¿Qué pasa cuando un personaje de novela antigua transmigra al mundo moderno? Esta es la divertida historia de una villana adaptándose al progreso. Es como invitar un neandertal a casa
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Esto es difícil
Dalia y Arletis estaban en la biblioteca de la universidad con verdadero dolor de cabeza. Enterradas sus caras en un libro de Geometría aplicada y Resistencia de materiales. La asignatura más difícil que les quedaba por vencer. La misma, reforzaba el uso de conceptos matemáticos en un contexto práctico y profesional. Para Dalia era todo un reto. Ni idea de cómo le había hecho la otra Dalia, para aprobar todo lo demás. A estas alturas creía que era un genio matemático o algo por el estilo. Hoy habían pasado ambas por secretaría y recibieron la buena noticia de que todos los exámenes de suficiencia que presentaron antes de las vacaciones cortas los aprobaron. Por tal motivo solo tenían que concentrarse en esta asignatura, cosas que agradecía Dalia a la original, hasta que vio de qué se trataba y ahí mismo se le acabó la alegría. La Dalia original había obtenido los créditos necesarios y aprobado el resto de las asignaturas, pero arrastraba esta del cuarto trimestre. Ella no entendía a qué se refería la secretaría, pero se guardó muy bien de emitir ni una palabra. Al final por lo que pudo entender es que si aprobada la dichosa asignatura en específico ya habría concluido con el plan de estudio y solo tendría que centrarse en realizar su proyecto final de graduación, del que por cierto tampoco sabía ni un pepino, pero por lo que entendió para ese último tenía más tiempo. La secretaría les ofreció a Arletis y a ella un folleto para que eligieran entre tres opciones para desarrollar su proyecto final. La convocatoria decía lo siguiente:
"*La arquitectura es una combinación de arte, ciencia y creatividad que da forma a los espacios donde vivimos y trabajamos. Por ello te exhortamos a escoger una de las opciones propuestas a continuación. Crea proyectos sustentables usando herramientas digitales y técnicas innovadoras*.
*1- Empresas constructoras de viviendas sustentables e inmobiliarias*.
*2- Compañías desarrolladoras de destinos turísticos y de paisajismo*.
*3- Entidades gubernamentales responsables del desarrollo urbano.Tecnología de vanguardia*.
*Evalúa el entorno y las instalaciones para proponer soluciones arquitectónicas sólidas. Estas configuraciones son una recomendación de acuerdo al promedio de requerimientos del software académico con el que actualmente cuenta la institución; por lo que, la universidad no asume ninguna responsabilidad sobre la decisión que en lo particular se tome*."
Dalia estrujó el folleto con verdadera frustración 🙄 😣. ¡Qué mundo más complicado este! Era tan difícil.
- Oye Arletis. ¿Qué vas a escoger para desarrollar tu proyecto?
- No sé. La verdad primero voy a tratar de sacar Geometría aplicada y Resistencia de materiales, sin eso no voy a poder presentar ningún proyecto. No lo permiten.
- Sí, yo también pienso hacer eso.- dijo Dalia no muy convencida de poder lograrlo. Miró el libro que tenía delante como si fuera un enemigo. Entendía perfectamente cada letra y cada palabra, pero se le escapaba el sentido de todo aquello.- cerró el libro con decisión.- Sabes, ahora mismo paso de todo esto. Me voy a la cafetería a por algo de comer. No soporto pensar con el estómago vacío. Te vienes conmigo o te quedas disfrutando de la tortura.
- No, me apunto. -y también cerró el libro. Entregaron los mismos al bibliotacario antes de salir del local. Ya en la cafetería Arletis pidió dos raciones de pastel y una gaseosa. Dalia la miraba comer con verdadero deleite. Para mortificarla un poco le dijo:
- ¿Y qué pasó con yo pierdo peso sí o sí?
- Cállate. Déjame ser feliz. Mi cerebro necesita azúcar para pensar.
- No, yo solo digo. Es que estabas tan entusiasmada ayer con la lechuga.
- Hoy he enviado mi dieta de paseo a Saturno, vale. Mañana empiezo de nuevo o eso creo, puede que hasta lo extienda a pasado mañana.- y las dos se echaron a reír de las ocurrencias de Arletis. Las chicas disfrutaban de este agradable momento cuando sonó el teléfono de Dalia. En la pantalla aparecía el nombre de Sergio.
- Me das un segundo, tengo que responder esto. Ya vuelvo. Y no te comas mi pastel, de acuerdo.- decía mientras salía al pasillo. Contestó al quinto timbrazo. Tan concentrada estaba que ni se percató de que Denis y Carlos se la cruzaron. Carlos siguió de largo y entró a la cafetería, mientras que Denis se quedó para entablar conversación con la joven cuando terminara de contestar el teléfono.
- Hola preciosa. ¿Cómo has estado?
- He estado bien. ¡Qué agradable sorpresa el que me llamaras! No creí que fueras a hacerlo.
- Claro que sí. Lo que pasa es que he estado de servicio y esto ha sido una verdadera locura en el trabajo. Si te contara las cosas que hace la gente, posiblemente ni me creyeras.
- ¿Y por qué no iba a creerte? ¿Se te olvida de dónde me sacaste tú a mí?
- No, eso no lo voy a olvidar nunca. Te llamé para saber si quieres ir conmigo este sábado a la playa.
Dalia dudó unos segundos y después respondió.
- Me encantaría de verdad, pero estoy liada con la universidad ahora mismo.
