Bayolett Anderson era la chica a la que todos esperaban saludar por la mañana en la escuela. Era amable, femenina, inteligente y la mejor en todo, literalmente. Todos la conocían como La Duquesa debido a que su familia era una de las más ricas, y por su actitud. Ella misma planeaba su futuro meticulosamente. A pesar de siempre mostrar una imagen perfecta, solo aquellos que realmente la conocían sabían quién era en realidad. Sin embargo, todo cambió cuando sus padres decidieron
intervenir en su destino. ¿Acaso los matrimonios arreglados aún existen en la actualidad? Al parecer sí. Al ser unos padres ausentes, no fue mucha sorpresa para Bayolett, pero sí mucha indignación. Eros Wild era uno de los más destacados de toda la ciudad. Eros seguía su camino hacia lo que quería, mostrando su
dominio y estableciendo las reglas. Por otro lado, Bayolett revelaba poco a poco su verdadera esencia, la cual mantenía oculta ante los demás y que sería su perdición. Eros sería otra de las victorias.
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capitulo 7
Parpadeo y me alejo cuando el director toma el micrófono, lo miro.
-Muy bien, que siga la fiesta – y se detiene, me bajo del escenario –¿Señor Wild?. Noto la mirada de todos irse hacia él. Maldito bipolar, ¿ahora de la nada se adentra a mi escuela?, hubiera preferido salir a tomar un café, o tomarnos una maldita foto como siempre le digo.
-Es un gran placer tenerlo aquí, señor. Estoy seguro de que su razón de venir es nuestra pequeña Duquesa –sus hombres alejan a las personas que se acercan a él, y les advierten –entonces, colocaremos un poco de romanticismo -frunzo el ceño y subo mi cabeza hacia el director. Este hombre no se cansa de ser un ridículo. Suspiro, cuando la música lenta se escucha, segundos después las luces disminuyen y entran las de colores, las parejas se empiezan a formar.
-Lo vi entrar en cuanto empezaste el discurso, pero no te quería avisar, te veía muy motivada –escucho el susurro de Rachel a mi lado, le sonrío levemente. Quito mi corona y lentamente se la coloco, sonríe. -Tú también eres Rey –sonríe –Todas lo son, luego pásaselo a otra –asiente
-De acuerdo. Iré a bailar con Bruce, me esta insistiendo desde que llegamos pero creo que es para tocarme el trasero –frunzo el ceño – De igual manera lo apartare. Y tu ve con ese hombre que todos esperan el momento. Se aleja rápidamente, niego con la cabeza, sonriendo un poco. Suspiro y vuelvo a mirarlo, se empieza a acercar a mi en cuanto me ve hacerlo,
Ignoro las miradas y mantengo mi postura derecha. En cuanto me voy acercando noto la corbata roja que lleva puesta. Frunzo levemente el ceño, pero termino sonriendo, sabiendo que estamos combinados. Se termina de acercar y baja su cabeza hacía a mí. Levanto una ceja.
-Linda corbata –la miro unos segundos y luego a él, se mantiene mirándome –.¿Qué?, ¿no darás un cumplido de lo más interesante de mí? Hablo de mi aspecto, ya recibí comentarios, chiflidos, tal vez él diga algo diferente.
-Eres absoluta, y extremadamente bella, Bayolett –toma mi mano y rodea mi cintura, acercándose. Levanto más mi cabeza –. Sin embargo, eso no es lo más interesante de ti -parpadeo levemente Sí, dijo algo diferente.
-¿Qué es lo más interesante de mí? –empezamos a mover los pies, bailando ¿Mi reputación?, ¿mi apellido? –ladeo la cabeza
Es la otra parte que todos buscan de mí.
-Sigues tratándome como si fuera uno de esos niños con los que juegas –habla luego de unos segundos.
-Eso es tal vez porque aún no veo diferencias –mantengo contacto visual veo varias, pero no tan importantes. Me mira unos segundos más y luego se inclina, con intenciones de susurrar a mi oído.
