En la ciudad de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, una serie de desapariciones misteriosas aterra a la comunidad. A pesar de los esfuerzos de la policía local, las víctimas desaparecen sin dejar rastro. Héctor Ramírez, un detective experimentado, es llamado para investigar. Mientras avanza en su pesquisa, descubre que las desapariciones están conectadas por una serie de pistas inquietantes que parecen ir más allá de lo criminal. Atrapado en un misterio que desafía su comprensión, Héctor se enfrenta a fuerzas que no pueden ser explicadas por la lógica. A medida que el caso avanza, la atmósfera de la ciudad, cargada de historia y superstición, se convierte en un campo de juego para lo sobrenatural.
NovelToon tiene autorización de Tapiao para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
20 de Marzo 2024
Bitácora del Inspector Héctor Ramírez
El hallazgo del cuerpo de Mariana Gómez nos ha sumido en un estado de profunda desolación, pero también en una urgencia imparable por entender qué ocurrió. Desde que recibí la noticia ayer, la estación se ha llenado de una atmósfera tensa y sobrecogedora. A pesar del dolor por la tragedia, debemos mantenernos enfocados en la investigación, buscando cualquier pista que nos permita dar con el culpable de tan horrible crimen. Cada detalle ahora importa más que nunca.
A primera hora de la mañana, reuní a todo el equipo de la unidad de homicidios. Necesitábamos una estrategia clara para avanzar en este caso, y hoy se revelaron nuevos elementos en la escena del crimen que, aunque horribles, podrían ser claves para desentrañar la verdad.
El lugar donde fue encontrado el cuerpo de Mariana era un terreno baldío cerca del río, un lugar apartado, alejado de la civilización, donde no se esperaba que alguien pasara. Fue un oficial quien hizo el hallazgo temprano, alertando al resto de la unidad. Cuando llegamos, el estado del cuerpo era aterrador: Mariana fue encontrada semidesnuda, lo que indicaba que algo más había sucedido antes de su muerte, tal vez una lucha, tal vez algo más siniestro. Su ropa había sido rasgada, y lo peor de todo: tenía las manos atadas detrás de la espalda, como si el asesino la hubiera sometido de forma deliberada, como si quisiera que Mariana sufriera cada segundo hasta su último aliento.
El informe de los forenses detalló que la causa de la muerte fue una puñalada profunda en el pecho, lo suficientemente violenta como para causar un daño irreversible a los órganos vitales. Sin embargo, lo que más me impactó fue lo que había alrededor de la herida. La puñalada no fue simplemente un acto de violencia. La hoja del cuchillo había sido incrustada de tal manera que rodeaba lo que parecía un dibujo. No era un simple corte o herida. Parecía un patrón, algo calculado. A simple vista, parecía un dibujo toscamente realizado, una figura que se asemejaba a una estrella de muchas puntas.
/Dibujo hecho por el forense/.
Este símbolo extraño, grabado sobre el cuerpo de Mariana, me dejó helado. ¿Por qué hacer esto? ¿Qué significado tenía? Cada vez que me miraba el dibujo, una sensación de inquietud crecía dentro de mí. No era una casualidad, estaba claro que el asesino había dejado ese mensaje como parte de su ritual, de su manera de marcar su víctima. Pero ¿por qué Mariana? ¿Qué relación tenía ella con este símbolo?
Decidí que debía investigar más a fondo. Las investigaciones iniciales sobre el terreno revelaron más detalles perturbadores: el área donde fue encontrado el cuerpo estaba alejada de las rutas habituales. Nadie había escuchado gritos ni había visto nada sospechoso. Pero lo más desconcertante de todo fue que no había signos de lucha. La joven no intentó defenderse, o al menos no en el momento de la puñalada fatal. Su cuerpo estaba colocado de manera deliberada, como si el asesino quisiera que la escena se viera de una forma precisa, de una forma que hablara de él, de sus intenciones.
Reuní a todo el equipo de investigación en la estación para revisar todos los detalles que habíamos recopilado hasta el momento. La fotografía de la escena del crimen fue proyectada en la pantalla principal, y todos los ojos se dirigieron a la figura de la estrella. Nadie tenía una respuesta inmediata, pero algo en su apariencia me decía que había un patrón en todo esto. Había algo en la forma en que el dibujo estaba hecho que parecía demasiado intencional, demasiado personal.
En medio de la conversación sobre los detalles del asesinato, uno de los oficiales señaló algo que había notado en las entrevistas previas. Recordó que varios amigos de Mariana habían mencionado que ella había hablado de un incidente extraño días antes de su desaparición. Según uno de sus compañeros de la universidad, Mariana le había mencionado que alguien la había seguido en las inmediaciones del campus. Esa misma persona había visto a Carlos Gutiérrez merodeando cerca de la entrada de su facultad. Podría ser una simple coincidencia, pero todo comenzaba a encajar: el acoso, el extraño comportamiento de Carlos, y ahora el crimen con el dibujo de una estrella.
“¿Será posible que este dibujo sea un tipo de firma de algún culto o grupo?”, preguntó uno de los detectives. Todos se miraron, pensando en las implicaciones de esa pregunta. Un culto, ¿sería eso lo que había detrás de todo? ¿O simplemente el asesino había decidido dejar un mensaje sin más? Cualquier teoría en este momento era válida, porque la verdad es que todavía no teníamos respuestas definitivas.
Para aumentar aún más el misterio, me llegó una nueva pista: al revisar las pertenencias de Mariana, encontramos que en su teléfono había una foto reciente, tomada unas horas antes de su desaparición, de un lugar que no reconocimos. Parecía un viejo edificio, con símbolos extraños en la pared. Mariana había mencionado en su conversación con Javier que planeaba investigar ese lugar. ¿Por qué? ¿Qué sabía ella que no habíamos descubierto aún?
A lo largo del día, hemos analizado todo lo encontrado, pero la verdad sigue eludiéndonos. A veces siento que estamos caminando en círculos. Las preguntas se multiplican, pero las respuestas siguen siendo escasas. Mariana no solo fue víctima de un asesino, sino de algo mucho más grande, algo que no entendemos del todo.
La figura de la estrella en su cuerpo, el simbolismo detrás de su muerte, y el enigma de Carlos Gutiérrez, todo parece apuntar hacia un misterio mucho más profundo. Pero no puedo dejar que eso me distraiga. No importa cuán extraño o retorcido sea el caso, mi misión es una sola: dar justicia a Mariana.
Mientras tanto, la investigación sigue su curso. La búsqueda de más pistas no se detendrá. El culpable está cerca, y lo atraparemos.