- Bueno para otra será. Si cambias de parecer ya sabes, me llamas.
- Está bien. Me ha encantado que me llames.
- Bueno no te quito más tiempo, pero no me olvides.
- No, eso no voy a hacerlo. Te prometo que te llamo en algún momento cuando tenga algo de tiempo.- y colgó con una sonrisa en la cara. Sonrisa que se le borró de golpe al girarse y ver a casi un palmo suyo a Denis.
- ¿Con quién hablabas?
- En primer lugar aléjate. ¿No te han hablado del espacio personal? Y en segundo ¿qué te importa a ti con quien hable yo? No creo que te deba algo.
- Dalia de verdad no vas a perdonarme nunca. No podemos ser al menos amigos.
- Ya tengo amigos. No te necesito.
- ¿Quién la gorda? Admítelo no eres de las que van por ahí haciendo amigos. Eres una ermitaña.
Dalia sintió tanta rabia que ni le contestó, en su lugar marcó el número de Sergio. Este respondió al primer timbrazo. Dalia lo puso en altavoz a propósito.
- Se te olvidó algo preciosa. -decía la voz de Sergio tan clara como si estuviera físicamente entre los dos. Ella mirando fijamente a los ojos de Denis le dijo a Sergio.
- Sabes cariño he cambiado de opinión, pásame a recoger el sábado, te envío la dirección en un mensaje.
- Estaré esperándola. No te vas a arrepentir, ya verás.
- Bueno chao. Nos vemos el sábado. Un beso. - y Dalia colgó. Luego le dijo a Denis que se había quedado petrificado. - Si fueras tan amable de apartarte, es que en la mesa he dejado un pastel delicioso.- como el chico no se apartaba ella lo rodeó y entró a la cafetería. En su mesa estaba el plasta ese, ex de Arletis comiéndose su pastel.
- ¿Tú de verdad quieres morir? - le dijo mientras le hundía la cabeza a Carlos en el plato. Luego le haló por el pelo y le ordenó. - Ve y tráeme otro de inmediato. - Arletis se meaba de la risa al ver la cara de Carlos embadurnada en merengue de fresa. Y con los ojos desorbitados, al ver que Dalia lo miraba con cara de asesina. Sin protestar fue por otro pastel y se lo puso delante. Para ese entonces Denis estaba observando la escena. ¿Qué había sido de la Dalia tímida y dulce que una vez conoció? Aquella le gustaba, pero esta le encantaba. Su instinto de cazador estaba activado al cien. Mientras, Carlos había ido a lavarse la cara y Dalia comía el pastel con merengue de fresas, como si nada hubiese pasado.
- No me canso de comer esto.
- Oye Dalia, te pasaste. No, es que no se lo mereciera y la verdad me encantó, pero no estás muy agresiva. Tienes algún problema en casa.
- Más de uno, pero nada que no pueda manejar. ¿Arletis, qué se pone uno para ir a la playa?
- ¿Vas a la playa, cuándo?
- Sí voy este sábado.
- ¿Vas con tu familia? Llévame.
- No y no. No voy con mi familia. Voy con un tipazo de revista.
- Cuéntame. Eso te lo tenías callado. Mala amiga.
- Se llama Sergio. La verdad no es que lo tuviera callado. Es que casi no lo conozco, pero me salvó la vida. Es el bombero que me sacó del agujero.
- Entiendo. Es tu héroe personal y te has enamorado perdidamente de él.
- No es nada de eso. No lo entenderías.
- Pues cuéntame y así entiendo.
- No, vas a creer que estoy loca.
- Eso ya lo creo sin que me lo digas.
- Bueno, lo que pasa es que Sergio es la primera persona que conocí en este mundo. Tiene lógica ahora para ti.
- Guao. Eso sí que fue intenso. Tía estás atacada hasta las orejas, ya quiero conocer a ese hombre que te ha movido el piso a ti, la dama del hielo.
- Ves, te lo dije, que no ibas a entender nada.
- ¿Y está bueno?
- Sí muchísimo, pero cambiando de tema que quería el ex del año.
- Fastidiarme claro. ¿Qué otra cosa? A veces me preguntó cuál es su problema conmigo. No le gusto, está bien, pero con tantas cosas que hay que hacer. Yo en lo particular no perdería mi tiempo molestando a alguien que detesto.
- Es que a lo mejor no te detesta.
- Si claro y la cigüeña trae bebés. No, ni te creas. Me lo ha dejado claro por cuatro años un día sí y el otro también.
- ¡Vaya que constancia! Debe adorarte.
- No te burles. ¡Mírame! Parezco barril de manteca. Respiro y tengo tendencia a rellenar el horizonte.
- A ver tengo tres propuestas para ti, para subirte esa autoestima mujer. Primero me acompañas a inscribirnos en una Academia de baile y segundo el viernes, cita en el salón de mi madre y tercero nos vamos de compras. Me ayudas a estar de infarto para mi cita con Sergio en la playa.
- Vale. Por tu cita. Lo demás no me interesa y paso de ello.
- Ah, no. No te escapas. Es el paquete completo o no te cuento ni un detalle de lo del sábado.
- Chantajista.
- Si soy, pero igual me adoras.
El rato agradable terminó y ellas abandonaron la cafetería haciendo millones de planes de camino a la biblioteca nuevamente. Denis y Carlos no podían creer lo que les estaba pasando. Nunca habían sido tan ignorados.
de raros como su amiga que a pesar
de todo va por su meta de acostarse con Mario le gusta
los villanos será que ella se lo quede lo amarre?