-No creo que puedas aguantar las diferencias aún –coloca su mano en mi espalda baja, suspiro. Trato de no mostrar ningún movimiento que me haya causado esa minima frase. De
Igual manera creo que me está costando. Vuelve a mirarme, pero miro a través su hombro. Espero que lo haya dicho solo en broma, solo para intentar ponerme nerviosa. Pero no quiero darle ese gusto.
-En realidad –lo miro –estaba pensando en que eres tu el que no aguantaría –baja la mirada unos segundos a mis labios
Mierda, creo que estaba hablando en serio.
-Posiblemente, tengas razón, pero me gustan los desafíos.
-Empiezo a ver porque me elegiste, entonces –ladeo la cabeza
La música se detiene, sigo con mi mirada en él. Mantiene sus brazos en mí y me mira por unos segundos, hago lo mismo.
-Necesito ocuparme de algunos asuntos, en California. Esperaba que me acompañaras -suspiro.
Demonios, yo que planeaba escaparme del viaje a Bahamas.
Además, no quiero, mañana tengo la fiesta.
-Pues, yo tengo que ocuparme de asuntos aquí, así que coloco mis manos en sus hombros y hago que se incline, beso su mejilla –suerte en tu viaje. Me separo y le sonrío, sonríe levemente y asiente.
-No –gruño, jalan mi brazo hasta sacarme del auto
Grito, cuando me colocan en un hombro.
-¡No quiero! ¡suéltame! –golpeo repetidas veces su espalda
Sube las escaleras mientras sigo golpeándolo. Gruño cuando me baja en un asiento, me levanto y golpeo su pecho mientras se mantiene serio. Se aleja.
-imbécil
Acomodo mi pelo y me giro, frunzo más el ceño al ver a Eros.
-Y tú –golpeo más fuerte su pecho –.¿Quién te crees para traerme sin mi consentimiento?, ¡maldito psicópata!.
Frunce el ceño y detiene mis muñecas, me gira y me pega a su pecho, me coloco recta.
-No hagas que pierda mi paciencia, Bayolett me estremezco, cuando sisea en mi oído –No volveré a dejarte sola, ¿de acuerdo? –frunzo el ceño y me remuevo, me obedecerás quieras o no. Termino por soltarme y me coloco de frente, levanto mi mandíbula.
-VETE AL CARAJO EROS.
Me mira serio, me giro y me siento, mirando hacia la ventana.
Maldito egoísta, llevándome como una mascota. Haré que se arrepienta de traerme aquí y más importante haré que se arrepienta de haberme elegido. Ya tendrá su desafío.
-Sé caminar –lo empujo y bajo las escaleras, me acerco a paso rápido al auto. Me subo adelante, el chofer frunce el ceño cuando me ve.
-Este no es el auto –escucho la voz de Eros.
-Me gusta este auto –me cruzo de brazos, al igual que mis piernas hago de todo de cerrar la puerta, pero lo impide, lucho cuando me rodea, golpeo sus hombros.
¡Suéltame! –me saca, pero me sujeto de la puerta delantera.
-Bayolett, comportarte –gruño cuando logra sacarme, me remuevo mientras me lleva a una limosina.
Nunca volverá a conocer lo que es comportarse conmigo, cabeza de roca.
Habré la puerta de la limosina y me sube en ella, luego él. Cierra la puerta y el auto arranca, me coloco en la otra ventana, alejándome de él.
-No actuaras como una niña para hacerme enojar, no funcionara y solo lo empeoraras.
-Por qué demonios me trajiste aquí?, estaré más aburrida que una ostra –lo miro con el ceño fruncido –Eres un idiota egoísta.
-Cuidado como te diriges a mí, te recuerdo que soy legalmente tu esposo.
-Bien, eres un esposo, idiota y egoísta. ¿Ahí está mejor? -frunce el ceño y acerca su mano rodea mi cuello, sin hacer presión. Lo miro sin inmutarme, mientras su respiración choca con mi mejilla.
