Esta pareja se separó por culpa de él. Todo lo malo que él le hizo vivir fue demasiado para ella y con el corazón roto salió de su vida para siempre...
Anya se casó por amor, Alex no. Él ya amaba a alguien más y fue obligado a separarse de ella; pensando que Anya era la culpable, le hizo la vida miserable.
Su esposa pensó que con el tiempo él podría enamorarse de ella; sin embargo, eso no pasó en todo el tiempo que estuvieron juntos.
Una noche, fue el comienzo del fin para que ella lograra salir del fondo del pozo donde estaba viviendo.
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Capítulo 7
Alex se encaminó a grandes pasos a la habitación de Anya, con ella corriendo a sus espaldas, tratando de seguirle el ritmo. Al llegar a la habitación de ella, abre la puerta y se dirige a su armario. Al abrirlo puede notar que no hay casi nada de ropa en él. Solo unos atuendos viejos que eran de la ropa que ella había traído cuando se mudó con él.
Al ver que ella tenía razón y no tenía nada que ponerse para la cena, se sintió un poco culpable, pero no quería demostrárselo, así que sin demostrar nada en las facciones de su cara solo le dijo.
-Date un baño que mandaré a traerte unas ropas y unos zapatos para que tengas para ponerte.
Ella solo asintió a lo que él le decía y se encaminó a la puerta del baño, para bañarse.
Cuando ella entró al cuarto de baño, Alex dejo salir un largo suspiro y volvió a mirar la ropa que ella tenía en el armario, tomo alguna de las prendas con su mano y pudo notar lo vieja y desgastadas que estaban. No entendía como él mismo era responsable de esto.
Dejo las prendas en el armario y salió de la habitación, mientras Anya ya estaba en la ducha.
Cuando llegó a la planta inferior de la mansión, se sentó en el sofá dejando salir un largo suspiro, para después llamar a una de las tiendas que le pertenecía a su familia, donde pidió que le mandaran unas prendas formales de ropa para que Anya se pusiera y unos zapatos. Como era una cena en la casa de los padres de él, era obvio que la ropa tendría que ser formal, por lo que pidió unos vestidos de diferentes estilos y como no sabía el talle de ella les dijo que los trajeran en varios tamaños. Lo mismo terminó pasando con los zapatos, tenían que ser tacones y que combinarán con la ropa que ellos estaban por traerle, y al no saber su talle les pidió que se los trajeran en diferentes tallas.
Cuando colgó la llamada, se quedó pensando en como es que había terminado obligado a asistir con ella a una cena. Su madre lo había llamado y le dijo que ya le habían dado el tiempo suficiente a la pareja para que estuvieran conociéndose, pero que ya era momento de que ambos fueran a demostrar como se estaban llevando en su matrimonio.
Así que a Alex no le quedó de otra que tener que llevar a Anya a la casa de sus padres; sin embargo, sabía que tal vez nada de lo que pasara en este tiempo, le iba a gustar, pues tendría que demostrar cariño hacia ella, algo que le costaría mucho, por el hecho de que solo sentía odio por ella. Él había sido obligado a casarse con ella y eso no se lo podía perdonar tan fácil, mucho más sabiendo que por culpa de ese matrimonio la mujer que él amaba había sufrido mucho en estos años.
Poco después de una hora, se había estacionado una gran camioneta afuera de la mansión. De ella bajaron unas mujeres que eran empleadas de la tienda, a la que había llamado Alex, las cuales venía con muchas cajas. Entre ellas se dieron abasto de poder sacar todas las cajas de la parte trasera de la camioneta y se encaminaron a la entrada, donde una empleada ya le estaba esperando para guiarla a la habitación de Anya.
Cuando llegaron a la puerta, la empleada de la casa golpeo la puerta y Anya le dijo que pasara. Cuando las mujeres entraron y ella pudo ver la cantidad de cajas que estas traían consigo, se sorprendió mucho, ya que no esperaba eso. Ella pensó que solo le traerían un vestido y unos zapatos para esa ocasión, pero parecía que serían varias las prendas que le iban a dejar y no entendía el porqué de eso.
Anya estaba desde hace más de media hora sentada en la cama esperando a que llegaran con su ropa para ya ponérselo y no hacer esperar a Alex, no quería que él se enojara con ella por el hecho de que la tenía que estar esperando tanto tiempo.
Una de las mujeres que tenía las cajas encima, se acercó a Anya y le dijo.
-Buenas noches, señora. ¿Qué talle de vestido tiene?
-Pues... No lo sé.
Le respondió con sinceridad Anya, ya que hace mucho era una talla, pero ahora estaba más delgada porque no se alimentaba muy bien y trabajaba mucho.
-Bueno, empezaremos a probarle los vestidos en diferentes talles hasta dar con el adecuado.
Así fue que lo hicieron, las mujeres, al ver que el vestido le quedaba muy suelto, empezaron a disminuirle los talles del vestido y le pusieron otros más pequeños hasta que dieron con el talle de ella. Lo mismo hicieron con los zapatos, hasta que dieron con su talle. Luego le fueron probando los mejores estilos y cuando terminaron le dejaron todas las prendas que le habían quedado, así como los zapatos.
Anya, al ver que ellas le dejaban eso, no entendía nada. ¿Qué será lo que pretende Alex al dejarle todas esas prendas a ella?