El Dolor De Una Partida

por un largo tiempo el silencio reinó en la mesa durante el desayuno, adhara que miraba hacia donde estaba Alejandro sin poder evitarlo, lo veía comer con mucha elegancia y sentado con una postura digna de un rey, realmente este hombre era toda una tentación, con razon es tan presumido-pensaba la joven.

- Si me sigue mirando así pensaré que me quiere desayunar a mí, señorita, déjeme decirle que no soy tan fácil- dijo Alejandro en un tono algo divertido- Adhara sintió que toda si sangre había subido hasta su rostro de lo avergonzada que estaba, que se levantó rápidamente de la silla para ir a su habitación casi que corriendo.

- en un momento bajo- Alcanzó a decir Adhara quien llegó a su habitación y fue directo al baño a refrescarse el rostro para bajar un poco la vergüenza.

- Señorita, el joven la espera en el auto- dijo la empleada

-Muchas gracias- responde Adhara saliendo de la mansión, afuera la esperaba Alejandro recostado en el auto y al verla le abrió la puerta como todo un caballero.

Todos en la empresa se quedaban mirando a la pareja por donde pasaban, algunos con admiración y otros con envidia.

-Bienvenidos señor Miller, bienvenida señorita Rivero, por favor adelante- dijo cecilia, la secretaria de presidente con una agradable sonrisa.

- Muchas gracias, por favor que habiliten un espacio dentro mi oficina para que la señorita pueda trabajar - le dijo Alejandro a Cecilia.

- De inmediato joven-

Adhara se instaló en su escritorio y ansiosamente le preguntó a Alejandro que debía hacer.

- Quiero que revises muy bien estos contratos y al final del día me tengas un informe de cada uno de ellos, si detectas algo que extraño me lo haces saber de inmediato- le dijo Alejandro a la vez que le acercaba la pila de documentos, Adhara solo asintió con su cabeza y empezó a trabajar.

! Cecilia!

- Dígame señor Miller

- Quiero que convoques a todos los empleados en una de las salas al final de la jornada laboral.

- Como usted diga señor

Las horas transcurrieron en completo silencio, estaban concentrados en el trabajo hasta que una visita inesperada acabo con aquella paz.

- Hola querido vengo para que vayamos a almorzar- dijo Silvia entrando a la oficina y saludando a Alejandro con un beso en la mejilla, lo que hizo que Adhara apretara sus puños instintivamente.

-Hola Silvia, cómo estás?

- Ahora mucho mejor mi amor- respondió Silvia

- Silvia lo lamento mucho, pero ya invité a otra persona a almorzar

- ah sí y a quien?

- A la señorita Rivero, por supuesto- dijo Alejandro señalando en dirección al escritorio de Adhara que Silvia no había notado.

Silvia escaneó con su mirada a la chica de arriba abajo para luego saludarla con pocas ganas y con un gesto de desagrado en su rostro.

-ok! Entonces podemos salir esta noche a algún lugar?- Le pregunto acercándose de forma coqueta a Alejandro

- No sé Silvia, te confirmo más tarde

- Esperaré tu respuesta- volvió a decir Silvia tomando con delicadeza la corbata de Alejandro.

-Señorita, creo que debería de comportarse, está muy mal visto que una mujer invité con tanta insistencia a un hombre a salir y más si es un hombre... Adhara detuvo sus palabras y miró fijamente a Alejandro, quien apartó su vista de inmediato.

- Silvia no creo poder salir contigo esta noche, pero déjame mirar cuando tengo el tiempo para ir a almorzar juntos- dijo Alejandro con una sonrisa dibujada en sus labios.

- Claro que sí cariño, y en cuando a lo que usted dijo señorita Rivero, no creo ser desvergonzada con hacerle una pequeña invitación al hombre que me interesa convertir algún día en el padre de mis hijos- respondió Silvia con seguridad.

-adiós cariño! Adiós Señorita- se despidió Silvia.

Detrás de ella salió Adhara directo a los baños, llena de furia sin saber por qué se colocaba así.

- Vamos señorita, llego la hora de salir a almorzar

- Pierda cuidado señor Miller, puede ir con su amiga Silvia, yo iré con Cecilia ya quede con ella, cierto Cecilia? le pregunto Adhara a la pobre Cecilia que venía entrando con unos documentos y no sabía de qué estaban hablando ese par, por lo que no supo que responder, dándole a entender Alejandro que la chica estaba mintiendo.

- Esta bien! nos vemos mañana tardes- puntualizó Alejandro al mismo momento que tomaba su saco y salía de la oficina.

A Adhara no le quedo más que invitar formalmente a Cecilia.

-El día trascurrió en completa tranquilidad, los dos jóvenes no se dirigieron más la palabra hasta que Adhara se acercó a Alejandro con. Los informes que él le había solicitado.

- Estos son los informes señor Miller

- Muchas gracias, déjelos en el escritorio.

- Señor, todo el personal está reunido esperando por usted! - dijo Cecilia.

- Entonces vamos- Le dijo Alejandro a las mujeres quiénes salieron detrás de él.

- Muy buenas tardes están todos aquí reunidos para comunicarles los nuevos cambios que se obligan a tomar tras la muerte del señor Rivero. apartir de hoy soy el nuevo Ceo de esta empresa, pero no estaré solo en el cargo ya que junto a mí se encontrará la dueña absoluta de todo, la única heredera, la hija de Don José Rivero. les presento a Adhara Rivero, mi esposa- dijo Alejandro tomando de la mano a Adhara quien estaba sorprendida ante aquella presentación.

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