-No sé dé donde demonios sacaste ese descaro, pero si sigues así, te enseñaré a respetar. Te lo advierto, Bayolett. No me provoques –su tono amenazador solo me hace querer hacer lo contrario. Me mira unos segundos más hasta que baja la mirada a mis labios, frunzo el ceño.
-Estas seguro de que eso es lo que quieres? -susurro, al ver sus intenciones. Los mira unos segundos más, y se aleja.
Lo miro mientras se acerca hacia la otra ventana, observa a través de ella.
-Tenemos tiempo libre, puedo llevarte a comprar lo que quieras –ruedo los ojos y miro hacia la ventana. Un boleto de avión y una orden de alejamiento estaría bien.
-Está loco, me llevó a rastras hacia el avión me coloco en otro ángulo
-¿Qué?, con lo que odias volar.
-Lo sé, ahora me encargaré de secar su tarjeta de crédito.
-Esa es mi chica. Y tráeme algunos vestidos –sonrío– Dios, te perderás la fiesta.
-Creo que volveremos mañana temprano, tendré tiempo. Acomodo mi cabello y me giro, observando como me queda de espaldas. Sonrío de lado.
-Genial, entonces tráete un vestido para mañana -rio levemente
-De acuerdo –cuelgo al escuchar pasos.
-Bayolett. ¿Por qué tardas tanto?, ¿con quién hablas? -dejo el teléfono y abro la cortina, levanto mi cabeza hacia el
Su mirada cae rápidamente, doy un giro mientras poso.
-¿Qué tal?
El vestido es negro, algo formal pero atrevido.
-¿Por qué te pusiste eso? –murmura, aun mirando mi cuerpo
-Porque me gusta –hago que retroceda y salgo del vestidor, haciendo que la mirada de sus hombres caigan rápidamente en mí. Les sonrío y me dirijo al espejo grande. Me coloco de costado y me observo, realmente me gusta. Lo observo a través del espejo junto a los demás, me vuelvo a mirar y acaricio mis muslos, mientras me sigo moviendo.
-Sácate eso lo escucho acercarse –ahora.
Nota la mirada de sus hombres en mí y eso le molesta, tengo más poder en el de lo que imagine.
-¿No te gusta? –me giro hacia el
-No.
-Mm –me acerco y a puntillas, aunque solo llegue a su cuello-. Te gustaría verme más sin él, ¿verdad papi?. Acaricio mi mano en su abdomen, empezando a bajarla. Sus ojos no dejan los míos y alejo mi mano, sonrío levemente.
-Lo llevaré –paso por su lado –lo escucho suspirar, mientras me vuelvo a meter en el vestidor.
Noto de reojo su mirada en el teléfono, mis ojos van hacia sus manos. La sensación de tenerla alrededor de mi cuello llega a mi mente, junto a la imaginación de cubriendo otras partes de mi cuerpo. Parpadeo y miro hacia la ventana. Solo pensamientos de instinto, nada porque preocuparme.
-Espero que de todo lo que compraste, algo sea presentable y nada atrevido. –vuelvo a mirarlo.
-¿A dónde iremos?
-A una boda -frunzo el ceño
-¿a una boda? –saca la vista de su teléfono y me mira –.¿Por qué me trajiste a una boda?
-Había que traer a una acompañante -guarda su teléfono, aún mirándome lo miro unos segundos más, suspiro.
-o sea, que en vez de decirme eso, me arrastraste hacia el aeropuerto –mira hacia otro lado unos segundos
-¿Hubieras aceptado si te decía eso? –levanta una ceja.
Posiblemente no, igual no justifica su manera de traerme aquí.
Lo miro unos segundos más y luego me giro hacia la ventana, cruzándome de brazos.
-Vas a acompañarme en cada momento, es parte del contrato. Acepta la situación.
-frunzo mas el ceño. Ni una puta mierda.
-¿A eso llamas adecuado? Me acerco al auto, mientras me mira de arriba abajo
-Es totalmente adecuado. Tú eres el retrógrado.
-Bayolett...
