SÓLO SI ES CONTIGO

Pasó una semana.

Leya seguía despertándose temprano para salir a buscar trabajo. No le gustaba quedarse quieta sin hacer nada, y aun que lo tenía todo, le hacía ilusión buscar trabajo.

Pero le fue difícil ya que solo podía caminar máximo tres cuadras sino de podía perder. Si pudiera sacar a Edgar de la casa, podría servirle que la acompañara a recorrer por ahí.

— Esto es un completo desastre... -dijo con la cabeza gacha y suspirando -

—¿Qué es un completo desastre?

Leya miró hacia al frente. Thomas le dedicó una sonrisa.

— H-Hola Thomas. ¿Cómo estás?

—Hola Leya. Parece ser mejor que tú, ¿Edgar te ha echo algo?

Solo pelearme. Pensó.

—No, no es nada con Edgar. Sólo que quería buscar trabajo pero no me puedo alejar más de tres cuadras ya que podría perderme y soy muy olvidadiza.

—Si quieres hacemos un recorrido juntos?

—No quisiera molestarte Thomas...

—No es molestia. La verdad me dirigía a la verdulería... Ahora que lo pienso, puedes pedir trabajo allí, Verónica está viejita y le ayudaría tener a alguien allí.

—¡Eso sería genial!

Los dos empezaron a caminar.

—Y... ¿dónde te hospedas?

— En casa de Edgar.

—Eso es muy raro... ya que Edgar no ha salido desde la pelea.

— ¿Tú estabas ahí Thomas? — fijó curiosa—.

— Yo fuí quién le hice la cicatriz...— Suspiró —

Leya parpadeó muchas veces sin entender.

—¿Qué fue lo que pasó? Dijiste que eran amigos...

Thomas suspiró.

— Tuvimos una pelea porque me culpó que yo sabía la relación de Miranda con Alex, su primo...

—¿Y lo sabías?

— Si. No le quise decir porque Alex me amenazó con qué le iba a contar qué violé a su hermana.

Leya gritó.

—Que????

Thomas le indicó que se callara .

— Tranquila no la violé. Sarah y yo tuvimos una relación secreta. No sé cómo Alex se enteró de ello.

—¿Es ...cierto?

— Es cierto, pregúntale a Sarah.

—No sabía que Edgar tenía una hermana — susurró —.

— El día de la pelea el se enteró qué yo sabía de la relación de Miranda con Alex. Nunca lo ví tan enojado en mi vida. Era el mismo día de su boda así que podía entender porqué.

—¿ Y cómo le hiciste la cicatriz?

— El estaba en un bar bebiendo tras haber encontrado a Miranda acostada con Alex. La boda de había cancelado, yo fuí a buscarlo. Hablamos. El ya estaba muy borracho. Le dije la verdad. El enfureció. Parecía que quería desquitarse conmigo. el rompió una botella y empezó a atacarme, yo lo esquivé y agarré uno de los vidrios. Volvió a atacarme, y fue ahí cuando de repente ya le había echo el corte.

El se fue con la mano en la cara, y desde allí, ya no lo ví más.

—Vaya...

—Sigo arrepintiendome de lo qué hice, me enteré unos días después de que Alex lo había dejado con la quiebra de la empresa. Ese maldito le robó toda la fortuna que había echo por su propia cuenta.

Leya quedó pensativa. Ahora entendía porque Edgar se había encerrado en su propia casa: Había perdido a su novia, su sueño y creyó también en qué había perdido a su amigo...

—Edgar y Alex... ¿Se llevaban bien?

— Lo hacían todo juntos desde pequeños. Le dolió mucho ser traicionado por él.

Thomas se paró.

—Muy bien, hemos llegado.

—¿Es aquí?

—Si. Vamos.

Leya entró con Thomas a la verdulería.

La señora que los atendió parecía ser muy simpática además de respetable por lo que a Leya le agradó desde el principio.