Después de los 40 - Llevada por el Mafioso

Al otro día

Antonella

Hago mi higiene, me arreglo y voy a la habitación de los niños que aún duermen, dos angelitos.

Voy acariciando el cabello de Valentino, que se va despertando, y luego el de Vincenzo, que también despierta, y cómo me encanta ver sus sonrisas, ya no parecen esos niños tristes que vi por primera vez.

Los preparo para la escuela y cuando llega Ana, ya nos estamos poniendo los tenis.

Anastacia - ¡Buenos días!

Ellos - ¡Buenos días!

Anastacia - ¡Qué bueno verlos a todos tan animados así!

Antonella - ¡Listos! Guapísimos y poderosos, ahora a comer para que se pongan fuertes y puedan aprender mucho.

Van sonriendo y ellos mismos toman de la mano a Antonella.

Anastacia

¡Qué cosa más linda! ¡Doy gracias a Dios por esta mujer que ha aparecido en la vida de estos niños y de mi niño! Disimuló, pero llamó para saber cómo iba y él nunca lo hizo, ¡nunca!

Hoy viene Enrico y Rosa hasta mañana, ¡menos mal!

Quiero ver si puedo hablar con él.

Antonella

Después del desayuno acompaño a los niños a la escuela y regreso, voy detrás de Ana y ella está en el despacho de Enrico.

Me di cuenta de que solo ella tiene la llave, pero como ella me vio y no dijo nada, entro.

Simplemente me pide que cierre la puerta.

Anastacia - Sabes que en el despacho de Don solo yo tengo acceso además de él.

Antonella - Disculpa, ¿quieres que me vaya?

Anastacia - No, de hecho creo que a él no le importaría verte aquí.

Antonella mira y ve un portarretratos con una foto que tiene una pareja y un chico que es él, sí, es Enrico, debe tener unos 15 años.

Anastacia - Son Don y sus difuntos padres, se tomaron esta foto un día antes de que Enrico los viera morir.

Antonella se sienta - Cuéntame Ana, por favor, soy así de despistada y un poco loca, pero jamás usaría esto en su contra ni lo contaría.

Es solo que tengo mucha curiosidad, hasta puedo infartar si no me lo cuentas...... haciendo carita de ángel.

Anastacia ríe - Te lo contaré,

solo que sepas que muy pocas personas lo saben y que si hablas de ello puedes morir.

Antonella traga saliva - Prefiero correr el riesgo de morir a quedarme con la duda.

Anastacia ríe - Ok, nunca le he contado a nadie lo que te voy a contar ahora, ya que veo que eres la salvación de él.

Antonella - ¿De él quién?

Anastacia - De Don Enrico.

Antonella riendo - ¿¿¿Yo??? ¡¡¡No!! No...... te equivocas Ana, mi ángel ya debe estar queriendo devolverme, imagina ser la salvadora de alguien.

Anastacia vuelve a reír - Te lo contaré, el padre de Enrico, Don Vittorio, era un hombre muy peligroso, como debe ser un buen Don,

solo que él era justo dentro de sus reglas, es decir, no mataba mujeres, niños ni menores. La trata de personas, ni pensarlo.

Don Vittorio estaba enamorado de su esposa, sí, uno de los pocos mafiosos que encontró el amor en un matrimonio arreglado o como dicen de negocios.

¡Doña Martina! ¡Hermosa, querida y una mujer muy fuerte! La más fuerte que he conocido. Ella era quien cuidaba de Enrico, Giovanna y Stefano, sí, él tenía una hermana y un hermano. Eran mayores que Enrico.

Esta casa tenía risas y mucho amor, a pesar de que Don era un hombre muy peligroso y sin piedad alguna, con Martina y sus hijos era otra persona.

Sabes Antonella, Enrico era el más cariñoso y los hermanos se llevaban muy bien.

Entonces, una noche, como de costumbre, estaban en la sala charlando y riendo los cinco.

Ana se detiene un momento y respira.

Antonella percibe que Ana está muy emocionada....

Anastacia - Lo vi todo y es imposible no recordarlo, estaba trabajando en la cocina cuando empezaron los disparos, volviendo....

La casa fue asaltada por la mafia rival y Don se rindió a cambio de que dejaran en paz a su esposa e hijos, ellos aceptaron.

Solo que no cumplieron, en cuanto pusieron las manos sobre Don Vittorio, le pegaron mucho, mucho.

Lo ataron y le dijeron que sería el último en morir.

Empezarían por Martina haciéndola arrodillar e implorar, pero ella no iba a implorar, ¡¡¡jamás!!!

Aunque implorara la matarían igual. Enrico, a pesar de ser el más joven, pidió que lo mataran a él y que perdonaran a su madre.... claro que iban a matarlos a todos.

Así que la mataron delante de sus hijos y de Don, que estaba atado y aun así era retenido por hombres, de la furia que tenía al ver morir a la mujer que amaba.

Luego dijeron que iban a empezar a matar por el hijo mayor y que dejarían al menor para el final.

Así que mataron a Stefano y a Giovana y cuando iban a matar a Enrico apareció el señor Matteo con sus hombres, que era el padre de Don Vittorio y abuelo de Enrico.

Matando y salvando a Enrico, desgraciadamente Don Vittorio murió en cuanto vieron entrar a su padre.

Enrico fue salvado por su abuelo y antiguo Don, con la muerte de Don Vittorio el señor Matteo volvió a asumir el puesto de Don que había pasado a su hijo, hasta que Enrico cumpliera 21 años y entonces pasara a su nieto.

Enrico después de lo sucedido ya no reía, casi no comía, quería la muerte, pero Don Matteo lo hizo fuerte y malo, usar ese odio para buscar a los asesinos de sus padres y hermano y lo hizo, los mató uno a uno.

Enrico entrenaba mañana y noche, todos los días.

No te imaginas la fuerza que tiene, para derribar a un hombre ni siquiera necesita fuerza.

Antonella estaba llorando - Pobrecito, qué triste Ana.

Anastacia - Sí, después de eso el tiempo fue pasando y él se fue volviendo cada vez más peligroso y temido.

Muy pocas veces sonríe, las únicas que recuerdo fueron cuando nacieron los niños, caminaron y lo llamaron papá.

Sabes que él no amaba a su difunta esposa, la cuidaba, era bueno con ella, pero no.... no la amaba.

Así que Antonella, cuando vi que contigo sonríe, aunque sea discretamente, vi que consigues sacarle eso. Por eso dije que eres su salvadora.

Los únicos que todavía le sacan algunas sonrisas y carcajadas son sus amigos. Dante, Rinaldo y Federico.

Son amigos suyos desde hace años, desde los 7 u 8 años.... no recuerdo con exactitud.

La salvación fue su abuelo y sus amigos, claro que yo lo ayudé en lo que pude,

solo que su corazón está frío, herido y creo que todavía tiene pesadillas, muchas veces cuando duerme en casa y lo ayudo a arreglar su habitación, la ropa de cama está toda revuelta como si se hubiera pasado la noche debatiéndose.

En eso llaman a Anastacia y se van.

Antonella

Me quedo pensando en lo mucho que sufrió, le quitaron todo.... Dios mío, hasta yo sería cruel, imagínate yo en la versión mala, me río y luego me juzgo por hacer bromas de algo tan terrible.