-Bien –me detengo en el –lo siento –murmuro, refiriéndome a la palabra. No lo siento, pero tengo que colaborar si quiero Llegar rápido. Yo le dije que soy educada con quien se lo merece, y el claramente no lo hace. Suspira y asiente, abre la puerta del auto y me deja entrar. Lo hago y saco mi teléfono, frunzo el ceño al ver un mensaje, de un numero
desconocido. Lo abro.
¡Buenas, Bayolett Anderson!, somos la compañía de perfumes "Gamma", hemos visto tu perfil y concluimos que eres perfecta para nuestro nuevo comercial. Por favor, si estás interesada llama al siguiente número"
Debajo aparece otro número.
Es claro que me quieren solo por rumores con Eros, y también es notable que mi fama crece con eso, cosa que me esta poniendo inquieta. Eros se sube del otro lado, el auto empieza a conducir. Acaricio mi mandíbula, mientras miro hacia la ventana. Lo único que me beneficiaría de esto seria el dinero.Y eso le vendría bien a mis ahorros. Debo pensarlo bien. Y si quiero hacerlo, tendré que estar preparada para el sermón
de Eros, porque no le pediré permiso y eso lo enfadara.
Luego de unos cuantos minutos, el auto se detiene. Levanto la mirada y suspiro al ver la gran casa, está preciosamente decorada. Uno de los hombres de Eros me abre la puerta, salgo y continuo viendo hacia adelante. Lo miro cuando se coloca a mi lado, tendiéndome el brazo. Lo miro unos segundos más y luego enlazo mi brazo con el suyo.
-Al menos dime el nombre de la novia –hablo
-Esmeralda –asiento
-¿Eres pariente de ella?
-El novio es uno de mis socios –Vuelvo a asentir.
Seguimos caminando hasta llegar a la entrada, un hombre nos abre la puerta. Entramos, miro la cantidad de personas, Eros suelta mi brazo y toma mi mano, lo miro unos segundos.
-Eros miro hacia adelante, la pareja protagonista se acerca a nosotros –. Me alegra que hayas venido –le da un apretón de manos.
-Harry -posa su mirada en mí.
-Bayolett –doy un apretón a su mano y luego a la de ella –Felicidades le sonrío ambos.
-Gracias –me sonríen al mismo tiempo, Harry vuelve mirar a Eros –Luego podremos discutir lo pendiente, ¿verdad?
Veo de reojo a Eros asentir.
-Harry ella lo mira mal –dijiste que no habría negocios en la boda.
-Solo serán unos minutos, cielo –besa su mejilla, suspira y hace una mueca pues yo voy a disfrutar mucho esos minutos.
Muevo mis piernas mientras tomo de la copa, sonrío cuando otra chica se me acerca, bailando conmigo. Definitivamente, estoy disfrutando esos minutos. Mi mirada choca hacia Esmeralda, sentada en una mesa.
¿Qué hace sentada?, es su boda. Me acerco a ella.
-Hey –me siento a su lado, me sonríe levemente –¿Qué sucede?
-Nada. Es solo que, Harry ya lleva mucho tiempo –suspira –. Me prometió que no habría negocios –coloca su mano en su mejilla. Maldito estúpido, siempre me miente.
La miro unos segundos más y luego sonrío, tomo su mano.
-Quédate aquí como una planta a esperarlo es una opción, o puedes venir conmigo, bailar y tomar hasta que te olvides que esta es tu boda –ríe levemente.
-Gracias, pero, no tengo muchas ganas. –la tendrás jalo su mano. Es hora de poner un poco de adrenalina aquí.
Porqué no ha huido de las garras de sus padres?🤔
Porqué no le dice a Eros las verdaderas condiciones en las que ella ha vivido?🤔
Porqué no busca una salida a todo si es inteligente?🤔
Qué emoción 🤓
Pero no sé hasta dónde Eros comprenda a Bayolet 🤔
Sigo con mis conjeturas hay algo más en ese matrimonio arreglado que no termina de convencerme 🤔
Cómo es posible ésto pero no nos engañemos aún en pleno siglo XXI muchas chicas están expuestas a éste trato por parte de quien debería cuidarlas y protegerlas de todo y de todos 😥😥😥