Todos habían fallado, pero, el, sería el. El mejor hacker, el más sensato. ¡El era el mejor! No, tenía que ser el mejor.
Había tomado el caso con orgullo y determinación, pero tenía días sin tener nada de la ladrona... Si, había escuchado que era una chica pero nadie la había visto.
¿Quien diría que todo comenzaría con cinco segundos en camara y un Boomerang en forma de R? 
¿Cómo funciona un Boomerang en forma de R?
Solo está ladrona hacia que funcionará ese tipo de cosas, irreales, desafiantes y... Sofisticadas
NovelToon tiene autorización de Cinder Linh Nova para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CAPITULO 6
—¿Hacemos en trato aquí o prefieres un lugar más privado?
No podía creerlo, ¿Cómo podría estar por ahí haciendo tratos?
—Maldito hijo de...—Damian se levantó y le estampó un puño en el rostro.
Las personas comenzaron a gritar y a alejarse.
—¡Damián!—Grito Erica.
El seguí golpeándolo en el suelo mientras el seguía pidiendo ayuda. Tenía aún sus esposas que llevaba desde el día anterior así que las usó y las enganchó en sus muñecas.
—Estas arrestado, y estás vez no saldrás.—Le dijo y el comenzó a escupir sangre.
Eso lo hizo retroceder. Saco cu telefono y llamo a Enrique.
—No dejaré que vuelvas hasta el lunes...
—¿Por qué Owen Martinez está libre? Trae a la patrulla, lo tengo esposado.—Dijo a penas contesto el teléfono.
—¿de que hablas Vega?
—Solo trae a la maldita patrulla.
Seguía esperando a Enrique, Erica no le dirijian la palabra y el a duras penas podía controlar su respiración.
«No te pongas así Damián, no soy tu enemiga, es más, busco lo mismo que tu»
Lanzo un bufifo al leer el mensaje ey guardo su teléfono. Si, si, claro, claro, ambos eran justicieros. Le quería comenzar a lavar el cerebro.
Después de unos minutos esperando Enrique llegó, parecía frustrado. Damián se había tomado la tarea de revisar su celular.
—Yo lo atraje a esta trampa, supe hace días que estaba libre.
El le enseño a Enrique el celular y las conversaciones que según había tenido con el. ¿Que le diría? ¿Que fue Rouse? ¿Que estubo hablando con ella? Además ella hackeo todo sin que el se diera cuanta para hacer ver qué hablaba con Owen. Una mente maestra ¿Cómo no se dió cuenta? ¿Siquiera hackeo su cuenta o creo una exactamente igual para hablar con Owen?
—Bien hecho, le tendiste una trampa.—Le felicitó Enrique sin ganas.
—Por favor asegurame que no volverá a salir.
—Fue solo un error del sistema. No volverá a pasar.
Damián nego con la cabeza.
—Empezare a encargarme yo del sistema.
—No creo que te paguen de más por eso.—apunta Enrique.
—No importa.
Se dió la vuelta, Erica lo miraba diferente, asustada, nerviosas. Sus ojos azules lo escaneaba. Ahora tenía que ver cómo podría calmarla.
—¿Tenías que reaccionar así?—Preguntó y Damián trato de no volverse loco.
—Es un pedófilo.—Se justificó.
—Estamos en una cafetería.—Murmuró entre dientes.
—Lo siento.
Ella miro a otro lado y suspiro.
—Yo también, lo siento...—Suelta ella.—No debí ocultarte que quería compartir el examen con mis amigas. Es que ellas... Son demasiado...
—¿Intensas?—Preguntó interrumpiendola.
—Si, les resolví un problema y ya quieren que le resuelva toda su vida.
Presión, lo debió haber imaginado, solo no quería decepcionar a sus amigas y a él...
—Solo te pido que no vuelva a pasar, diles que ya no se hackear y ya.—Bromea.
—Uy, como si eso fuera una posibilidad.—Dice ella y ambos rien.
—No, enserio, lo siento mucho. Resolveré esto de una manera, te conpensare.
—¿En serio?
—Sip.
Ella le tomo del brazo y ambos salieron del café. Caminaron por el parque, conversaron, el le explicó lo de Rouse, la mitad, no le contó sobre el pendrive, ni que se había llevado el Boomerang, solo le dijo que suponía que ese era su nombre. Y ni loco le iba a contar que le enviaba mensajes que desaparecían al segundo que los leía. Ella lo comprendió.
Le hizo una invitación a un arcade.
—Se que es algo infantil, Pero, se que te gustan los controles y eso. Abrieron un nuevo lugar de juegos.
—no suena nada mal.
Le dijo y le dió un beso rápido en los labios, ella sonrió sonrojándose.
Jugar le haría bien. Hace tiempo que no se relajaba así. Sonó una música de campanitas. Era un camión de helados.
—¿Quieres uno?—Le pregunto y sacó su billetera.
—Me encantaría.
Un nuevo sonido, un mensaje en rojo.
—eh...—Le entrego el dinero a Erica.—Adelantate un momento tengo que resolver algo del trabajo, será rapadio y, chocolate.
—muy bien.—Le dijo Erica un poco confundida por su repentino cambio pero solo lo ignoró y siguió.
Damián miro su celular con el corazón en la boca.
«Definitivamente eres el mejor, no te vuelvas a preocupar por Owen, me aseguraré de que está vez no salga. Prepárate para el lunes»