“Mamá, a Luci le duele mucho… no quiere más inyecciones. Luci no quiere…”
“Luci, tranquila… no haremos nada ahora. Tu hermano Lui no soporta verte llorar,”
rogó Rhui intentando calmar a su hermana gemela, que luchaba contra una enfermedad mortal.
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Rechazada por su familia, Azayrea Jane se ve obligada a enfrentar un destino amargo. Debe casarse con Azelio Sayersz, líder de Liu Tech, para reemplazar a su prima Emira, quien está en coma. Aunque ha amado a Azelio durante quince años, Rea sabe que el corazón de ese hombre pertenece por completo a Emira.
Después de soportar años de dolor emocional, Rea decide marcharse. Reconstruye su vida y encuentra felicidad en la presencia de sus dos hijos, Ruchia y Rhui. Sin embargo, esa felicidad se derrumba cuando a Ruchia le diagnostican leucemia aguda. Las limitaciones físicas de Rhui le impiden ser donante para su hermana. En un último intento desesperado, Rea vuelve a ver al hombre que la abandonó cinco años atrás: Azelio Sayersz. Pero Azelio ahora es más frío que nunca.
“Haré lo que sea con tal de salvar a mi hija,” suplica Rea con el corazón hecho pedazos.
“Dame tu corazón, y la salvaré.”
Ante un dilema que desgarra el alma, Azayrea debe tomar la decisión más dura de su vida: sacrificar su propia existencia por su hija, o perder la única razón que le queda para vivir.
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Capítulo 6
Azelio esperaba una reacción de rechazo o enojo. Sin embargo, Rea hizo lo que menos esperaba.
Rea respiró hondo, las lágrimas que quedaban ahora se mezclaban perfectamente con el aguacero. Asintió débilmente, sin que un ápice de duda se reflejara en sus ojos.
"Lo daré", respondió Rea, con la voz ronca pero firme. "Pero por favor... asegúrate de que mis hijos estén a salvo y felices".
La declaración fue como una fuerte bofetada que congeló a Azelio. Retiró la mano de la barbilla de Rea. El hombre miró directamente a los ojos de Rea, buscando rastros de mentira, falsedad o un plan astuto. Lo que encontró fue la desesperación pura de una madre.
"¿No... te importa tu vida?", preguntó Azelio, su tono ahora suavizado, mezclado con incredulidad.
Rea sonrió con amargura. Una sonrisa que no llegó a sus ojos.
"Desde que supe que mis hijos estaban en peligro, mi vida ya no significaba nada. Para mí, mi vida terminó hace mucho tiempo. La única razón por la que sigo adelante es por ellos", susurró, mirando fijamente a Azelio, "Ahora, solo necesito una garantía de ti. No como Azelio Sayersz, el líder de Liu Tech. Sino como su papá".
La palabra 'Papá' golpeó el pecho de Azelio.
"¿Cuántos hijos dices?", susurró Azelio, su voz casi perdida en la fuerte lluvia. Rea guardó silencio por un momento. Se secó las lágrimas con el dorso de la mano temblorosa.
"Dos. Un niño, una niña", respondió Rea mirando directamente a los ojos de Azelio. "Y tú... tú eres el padre de ambos".
Otro relámpago cayó, iluminando la confesión de Rea. El rayo pareció golpear a Azelio literalmente. El mundo a su alrededor de repente se sintió silencioso.
Bob, que había estado de pie detrás de Azelio todo el tiempo, se congeló al instante.
Azelio se agarró la mandíbula. Miró a Rea, viendo la sinceridad innegable en los ojos de la mujer. La amarga realidad lo apuñaló, paralizando todas las emociones frías que había construido hasta ahora.
¿Él era el padre de dos hijos? ¿Rea se fue con sus dos hijos, y ahora estaba dispuesta a morir por su seguridad?
Azelio apretó el puño. La culpa, el remordimiento y la ira hacia sí mismo explotaron sin control. Había cometido un error fatal. Había lastimado a Rea hasta este punto.
Se agachó, alineando su mirada con la de Rea, que todavía estaba arrodillada. Su mano fría tocó la mejilla húmeda de Rea.
"No necesito tu corazón", siseó Azelio. Sus ojos ahora eran agudos, no por frialdad, sino por determinación.
"Los salvaré a ambos. Sin condiciones".
Rea guardó silencio. La expresión del rostro de Azelio que cambió repentinamente, de fría a llena de determinación, la dejó confundida.
"¿No... necesitas mi corazón?", repitió Rea, su voz ahogada y muy baja.
Miró a Azelio, buscando mentiras o trucos astutos que el hombre solía jugar. Ella no entendía. ¿Cómo era posible que Azelio, el hombre que siempre la había abandonado y nunca le había mostrado calidez, de repente se preocupara por ella? ¿Por qué ahora? ¿Era esta una nueva trampa? ¿Azelio tenía otro plan?
Rea estaba a punto de abrir la boca, queriendo preguntar la razón detrás de este repentino cambio de actitud. Sin embargo, antes de que pudiera pronunciar una sola palabra, el cuerpo cansado y traumatizado de Rea ya no pudo soportarlo.
Su visión se oscureció, y sintió que su cuerpo se tambaleaba hacia adelante. Al instante, Azelio se movió rápidamente. Inmediatamente abrazó el cuerpo de Rea, usando su pecho como apoyo para la desafortunada mujer.
"¡Rea!", llamó Azelio, su tono lleno de pánico.
"Lui... Luci... esperen a mamá, queridos..." murmuró Rea suavemente, nombrando a sus dos hijos en una conciencia casi perdida. Rea se desmayó, mojada e indefensa en los brazos del hombre que odiaba y al que a la vez anhelaba.
Azelio miró el rostro pálido de Rea, viendo lo destrozada y vulnerable que estaba la mujer. La levantó en brazos con cuidado, mirando fríamente hacia la casa del Sr. Ezton.
"¡Bob! ¡Llama a un coche y contacta al médico más cercano ahora! Quiero que esta mujer sea atendida de inmediato", ordenó Azelio con firmeza. Sus ojos se dirigieron a la gran casa frente a él. "Y ocúpate de ellos. Encierra a todos en esa casa. Haré que paguen caro por cada lágrima que caiga de sus ojos".
Bob asintió rápidamente, "Sí, señor".
Azelio llevó a Rea al coche. La misión de rescate de los gemelos debía comenzar de inmediato. Había perdido demasiado tiempo.
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"Mamá, el cueplo de Luci duele, ya no puezo soportalo. Luci no es fuelte..."
"Luci debe aguantal, no debel hablar plimelo. Lui no puele vel a Luci llolal". Rhui intentó pacientemente calmar a su hermana gemela que estaba luchando contra una enfermedad mortal.
Mamá, vuelve plonto…
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Dale me gusta, sí. Para que Mom Illaa se motive a actualizar como loca