amable y medio una habitación muy hermosa para mí. - Le digo emocionada Samantha

- Que bien mi niña y antes que me olvidé y te vayas mira ayer te traje más ropa, toda está en perfecto estado ya sabes que la niña de la familia Montes deja todo nuevo. - Martha.

- Gracias de verdad usted ha sido más como una madre para mí que mi propia madre, también te quería agradecer por las veces que me acogías aquí en tu casa y el cariño que siempre me dabas. - Le digo y mis lágrimas empiezan a caer, lo más cercano a una madre fue la señora Martha

- Ya no estés triste mi niña, sabes que siempre voy a estar para ti y para estar segura de que vamos a estar en contacto te voy a regalar algo más espérame un momento - y salgo corriendo a mi cuarto, regreso y le entrego mi antiguo celular a Sami - Mira mi niña este es mi antiguo celular no es de última tecnología, pero nos va a servir para comunicarnos cuando queramos y así puedo ir a visitarte o vamos a comer helado te parece. - Martha

- Gracias y te prometo que algún día te voy a pagar todo lo que has hecho por mí - Samantha

- Tranquila mi niña y solo con que sigas estudiando me basta, te acuerdas el día que tu madre te estaba golpeando en la calle y yo no me aguanté y la agarre del cabello. Ja, ja, ja, ja, todavía me acuerdo y ahí si te pedía que la ayudaras, pero me di el gusto de ponerla en su lugar. - Martha

- Si me acuerdo desde ese día no me volvió a golpear en la calle, le daba miedo encontrarse contigo. - Samantha

- Y Frank estas soltero, casado o viudo - Martha

- Samantha ya nos podemos ir. Frank - No sé porque esta mujer que no niego está hermosa me pone tan nervioso y eso que estuve en Irak. - Frank

- No, Frank te pone nervioso una dama tan hermosa, ja, ja, ja, ja, - Sebastián

- ya chicos no pongan más rojo a Frank y Samantha me cuidas a este bombón y Frank te vas por la sombrita no vaya a hacer y te derritas bombón - La verdad es que me parece muy lindo y con ese porte de chico malo, pero por dentro es un osito cariñosito Martha

- Vamos ya debe estar el señor Juan esperando por nosotros, nos estamos hablando señora Martha.- asi salimos de casa de mi vecina y Frank iba súper callado y pensativo.

Martha 28 años