La Niñera Del Hijo Del Mafioso

Mientras Jackson estaba en agonía por el aluvión de problemas que surgían de todos lados, Emily se sentía atrapada, estaba siendo perseguida y por eso entró en una tienda al azar, los hombres parecen malos y Emily todavía está debilitada por la cirugía y por eso ella Sólo podía huir como una rata de alcantarilla.

Emily sabe pelear y está segura de que tendría una oportunidad, pero no en estas condiciones, con el vientre lleno de puntos y muy doloroso.

—Mantén la calma, no puedes hacer un esfuerzo, ya perdiste a tu esposo, a tu hijo, pero no puedes perder la vida, mantén la calma Emily-se consoló mientras caminaba lentamente hacia el baño, planeaba se encerró en ese cubículo del baño, pero de la nada apareció un hombre enorme justo frente a ella, fingió abrazarla y le dijo:

—Qué bueno verte por aquí amiga, vamos a caminar querida – dijo un hombre con voz aterradora, pero intentaba sonar gentil y eso hizo que un escalofrío recorriera la espalda de Emily.

A pesar de que estaba muy asustada, Emily se armó de valor que no sabía de dónde venía, miró ferozmente al hombre frente a ella y le dijo:

—No voy a ir a ningún lado, sal de mi camino – dijo Emily y luego dio unos pasos hacia atrás, pero su cuerpo se encontró con una montaña de músculos, el hombre colocó algo duro contra la espalda de Emily y dijo:

—La tienda está llena, mira, hay algunas mujeres embarazadas, niños y ancianos, si te resistes los mataré a todos, justo en frente de ti y hasta te tomaré a la fuerza, entonces, ¿qué pasará cariño?- preguntó el guardia de seguridad.

Sintiéndose impotente, Emily solo asintió, queriendo decir que iría con ellos sin que nadie tuviera que morir.

—¡Buena elección, vámonos!- dijo el guardia de seguridad y luego se fue tirando de Emily, subieron al auto y pronto se fueron, de repente sonó el teléfono de uno de los guardias de seguridad, contestó y lo puso en altavoz:

—Buenos días Sr. Jackson, ¿tiene...?

—Mi día está terrible, lleva ahora mismo a esa mujer a la mansión, las cosas allí no están nada bien—dijo Jackson para luego finalizar la llamada.

Jackson ya el irritado por naturaleza, pero lidiar con personas que intentan acabar con su imperio y también con Lia quitándole la paciencia, lo hacía aún más insoportable.

Debido a que el teléfono estaba en altavoz, Emily escuchó las palabras de Jackson y por un momento quiso saltar del auto en movimiento, la muerte sería rápida y todo estaría bien, después de todo nadie la extrañaría.

Tratando de mantener la calma y también tener fe en que todo estará bien, Emily se acomodó en el asiento trasero del auto y dijo:

-¿A dónde vamos? Honestamente, creo que te equivocaste de persona, déjame ir, no te debo nada - dijo Emily mientras se alejaba del guardia de seguridad, estos hombres tienen miradas complicadas, le penetra el alma a Emily y ciertamente vieron mucho de miedo.

Al escuchar esas palabras, los guardias de seguridad comenzaron a reírse del rostro pálido de Emily y luego ignoraron la pregunta de la joven y esto la hizo soltar un largo suspiro, estaba desesperada, pero no les dará a estos monstruos el placer de verla llorar.

—¿Por qué tienes que ser tan cruel? Acabo de pasar por el peor momento de mi vida y solo quiero seguir adelante, recuperarme, tanto física como mentalmente, por favor déjame ir - dijo Emily, soltando ya algunas lágrimas y acercándose a uno de los guardias de seguridad.

Realmente a Emily le duele mucho el corazón y tenía ganas de llorar, pero esta vez sus lágrimas son falsas, tenía muchas ganas de despertar la lástima de esos hombres y así intentar quitarle el arma a uno de ellos para luego salir corriendo, sin embargo Emily no tenía suerte, porque esos hombres no tienen corazón, son verdaderas máquinas de matar, son inteligentes y astutos, se dieron cuenta de las intenciones de Emily, se rieron en su cara y entonces uno de ellos dijo:

—Un consejo de supervivencia: El señor Jackson odia a las mujeres que lloran, sé fuerte y valiente, tal vez así puedas salir vivo de esa mansión, dijo un hombre canoso.

Emily miró a ese hombre de mediana edad, le dio una sonrisa burlona y dijo:

—Gracias por el dato, pero es Jackson quien debe temerme, soy un pájaro libre y nadie me va a mantener cautiva, dijo Emily para luego recostarse en el asiento del auto y fingir tener sueño.

Al ver a ese pobre desgraciado amenazar la cabeza de uno de los cuarteles más peligrosos de Rusia, los guardias de seguridad quisieron reír una vez más, pero guardaron silencio y decidieron hacerle saber por sí misma la crueldad de Jackson.

Unos 30 minutos después finalmente llegaron a la mansión de la familia Salvatore, el lugar es enorme y parece más una prisión de máxima seguridad, Emily miró por la ventana y vio al menos una docena de guardias de seguridad esparcidos por el jardín, en ese momento ella Estaba seguro de que sólo saldrás de esta mansión en una bolsa negra.

Emily siempre ha sido una buena persona, es de ese tipo de persona provista de todo lo que el dinero no puede comprar, ella en compañía de Juan hacía sopa los fines de semana y la repartía entre mendigos y necesitados, pero después de llegar a este bendito país todo cambió y hoy solo quería poder volver a casa.

Por ser así, Emily pensó que merecía ser feliz, pero al parecer todo se complicó y la felicidad tomó otro camino.

“Dios, sé que estoy un poco alejado de ti, pero necesito tu ayuda, por favor ayúdame a liberarme de las garras de estos locos, solo quiero irme a casa y en este momento solo tú puedes ayudarme”, Emily, reflexionó mentalmente mientras salía lentamente del auto.

Los guardias de seguridad simplemente señalaron en una dirección y dejaron ir a Emily sola.

"Qué maravilloso, hay hombres armados por todas partes, eso es tan acogedor", murmuró Emily mientras intentaba mantener la calma.