Anastasia Williams solo quiere olvidar a aquel hombre que la destrozó cuando la dejó plantada ante el juez y sus amigos el día de su matrimonio, han pasado 2 años desde entonces, se ha negado a volver a enamorarse.
Por su parte Maikcol Vans, solo quiere buscar venganza, ha regresado para castigar a aquella mala mujer que destruyó la vida de su hermano hace dos años.
¿Que pasara cuando estas dos almas se encuentren?
Acompáñame a leer esta bella historia la cual es de mi autoría.
PROHIBIDO EL PLAGIO, OBRA REGISTRADA DEBIDAMENTE POR MI.
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Capítulo 6
Emma al ver que su amiga debía hablar con su novio, pensó que era mejor marcharse, pero tenía miedo de que David le hiciera daño a su amiga.
-David, ¿Los puedo dejar solos? Creo que ustedes tienen que hablar.
David limpio las lágrimas de sus ojos y asintió.
-Ve con cuidado, no hare nada en contra de Ana.
La chica salió y dejo a la pareja solos.
-David. Hablo la chica con su voz temblorosa.
-Dime Anastasia, ¿Cómo creerte? Yo te vi, estabas en tu cama con ese hombre.
La chica desesperada empezó a sacudir sus manos de arriba hacia abajo.
-ENTIENDEME NO ERA YO.
-ES QUE NO SÉ COMO CREERTE, YO MISMO TE VI, TE VI.
La chica no soporto más la situación, así que de manera violenta se limpió sus lagrima y decidió salir del lugar.
-No tiene sentido que siga aquí, si no me crees, es mejor que me marche.
Ana llego hasta la puerta y al intentar abrirla fue interrumpida por David, quien se acercó y la giro de manera rápida para besarla de inmediato.
-Júrame, que no eras tú, júramelo.
-David, yo nunca te engañaría, sabes que te Amo.
Ambos se abrazaron y se besaron durante algunos minutos, finalmente se separaron por falta de aire.
-Dime, David ahora sí, ¿Qué fue lo que paso?
David empezó a relatar lo que había sucedido cuando fue hasta su casa, Ana al escuchar atenta lo que su novio le contaba, supo de inmediato de quien se trataba y su ira se hizo presente.
-Mi Amor, créeme yo nunca, nunca te engañaría, te Amo más que a nada, es un malentendido y esto lo arreglaremos ahora mismo.
Se levanto del sofá y le extendió la mano a su novio para salir del lugar.
-Ana, ¿A dónde vamos?
-Vamos a aclarar esto, tienes que comprobar que no te engañe.
El hombre se dejó llevar y ambos llegaron media hora después a la mansión de la familia de Ana.
-Espérame cinco minutos, ya bajo.
Le decía a su novio mientras se dirigía a la segunda planta.
Al llegar a la habitación de su hermana, no se tomó la molestia en golpear la puerta.
-Ey, ¿Qué haces aquí? ¿Porque no tocas antes de entrar?
Anastasia no respondió de manera rápida se acercó hasta quedar frente a su hermana y le propino una fuerte cachetada.
-¿QUÉ TE PASA? IDIOTA
Le decía Anabel mientras acariciaba el golpe en su mejilla.
-Eso es por revolcarte con quien sabe quién en mi cama.
-No entiendo de que hablas.
-Sabes perfectamente de lo que te estoy hablando, David ingreso a mi habitación y te descubrió con un hombre en mi cama, pensó que era yo y que lo había engañado y por lo visto tu no hiciste nada para desmentirlo.
La chica se puso bastante nerviosa.
- ¡Ah! ¿Es por eso? Pues no fue mi culpa el ingreso sin tocar la puerta\, como lo acabas de hacer tú\, enséñale mejor modales.
-No seas cínica Anabel, él es mi novio e ingreso a MI habitación, así que tenía el derecho de ingresar, pero en cambio tu eres una descarada, como se te ocurre revolcarte con alguien en mi cama, que asco.
-Pues, disculpa me equivoque de habitación, Patrick llego y el momento de pasión nos abrumo, no pude diferenciar entre tu habitación y la mía.
-No te creo nada, así que, si no quieres que le cuente todo a nuestros padres, has de bajar en este mismo instante y aclaras el malentendido con David.
La chica acepto no muy convencida.
-Hola cuñadito.
David quien estaba dando la espalda se giró para ver a la dueña de esa voz, pero quedo sorprendido.
-Pero ¿Qué mierd...?
Anabel sonrió maliciosa.
Anastasia se acercó y tomo la mano de su novio.
-Amor, ¿Recuerdas a mi hermana? Anabel.
David asintió con su boca abierta, pues aún estaba impactado, señalo a la chica frente a él.
-E-ella es tú, tú...
-Así es, Anabel es mi hermana gemela.
-Carajos, no me esperaba esto, son idénticas.
Espeto bastante sorprendido.
-Por desgracia así es.
Anabel sonrió maliciosa, tratando de mostrarse inocente.
-Discúlpame cuñadito, por el momento bochornoso de hace algunas horas, me viste con mi prometido Patrick, no imagine que asumieras que era mi hermana Anastasia, quien se encontraba con él.
David no respondió pues aún estaba en shock.
-Bueno, ya que todo quedo aclarado, me retiro.
Decía Anabel de manera divertida.
David por su parte asintió, aun impresionado y su novia Anastasia se acercó para tomar su rostro.
-Mi Amor, ¿Ahora me crees?
David asintió.
-No imagine, que tu hermana y tu fueran gemelas idénticas.
-Así es, es algo que me ha costado afrontar desde pequeña.
David tomo el rostro de la chica entre sus manos y la beso de manera necesitada.
-Perdóname por desconfiar de ti, soy el más grande de los idiotas.
La chica puso sus manos encima de las de su novio.
-No te preocupes, lo importante es que ya todo quedo aclarado.
-Así es, princesa, como disculpa quisiera invitarte a cenar.
-Bien, ¿Qué esperamos entonces?
Ambos salieron hacia un restaurante, después de una deliciosa cena, David llevo a su novia hasta su departamento.
Ambos estabas comiéndose a besos en el amplio sofá del lugar.
-Por favor, mi Amor quédate esta noche conmigo.
Le decía el hombre entre jadeos mientras la besaba y acariciaba de manera apasionada.
La chica trataba de recuperar su respiración.
-Sabes que no puedo mis padres me matarían.
-Pero pronto serás mi esposa, por favor quédate.
Le decía de manera suplicante.
Ana por un momento lo considero, pero después recordó a su padre, el hombre más bueno y comprensivo; sabía que si se quedaba con su novio su padre podría pensar lo peor de ella, y dañaría la imagen de hija dulce y pura que él tenía de ella.
-Precisamente, pronto seré tu esposa así que tendremos todas las noches de nuestras vidas para pasarlas juntos después de que nos casemos.
Le decía mientras se zafaba de su sensual agarre y se levantaba del sillón.
David gruño fastidiado, pero no refuto lo dicho por su novia.
-Bien, ¿Te llevo a casa?
Ambos salieron tomados de las manos, al llegar a la casa de su novia, David apago el motor del vehículo y antes de que la chica saliera el hablo:
-Ana, tú ¿De verdad me amas?
-David, ¿Porque me lo preguntas? Sabes que te Amo más que a nadie.
-Entonces quiero proponerte algo.
-Dime mi Amor.
-Casémonos ya, digo no ya, sino mañana mismo, solos tú y yo ante un juez, ¿Qué dices?
Ana quedo sorprendida con tal propuesta, pero no dudaba del amor que sentía por su novio.
-Acepto.
El hombre sonrió enamorado y la beso de manera alocada, mientras sonreía en sus labios.
-Te Amo, hermosa, te Amo.
Ana sonreía enamorada y minutos después bajo del auto para adentrarse en la mansión de sus padres.
ella se va a quedar con su ahora marido